A partir de los 50 años, el metabolismo tiende a ralentizarse y la masa
muscular puede disminuir, por lo que es clave elegir alimentos que aporten energía sostenida sin generar picos de glucosa ni afectar el rendimiento. Además, la alimentación antes del entrenamiento es especialmente importante para favorecer la quema de grasa.
Para ello, Elena Pareja, directora del Área de Nutrición del Club
Metropolitan, recomienda consumir una combinación de proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos complejos. Las proteínas, como el yogur griego, los huevos o la pechuga de pavo, ayudan a preservar la masa muscular, algo crucial, especialmente a partir de los 50 años.
Por su parte, las grasas saludables, presentes en el aguacate, los frutos secos o las semillas, proporcionan energía sin alterar el equilibrio glucémico. Y los carbohidratos, que deben ser de absorción lenta, como la avena o el pan integral, también son fundamentales, aunque deben consumirse en cantidades controladas y aumentando la cantidad si hacemos ejercicios de alta intensidad.
RBA
Al igual que hay infusiones que favorecen el descanso, la digestión o la eliminación de gases, también hay alguna muy recomendada para favorecer la quema de grasa antes de entrenar. ¿Quieres saber cuáles?
Estas dos infusiones resultan muy beneficiosas
En cuanto a las infusiones, lo mejor es prepararlas tú misma con alimentos como el jengibre, que cuenta con múltiples beneficios digestivos y
antiinflamatorios y que ayuda al organismo a utilizar las reservas de grasa como fuente de energía. Eso sí, no conviene que abuses de él ni que ingieras más de 4 gramos al día. Si tomas medicamentos anticoagulantes o te encuentras en otra circunstancia concreta, consulta antes con tu médico.
Otro ingrediente que puedes añadir a tus infusiones es la canela, porque contribuye a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, evitando picos de insulina que pueden dificultar la pérdida de grasa.
¿Con cuánto tiempo de antelación hay que tomarlas?
Para obtener el máximo beneficio, estas infusiones deben tomarse entre 30 y 45 minutos antes del entrenamiento, permitiendo que sus propiedades actúen en el organismo y que podamos hacer la digestión antes de comenzar a entrenar.
Por último, para potenciar la quema de grasa es fundamental mantenerse bien hidratada, ya que la deshidratación puede afectar el rendimiento y la capacidad del cuerpo para quemar grasa de manera eficiente. Asimismo hay que evitar azúcares y alimentos ultraprocesados, ya que pueden generar subidas y bajadas bruscas de energía.
La constancia en la alimentación y el ejercicio serán claves para ver resultados sostenibles en el tiempo y un enfoque equilibrado y personalizado garantizará que el entrenamiento sea más efectivo y se alcancen los objetivos de salud y bienestar.
Así se prepara la infusión de jengibre
Además de poder beneficiarte de las múltiples propiedades del jengibre, tomar una infusión con él como protagonista es todo un placer para el paladar, sobre todo si te gusta ese toque picante y dulce tan característico y peculiar de su tallo que hace que cada vez se incorpore a más recetas de cocina.
¿Qué necesitas? Para empezar, jengibre natural. Cuando vayas a comprarlo, tócalo para comprobar su estado. Debe estar firme y sin zonas blandas o podridas. Para darle mayor matices lo vamos a mezclar con el zumo de medio limón, que cuenta con propiedades antioxidantes y es bueno para la concentración.
- Paso 1. La textura densa y fibrosa del jengibre puede hacer que rallarlo sea algo complicado. Pon el jengibre sobre una tabla de madera estable. Corta los bordes salientes con un buen cuchillo procurando no llevarte demasiada cáscara.
- Paso 2. Para quitar el resto utiliza un cuchillo o un pelador. Ten cuidado porque su irregularidad no te lo va a poner fácil. Hazlo de arriba abajo.
- Paso 3. Toma con la mano un trozo generoso de jengibre y rállalo con un rallador grande y de orificios finos. Los que tienen demasiados salientes no son prácticos para el jengibre porque se estará enganchando continuamente.
- Paso 4. Calienta agua en un cazo y agrega una cucharada de jengibre rallado. En el momento en el que rompa a hervir, apártalo del fuego y deja que infusione unos minutos.
- Paso 5. Cuélalo, agrega el zumo de medio limón y ya estaría. Si te gusta dulce le podrías añadir un poco de miel o endulzante.