La vida evoluciona sin parar. Cada día, nos enfrentamos a nuevos retos e ilusiones. Y cada etapa que vivimos tiene un significado muy especial. Ahora, Estefanía de Mónaco, una de las ‘royals’ más libres e inspiradoras de Europa, que siempre ha sido definida siempre como “la princesa rebelde”, acaba de cumplir 60 años y está disfrutando una nueva etapa vital donde podemos ver su faceta más amorosa.
Desde su juventud marcada por sus polémicos romances y sus inusuales pasiones, como la música y el circo, hasta su actual rol como abuela, la hija menor de Grace Kelly y el príncipe Rainiero III ha sabido mantenerse fiel a sí misma y a su fuerte carácter. Pero hoy día disfruta de una vida más tranquila y familiar, alejada del ruido mediático que definió su vida de joven, pero sin perder esa esencia tan personal.
Eso sí, podría ser la más rebelde, pero ha sabido combinar esa faceta suya, también con una tremenda implicación familiar. Aunque ha trabajado como cantante, diseñadora de moda e incluso en el circo, en esta nueva etapa su atención está centrada en su dedicación más entrañable hasta la fecha: el de abuela.
Una nueva etapa como abuela
Si bien Estefanía de Mónaco siempre ha sido una madre entregada con sus tres hijos, Louis Ducruet, Pauline Ducruet y Camille Gottlieb, el nacimiento de sus nietas ha sido un regalo inesperado y maravilloso, del que cada vez se muestra más orgullosa. Su hijo mayor, Louis, y su esposa, Marie Chevallier, le dieron su primera nieta, llamada Victoire, en abril de 2023, y el pasado diciembre, la familia se agrandó con la llegada de la pequeña Constance.
Dos niñas que han traído una nueva luz a la vida de la princesa y también una nueva responsabilidad que asume por completo. Además de su familia, la royal también está muy implicada con la conciencia y las causas sociales, por lo que su trabajo como representante de la corona monegasca se ha enfocado hacia estos temas: “Está en mi ADN. No soporto ver sufrir a la gente. Quiero ayudarla”, explicó ella misma en una entrevista en la revista francesa Gala hace unos años.
Una fotografía tremendamente cariñosa
En un gesto poco habitual en ella, Estefanía de Mónaco ha dado permiso para compartir una imagen privada en la que se la ve en su faceta de abuela, disfrutando de un momento cálido y familiar con su nieta. La instantánea, subida por su nuera Mariem, para celebrar el cumpleaños de la hermana de Carolina de Mónaco, contaba con el texto de “Feliz cumpleaños a la mejor suegra”, refleja la dulzura y complicidad que tiene la ‘royal’ con la recién llegada a la familia, Constanza, a la que da un biberón mientras mira con cariño.
Esta muestra deja claro que esta nueva etapa la ha llenado de una felicidad especial. Para quienes la han seguido durante décadas, verla en este papel es una demostración de cómo el tiempo la ha llevado a encontrar un equilibrio entre su espíritu aventurero y ser la mejor abuela. Esta imagen, que es una gran sorpresa, puesto que esta rama de la familia real monegasca no tiene por costumbre compartir sus momentos íntimos, significa no solamente un momento feliz para la familia, sino también para todos los admiradores de la hermana pequeña de Carolina de Mónaco que ha encontrado en su papel de abuela grandes momentos de felicidad.
Cumpleaños en su nueva vida
Si hay algo que define a Estefanía de Mónaco es su capacidad de reinventarse sin perder su esencia. A lo largo de su vida, ha demostrado que ser princesa no significa seguir un camino preestablecido.
Hace tan solo unos días, concretamente el 1 de febrero, la ‘royal’ cumplió 60 años y puso de manifiesto esta nueva y tranquila etapa vital en la que se encuentra. “Mientras que en sus años de juventud se embarcó en un viaje para descubrirse a sí misma, experimentó con numerosos trabajos apasionantes y se involucró en más de una historia de amor, ahora parece estar completamente absorta en la vida familiar”, explican en el diario Bunte.
A diferencia de otros años, cuando ella misma ha declarado que “Me encantan las grandes fiestas familiares en las que nos reunimos todos. Yo he creado eso con mis hijos”, explicó Estefanía de Mónaco, en esta ocasión el festejo fue íntimo, rodeada de su familia y sus amigos más cercanos.
Aunque no hubo grandes eventos públicos, se sabe que la princesa disfrutó del día con tranquilidad y mucho amor, y pasando momentos con quienes más quiere, sus hijos y sus nietas. Ahora, como abuela y cuando celebra la llegada de una nueva década, sigue siendo fiel a sí misma con su enfoque privado y familiar de su vida, pero también compartiendo sus momentos más especiales, demostrando que la verdadera felicidad está en vivir sin ataduras.