Qué rabia da ese momento en el que se cae el colorete al suelo y solo rezas para que no esté roto en mil pedazos. Pues tranquila porque a partir de ahora, ya no cundirá más el pánico con este sencillo truco.

Tan solo necesitarás un recipiente pequeño, alcohol, una cucharita y un poco de papel de cocina. ¡Haz clic en el vídeo para dejar como nuevo tu colorete favorito!