Tamara Falcó está en boca de todos. No importa el momento ni el porqué, que la marquesa de Griñón se ha erigido de un tiempo a esta parte en la más clara heredera de su madre Isabel Preysler. No en materia de lo material o las propiedades, sino en materia de notoriedad. En ser la cara visible de una familia mediática, por mucho que sus tres hermanos Iglesias o la pequeña Ana Boyer tengan también su parcela de exposición. Sin olvidar, claro está, que en realidad Tamara también forma parte de otra familia mediática: los Falcó.
Y es que, como bien recordarán aquellos que siguieron la trayectoria amorosa de la 'reina de corazones', ninguno de los hombres de su vida ha sido un cualquiera. Ahora bien, el único aristócrata que figura en el listado es Carlos Falcó. Su segundo marido tras separarse de Julio Iglesias, con el que conoció la libertad a pesar de que el divorcio llegase tan solo cinco años después de pasar por el altar. El intento fallido de una segunda oportunidad al amor del que nació Tamara, pero precedido por los hijos que tuvieron antes.
Hijos, en plural, porque en ambos casos llegó la 'influencer' a la vida de sus padres como parte de una familia numerosa. En el caso de Isabel, ella fue la cuarta, precedida por Chábeli, Julio José y Enrique. En lo que a Carlos respecta, la tercera. De su matrimonio anterior con la suiza Jeannine Girod nacieron su primogénito Manuel, marqués de Castel-Moncayo por herencia, y Alejandra. Conocida por todos como Xandra, y a pesar de que su hermana Tamara fue quien se quedó con el importante marquesado de Griñón tras fallecer el patriarca, es marquesa de Maribel.
Las Dos pérdidas que han marcado la vida de XAndra
Un título que, si bien no es poca cosa, no es quizás tan destacado o conocido como el que ostentaba su padre. En este caso, fue su abuela materna, Hilda Fernández de Córdova, quien se lo legó. Punto determinante para que el marquesado de Castel-Moncayo recayese en Manuel y el de Griñón en Tamara. Sea como fuere, en ningún caso significa esta diferencia en lo que a los títulos nobiliarios se refiere que la relación entre Xandra y su padre no fuese estrecha.
Porque estrecha lo era. Y mucho. No en vano luchó el marqués por su custodia y la de su hermano tras su primer divorcio. Tanto se querían como para que el 2020 se convirtiese en uno de los peores años de la vida de Xandra, pues fue entonces cuando Carlos Falcó falleció a los 83 años a causa del coronavirus. Sucedió en pleno auge de la pandemia, tras pasar el marqués varios días en el hospital de Toledo, y justo cuando las restricciones de movilidad como el confinamiento acababan de llegar a España para quedarse. Un golpe muy duro para ella y para el resto de sus hermanos que fue antesala de otros igual o más difíciles de gestionar en cuestión de meses.
Y es que si perder a un padre ya es una enorme faena, también lo es tener que despedirse de tu tío, y todavía más de tu marido. De forma repentina y ya siendo madre de tres hijas -Isabela, Camila y Blanca- Xandra enviudó el 2 de septiembre de aquel fatídico 2020. Jaime Carvajal Hoyos, marqués de Almodóvar del Río, consejero delegado del banco de Inversiones Arcano Partners de profesión y su marido desde hacía más de dos décadas, murió a causa de un fallo cardíaco a los 56 años. "Ese día el mundo se volvió del revés", confesó ella a 'Vanity Fair' un año después del deceso.
La responsable de seguir con el negocio familiar
Pero es que a pesar de los duelos, si algo ha demostrado Xandra es su inmarchitable voluntad de seguir hacia adelante por incontables que sean los obstáculos que se le presentan. Dicho y hecho, y a pesar de ya no contar con el respaldo de su progenitor, ha sido ella la encargada de ponerse al frente de las empresas vitivinícolas de la familia. Una forma de honrar el trabajo de su padre durante tantos años para la que, además, está muy bien preparada. A fin de cuentas, revisar su curriculum vitae demuestra que de gestionar negocios entiende un rato. No solo porque está formada en Marketing y Dirección de Empresas en Madrid y en centros tan reputados como Oxford o la Sorbona parisina.
También porque desde el año 2000 ya se encargaba de la dirección de la empresa familiar Pagos de Familia Marqués de Griñón, cuyo rendimiento mejoró notablemente desde que se incorporó ella al equipo. Entre sus últimos y más destacados logros e ilusiones, y con el recuerdo de que su marido fallecido fue "el principal impulsor" del proyecto, figura el lanzamiento de su vino en el 2021. Su propio vino, sí. El rosado XF Sierra Cantabria, producto con sus iniciales que vio la luz gracias a sus hijas. "Pero por qué vas a esperar, mamá (...). Tienes que seguir adelante. Con tu vida y con tus planes", le dijeron cuando la tristeza por haber perdido a dos personas tan importantes para ella se imponía. Aprendió la lección. Les hizo caso y siguió adelante. Por su padre, por su marido, pero también por ella.