¿Has pensado ya en recetas elegantes con las que sorprender a tus invitados? Tal vez te estés centrando más en los primeros o segundos platos, tanto de pescado como de carne. O quizá lo que realmente te motive sean los aperitivos y canapés para Navidad, mejor todavía si se hacen SIN COCINAR.
En cualquier caso, solemos buscar menús navideños que nos den poco trabajo y buenos resultados. La idea es poder disfrutar también de los mercadillos de Navidad, hacer manualidades navideñas en familia y, por supuesto, elegir los regalos de Navidad.
En esta ocasión te proponemos recetas de Navidad que se pueden congelar para que así ganes tiempo, evites el estrés de última hora e incluso puedas ahorrar en Navidad. Sí, sí, tal como estás leyendo. Y es que escoger este tipo de recetas te permite aprovechar ofertas en el supermercado, aunque sea con varias semanas de antelación.
¿Qué alimentos se pueden congelar una vez cocinados?
Si te has planteando la opción de congelar, pero todavía no tienes claro cuáles son los alimentos que admiten este tipo de conservación una vez cocinados, toma nota: sopa, cremas, albóndigas, canelones, estofados, lentejas, salteados y pollo, entre otros.
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¿Qué recetas de Navidad se pueden congelar?
Aunque lo ideal es consumirlo todo recién hecho, sea por falta de tiempo o por cuestiones económicas como te comentábamos antes, congelar es una buena opción pero no en todos los casos.
- Nunca caliente. La regla básica aplicable tanto a recetas de Navidad como a cualquier otra elaboración es que NUNCA congeles algo que está caliente. Así evitarás problemas de bacterias o con el propio electrodoméstico.
- Envases adecuados. Congela siempre en recipientes o formatos adecuados y específicos para ello. Si puede ser al vacío, mejor.
- Descongelación. Hazlo con tiempo suficiente y siempre en la nevera para no romper la cadena de frío.
- Cremas y caldos. Una opción estupenda para comer caliente sin pasarte todo el día en la cocina.
- Pescado y aves. Puedes congelar el pescado crudo pero no elaborado ya que pierde textura. Lo mismo pasa con las aves: si quieres adelantar trabajo, puedes rellenarlas y congelarlas directamente. Ya las asarás el día de la celebración.
- Pasta. Aunque la pasta en sí pierde textura al congelarse, la lasaña y los canelones sí que son una buena opción. ¡Solo te quedará gratinarlos en el último momento!
- Masas. Los bizcochos sí. La masa de galletas, también; bastará con darles forma y hornearlas. Hojaldres y pasta brisa, no.
- Rellenos. Absolutamente sí. Puedes elaborar y congelar pisto, salteados y sofritos. Las croquetas sin freír también funcionan bien. ¡Ganarás muchísimo tiempo!
- Que NO congelar. Patatas, huevo, mayonesa, pescados ya cocinados, foie o ensaladas.
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Recetas de Navidad que se pueden congelar
De la teoría a la práctica: aquí tienes varias recetas de Navidad que se pueden congelar en su totalidad o por partes. En cualquier caso, supone un ahorro en varios aspectos. ¡Buen provecho!