Después de un duro día de trabajo, llegas a casa agotada y con el estómago vacío dispuesta a atacar la nevera, la despensa o lo que se tercie. A esas horas y con ese hambre ,no hay quien se ponga a cocinar platos saludables o muy laboriosos. Lo que quieres es cenar cuanto antes para descansar, desconectar y reponer fuerzas.

¿Cómo solucionarlo? Por un lado, te aconsejamos que eches un vistazo al método batch cooking, un sistema por el que cocinas una tarde a la semana y te garantizas así la base para muchos platos de tu menú semanal. Por otro lado, te animamos a que eches un vistazo a las cenas que se pueden dejar preparadas con antelación. Las encontrarás al final del artículo.

¿Qué puedo comer para cenar?

Para cenar puedes comer lo que tú quieras ya que no hay ningún alimento literalmente prohibido. Ahora bien, lo ideal es que la cena sea ligera, aunque no escasa, sobre todo si quieres conciliar bien el sueño. También ten en cuenta que lo que cenes por la noche dependerá de tu actividad física y de los hayas comido a lo largo del día. 

Sopas, consomés, cremas de verduras, verduras salteadas, pescado al vapor, pollo a la plancha o huevos revueltos son opciones muy acertadas para cenar ligero.

¿Cómo es una cena saludable?

Una cena saludable es posible de preparar aunque estés poco inspirada, tal como demostraron en su día los expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard. De este modo, elaboraron una guía para elaborar comidas saludables y equilibradas, lo que conocemos como plato de Harvard.

La idea es tan sencilla como dividir un plato por la mitad y llenarla de verduras. La otra mitad, hay que dividirla de nuevo y dedicar un cuarto a las proteínas y el otro a los hidratos de carbono. 

A partir de ahí, puedes adaptar ese plato a tus necesidades y circunstancias personales. Ten en cuenta que la manera de cocinar los alimentos también es importante. No es lo mismo una patata cocida que una frita, o un filete de pollo empanado que a la plancha.

Trucos para dejar cenas preparadas

  • Planificar. Pensar el menú de comidas y cenas semanales puede serte muy útil para ganar tiempo en la cocina. Por ejemplo, si haces garbanzos para comer puedes utilizar los sobrantes para hacer una crema o hummus casero.
  • Ahorrar tiempo. A la hora de comprar, puedes ahorrar mucho tiempo en la cocina si compras legumbres ya cocidas, o carne, aves y pescados limpios y troceados.
  • Cocciones sencillas. A la plancha, al vapor, al microondas o al horno. No se trata solo de simplificar las tareas a la hora de hacer la cena, sino que también te asegures de que esta sea ligera, tanto para cuidar la línea como para poder dormir bien.
  • Verduras y hortalizas. Son perfectas para completar un plato. Ganarás tiempo si las compras limpias y troceadas, las tienes en conserva en la despensa o las congelas ya partidas y listas para consumir. ¡Te sacarán de más de un aprieto!

A continuación te proponemos varias cenas que se pueden dejar preparadas con antelación

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