Ya sea porque hayas cocinado de más a propósito, por un error de cálculo o porque alguien te ha fallado a la hora de comer, congelar los alimentos es siempre una buenísima opción que te ayuda a no desperdiciar nada por un lado, y a ahorrar un tiempo estupendo en la cocina por otro. A la hora de pensar en las cenas, poder contar con recetas caseras saludables es todo un lujo: prácticamente sacar del congelador y listo. Incluso en el caso de que a la receta le falte algún paso, por ejemplo freír unas croquetas, ya te habrás ahorrado el 90% de la elaboración.
¿Se puede congelar cualquier alimento? Como ya sabrás la respuesta es no, así que tendrás que tenerlo en cuenta para no llevarte una (desagradable) sorpresa. Te adelantamos que, por lo general, cremas, purés, caldos, albóndigas, pisto y croquetas quedan muy bien. Otros como el arroz y la pasta pierden algo de textura, pero por poder, se pueden congelar.
Congelar con seguridad
Congelar los alimentos es un método de conservación estupendo pero, como todo, hay que hacerlo bien para asegurar el buen estado de los alimentos. Aquí tienes unas pautas a tener en cuenta.
- Pensar a lo grande ayuda a ahorrar. Las piezas enteras salen mejor de precio. Si vas a hacer salsa de tomate, crema de calabacín, caldo o croquetas, aumenta las cantidades y tendrás para varias cenas.
- El sofrito, la estrella. Una de las elaboraciones más prácticas a la hora de congelar es el sofrito. De esta manera tan sencilla te aseguras siempre de contar con una base de verduras para un montón de platos como pasta, hojaldres, arroz o legumbres.
- Envases aptos. Táperes que cierren bien, papel de aluminio, bolsas de congelación zip, envasado al vacío... Escoge el que mejor se adapte tanto a tu electrodoméstico como a los alimentos en cuestión. Los moldes de aluminio te vendrán genial para todo aquello que quieras gratinar, ya que puedes hacerlo directamente en el horno sin sacarlos del recipiente.
- Nunca caliente. Al igual que haces con los alimentos que vas a meter en la nevera, es imprescindible esperar a que se enfríen aquellos que quieres congelar.
- Caducidad. Aunque congeles los alimentos, sé consciente de que así también tienen una caducidad con lo que procura utilizarlo antes de 3 meses.
- Descongelación. Al descongelarlo hazlo con tiempo suficiente para evitar utilizar el microondas. Lo ideal es que lo pases a la nevera y luego ya lo dejes a temperatura ambiente. Recuerda siempre que la textura siempre va a variar frente a una elaboración que nunca se haya congelado.