No solo por 'socialité' e 'influencer' se conoce a Tamara Falcó. De un tiempo a esta parte, la hija más mediática de Isabel Preysler se ha convertido también en una imprescindible de los espacios televisivos más célebres. Véase su participación semanal en 'El Hormiguero', donde colabora desde hace años como una de las protagonistas de las tertulias de los jueves. Charlas en las que ella, el matrimonio formado por Juan del Val y Nuria Roca, y la periodista Cristina Pardo, comentan los temas más jugosos y virales de la actualidad.
Un espacio en el que, además de haber tiempo para tratar lo que sucede en el mundo de forma distendida, la charla con Pablo Motos también da pie a que los contertulios se abran sobre su faceta personal. Siempre que quieran, tanto la marquesa de Griñón como sus compañeros de mesa saben que tienen la palabra para contar anécdotas personales. Con todo lo que hacerlo supone para Tamara, siempre en el foco de la atención mediática por temas como su reciente matrimonio con Íñigo Onieva o el proceso que está viviendo para intentar convertirse en madre.
El caso es que no son solo aquellos detalles sobre su relación con el socio del restaurante Casa Salesas los que llaman la atención de la audiencia. Reseñables también todas aquellas vivencias familiares que relata, pues la suya no es una estirpe cualquiera. Desde tradiciones cotidianas de su madre, hasta aquellas que afectan de forma directa a sus cuatro hermanos. A veces con algún reparo para aportar toda la información para que ni Chábeli, ni Julio José, ni Enrique, ni Ana, se disgusten. No obstante, Motos sabe bien qué tecla tocar para conseguir tirarle de la lengua. Es así como, de nuevo, ha terminado por airear un momento privado de lo más embarazoso.
La confesión que afecta a una de sus hermanas
Situación vergonzosa que afecta, además, directamente a una de sus dos hermanas. Fue durante la emisión del programa de Antena 3 del pasado 3 de octubre cuando la ganadora de 'MasterChef Celebrity' sacó a relucir este asunto sobre el que, de primeras, no tenía intención alguna de hablar. Con la sección ya comenzada, Pablo Motos planteaba a los colaboradores que narrasen alguna historia divertida en hoteles. ¿Qué tan sorprendente reveló Tamara al respecto?
Después de escuchar los relatos de sus compañeros, la hija de Carlos Falcó aseveraba, con expresión seria, que "yo no quiero contar la anécdota de la salamandra". Un incentivo que fue más que suficiente para que el presentador insistiese para que lo hiciera, pero al que se resistió... Hasta que lo contó todo. O casi todo. Se dejó algún detalle para evitar riñas entre hermanas, pero cedió y reveló que todo sucedió cuando "una hermana mía y yo estábamos en una playa de Bora Bora". En tan idílico enclave, recibe "un zarpazo" de ella, que le dice entusiasmada "mira, mira, ahí hay un 007".
Sí, Tamara y su hermana, sin concretar si era Chábeli o Ana, se toparon con uno de los actores que había interpretado al agente secreto de 'Misión imposible'. Algo que les hizo especial ilusión y, tras perseguirlo por todo el hotel, consiguieron hacerse sus amigas. No sabían lo que vendría después, pues cuando su hermana "ya había entablado una conversación con él, una salamandra le hizo caca en la cabeza". Situación de esas en las que uno piensa 'tierra, trágame', pero que le ha valido las risas de los presentes y de la que, por suerte, ningún familiar ha quedado del todo expuesto.
Las otras historias de los compañeros de Tamara Falcó
Para tranquilidad de Tamara, es evidente que ni ella ni su hermana, fuese la mayor o la pequeña, son las únicas que han tenido experiencias de lo más curiosas mientras se alojaban en un hotel. Para muestra, las historias que los otros participantes de la tertulia expusieron en la previa a su relato, empezando por Juan y Nuria.
El escritor fue quien hizo saber a todos que tanto él como su mujer saben mucho de hoteles, pues "empezamos a vivir en un cuarto de hotel de 11 metros", sin saber que el amor cuajaría tanto como para seguir juntos hoy díay aunque entonces "nadie daba nada por nuestra relación y nosotros, en realidad, tampoco". Por su parte, Cristina Pardo no tuvo reparo en admitir cómo se lesionó los dedos en un hotel durante un viaje de Estado a China y Japón. Un momento nada propicio para dolencias, pero que como al resto de tertulianos, le ha dejado una anécdota imborrable para el recuerdo.