Escorpio como signo del zodiaco porque 20 de noviembre es el día de su cumpleaños. En este 2024, la fecha en la que Tamara Falcó alcanza los 43 años de edad en uno de los momentos más especiales de su vida. A fin de cuentas, es la segunda vez que los cumple como mujer casada, pues este mismo año ha celebrado también su primer aniversario de bodas junto a Íñigo Onieva. Ese amor que tanto dio -y da- que hablar, como todo lo que sucede en la vida de la marquesa de Griñón.
Y es que aunque no es la mayor de los hijos de Isabel Preysler, el tiempo ha bastado para demostrar que es ella quien recoge de entre los cinco el testigo de la 'reina de corazones' como la más mediática del clan. Un título que se nutre de su carismática personalidad, de su participación en programas de televisión y, por supuesto, de incontables anécdotas que quedan para el recuerdo. Véase la que en el año 2005, con una Tamara de solo 22 años, copó titulares de la crónica social.
Por entonces, la también hija de Carlos Falcó no preveía convertirse en protagonista de la actualidad rosa por algo tan delicado como un accidente de tráfico. El caso es que así sucedió, porque Tamara, que obtuvo su permiso de conducción en la célebre autoescuela 'San Cristóbal' de Cuenca, vivió un despiste al volante que le costó un buen susto. Sí, en la misma autoescuela donde otros tantos famosos como Laura Ponte, Martina Klein, Malú o Mar Saura hicieron sus cursos intensivos para aprobar a la primera. Lamentablemente, a Tamara no la salvó haberse estudiado las normas de circulación para ahorrarse este disgusto.
"Que no se entere mi madre", decía tras el choque
Eran las doce de la noche de un día de mayo y, como en tantas otras ocasiones, Tamara conducía su coche modelo Mini gris metalizado por las calles de la capital. Todo iba bien hasta que, de pronto, una ligera distracción le costó estrellarse. Además de forma literal y contra un establecimiento, porque en ningún caso fue el choque del vehículo de Falcó contra otro conductor. Para precisar, el parachoques del coche dio directamente contra la franquicia de las cafeterías Starbucks que se encuentra en la calle Fuencarral.
Afortunadamente, el momento del día en el que todo aconteció sirvió para que el local estuviese cerrado, de modo que no había nadie en su interior. Sea como fuere, y como se da cuando sucede algo así conduzca una 'celebrity' o una persona de a pie, la gente de alrededor se acercó rápidamente a socorrer a la 'influencer'. Entre ellos, testigos presenciales que por la época se pusieron en contacto con el programa 'Aquí hay tomate' y evidenciaron que Tamara se quedó totalmente en shock tras lo que acababa de vivir.
Según las personas que pudieron estar allí relataron al extinto formato de Telecinco, la marquesa rompió a llorar tan pronto como se dio cuenta de lo que había sucedido. Un momento de máxima angustia en el que solamente alcanzaba a decir "por favor, por favor, que no se entere mi madre" a las personas que estuvieron a su lado en el siniestro. Tanto los viandantes como el chico que la acompañaba, que se asumió era Alberto Comenge Barreiros, con el que mantenía una relación por la época. El caso es que su propósito era ocultarlo, cuando en este caso ya solamente su notoriedad bastó para que no solo Preysler, si no todo el país estuviese al tanto de lo que había ocurrido. También de que, como parte positiva, la joven dio negativo cuando se le practicó el protocolario test de alcoholemia.
Un segundo accidente en cuestión de meses
Para más inri, cabe destacar que tan sonrojante accidente no fue el único al que Tamara tuvo que hacer frente en el 2005. Solamente cinco meses después, a finales de septiembre, trascendió la noticia de que la hermana de Enrique Iglesias había sufrido una segunda colisión. De nuevo en Madrid y conduciendo un coche modelo Mini gris metalizado, aunque con la luz del amanecer en el horizonte.
Esta vez fue sobre las seis y media de la mañana, mientras regresaba a casa y termino empotrando su vehículo contra una mediana de la confluencia de la avenida de Pablo Iglesias con la calle Reina Victoria. Afortunadamente, de nuevo resultó ilesa, aunque sí se hizo saber en los medios de comunicación que volvió a sufrir un ataque de nervios. Es por eso que tuvo que ser trasladada en una unidad del Samur al hospital Puerta de Hierro, donde se le trató la crisis de ansiedad al revivir este evento traumático.