Seamos sinceras: ¿a quién le gusta planchar la ropa? Es, probablemente, una de las tareas más detestadas por mujeres y hombres de todo el mundo y, sin embargo, una que nos vemos obligadas a seguir practicando. Y es que lo cierto es que ponerse la ropa arrugada es capaz de restarle glamour hasta al look más sofisticado.

No obstante, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) afirma que hay otras alternativas. El cómo tratamos la ropa tras lavarla puede permitirnos ahorrarnos el proceso de planchado. Así, el tender se convierte en el paso más importante para que nuestras prendas se vean lisas y conserven su forma adecuada.

planchar
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El primer consejo de la OCU consiste en darle la vuelta a las prendas antes de colgarlas: "se ayuda así a estirar la tela". También es recomendable que las sacudamos y las estiremos con fuerza antes de ponerlas sobre la cuerda. De este modo, ya conseguiremos eliminar las arrugar más superficiales, especialmente en la zona de las mangas.

Otro aspecto importante pasa por nuestra forma de colgarlas: ¿dónde colocamos las pinzas? La OCU confirma que el mejor método consiste usar pinzas de plástico en lugar de madera y en ponerlas en las costuras de cada prenda o en zonas poco visibles. Evitaremos que se queden las marcas y, así, no tendremos que pasarles la plancha una y otra vez para tratar de eliminarlas.

¿cÓMO TENDER LAS DISTINTAS PRENDAS PARA NO TENER QUE PLANCHARLAS?

tender ropa
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Una vez que conozcamos los trucos generales, hemos de informarnos acerca de cómo colgar cada prenda. Según su silueta y diseño, tendremos que hacerlo de una forma u otra. De acuerdo con la OCU, siguiendo estos consejos, acabaremos planchando menos.

Camisas

Es probable que estemos acostumbrados a tenderlas por la zona de la axila o por el bajo, pero esto no es aconsejable. Hemos de cerrar sus botones y colgarlas en perchas. Antes de ponerlas sobre la cuerda, debemos estirar la tela, tratando de eliminar los pliegues. Por la propia caída de la camisa, quedarán mucho más lisas cuando estén secas.

Pantalones

Aunque seguro que la mayoría solamos tenderlos de la cintura, la OCU recomienda hacerlo por el dobladillo inferior, poniendo la pinza sobre la costura.

Prendas de punto

Las prendas de punto, como los jerséis o los cárdigans, son muy delicadas, puesto que tienden a deformarse con mayor facilidad. Hay quienes los cuelgan de una percha, pero esto podrá conllevar que las mangas den de sí. Lo mejor será estirarlas sobre una superficie plana y lisa, poniendo encima una toalla húmeda. De esta forma, conseguiremos librarnos de las arrugas, pero manteniendo la prenda intacta.

Sábanas

Son las prendas más sencillas de cuidar, pues simplemente tendremos que sacudirlas y tenderlas bien dobladas y estiradas. No habrá necesidad de plancharlas y únicamente tendremos que realizar un buen doblado antes de guardarlas.

Cuando recojamos las piezas de ropa y queramos guardarlas, hemos de procurar estirarlas y plancharlas con las manos antes de doblarlas. Si queremos ir más allá, la OCU sugiere colocar sobre ellas una tabla o libro pesado.

¿Y qué pasa con el lavado?

La organización también recalca que el lavado juega un papel fundamental a la hora de evitar el planchado (o, al menos, reducirlo). Para evitar que la ropa salga con arrugas de la lavadora, se recomienda poner programas a baja temperatura (a menos de 40º) y, sobre todo, no elegir centrifugados fuertes (menos de 1.000 r.p.m.). Aparte, el cerrar cremalleras y botones será fundamental para que la prenda conserve su estructura y no sea tan propensa a plegarse.

Un error que todos cometemos es dejar que pase mucho tiempo entre el final del lavado y el tender la ropa, ya sea por pereza o porque se nos olvidó la colada. Cuanto más tiempo pase la ropa en el tambor o en barreño, más tiempo estará hecha una bola, lo que hará que se formen una mayor cantidad de arrugas y que estas sean más difíciles de eliminar. Asimismo, la ropa puede desarrollar malos olores.

Por supuesto, no debemos olvidar que cada tejido tiene sus propios cuidados y que habrá algunos que sean más propensos a arrugarse, como el lino, el algodón o la seda. Será imprescindible que, antes de lavar cada prenda, miremos su etiqueta para poder seguir los pasos adecuados a sus materiales.