Los 10 errores más comunes de las mujeres de 60 al maquillarse: marcan las arrugas y apagan la piel

A medida que cumplimos años, nuestra piel y la estructura de nuestro rostro van cambiando. Por eso, el maquillaje debe ir evolucionando para adaptarse a esas nuevas características de la edad. Algo que no es fácil y no todas conseguimos de manera intuitiva. ¿El resultado? Arrugas que se ven más, tono de piel poco favorecedor, bolsas y ojeras que se marcan o párpados caídos que se acentúan. Para evitarlo, nada mejor que preguntar a una experta cómo maquillar un rostro maduro sin caer en esos típicos fallos.

"Con este tipo de piel, el maquillaje se debe trabajar muy bien para que no existan marcas", explica la maquilladora María Soláns, quien nos habla de esos errores habituales a estas edades que potencian las imperfecciones y envejecen la apariencia.

Los 10 errores más comunes con el maquillaje de las mujeres de 60

Base oscura

Muchas mujeres tienden a buscar bases de maquillaje que suban el tono de su piel para aportar un ligero bronceado. Es un error que en estas edades resulta especialmente poco favorecedor. El de la base "debe ser el mismo tono de piel", recuerda la experta, que advierte que "si se llegara a utilizar un color más oscuro, envejecería la piel". 

Demasiada cobertura

Otro error clásico es tratar de disimular las arrugas con una base con mucha cobertura, cuando el efecto será el contrario. Por eso la maquilladora nos recomienda emplear bases con un pelín de cobertura tipo dermablend. Son perfectas para el acabado y suelen ser mates", explica Soláns.

"Son productos con un pelín de cobertura más que las bases ligeras, pero óptimas para no cuartear, sentir pesada la piel o que se marquen las arrugas", explica la maquilladora. "Si notas la base muy pesada siempre se puede rebajar con un pelín de crema hidratante", recomienda.

Correctores pesados

Los correctores que la maquilladora recomienda para estas pieles maduras son los fluidos, aunque afirma que "para que no quede demasiado pesada la piel, ya con la cobertura de la base es suficiente". Asimismo, nos da las claves para aplicar las correcciones claras y oscuras en función de las necesidades de cada mujer:

• Correctores claros: se aplican si queremos dar luz en zonas como párpados, aletas de la nariz y rictus.
• Correcciones oscuras: se aplican si queremos disimular, en zonas como el mentón, la mandíbula y la papada, aunque no se sencillo si no lo hace un profesional.

Cuidado con los polvos

A la hora de la aplicación de polvos hay que tener cuidado, para no resecar ni marcar en exceso el rostro. Lo que Soláns nos recomienda es "utilizar una brocha para las zonas más ligeras y borla en las zonas que necesitamos matizar algo con más detalle o cobertura".

Eyeliner negro y con rabillo

Según la experta, no es aconsejable usar delineadores líquidos, sino lápices cremosos, para poder difuminar las líneas y no endurecer la mirada. "Si no quieres la mirada o expresión muy marcada –que es algo que envejece– se debe de evitar el negro, pudiendo usar tonos azules, grises, verdes y marrones".

Además, la experta nos aconseja "no abusar de las líneas gruesas ni de la máscara de pestañas, ya que hace el ojo pesado". Igualmente, nos recuerda la importancia de retocar las cejas en personas maduras, ya que suelen ser escasas y hacen perder definición a la expresión del rostro. Para ello nos recomienda "dibujar la forma con un lápiz de cejas" e incluso, en algunos casos, puede ser más conveniente recurrir a un maquillaje semipermanente.

Iluminación con brillo

"La iluminación debe estar bien estudiada en estos rostros: debe ser sutil, elegante y mate", advierte. Así, las zonas donde nos recomienda iluminar Soláns son: labio, frente, encima de las cejas, el párpado fijo y la zona alta del pómulo. Aunque la maquilladora recalca que "tiene que ser mate para evitar brillos" que sumen edad, por lo que lo ideal sería usar un corrector ligeramente más claro que la piel.

Colorete "caído" o muy oscuro

Otra clave que nos da la experta tiene que ver con la forma en la que aplicamos el rubor en las mejillas. "El colorete debe ir en la parte superior del rostro con el fin de rejuvenecerlo", señala y explica que "los colores deben ser cálidos e integrados con la base, no muy llamativos y más bien mates para no destacar arrugas indeseadas".

Sombras con brillo

Para no sumar edad al rostro ni marcar arrugas, María Soláns nos recomienda usar sombras de ojos mates, sin brillo y suaves. "Cuidado con los colores pálidos y claros, porque pueden dar la sensación de hinchazón", advierte. Por ejemplo, al iluminar bajo la ceja, si no tenemos cuidado, podemos acentuar el volumen de un párpado encapotado.

En general, para los párpados caídos la maquilladora recomienda "corregir con una sombra algo más oscura que se expandirá hacia afuera en forma de V o C en la zona central del párpado para hacer la mirada más despierta".

Sin perfilador

"Los labios siempre los delinearemos con un lápiz de labios, ya que con el paso del tiempo pierden definición", indica la experta, que recomienda evitar usar brillo labial para que no se salga del labio y recurrir en su lugar a algún bálsamo para hidratar.

Labios muy oscuros

Por otro lado, el color de labios que utilicemos también es importante. "Los colores que utilizaremos tendrán que ser muy similares al tono del labio, para que quede siempre en armonía con la edad", explica la maquilladora. "Es mejor no usar colores muy oscuros o rojos para evitar los cortes o que el labial te pueda jugar malas pasadas al deslizarse entre las arruguitas", asegura.