“Es una mujer muy observadora y empática”. A Sandra Cerro, experta en grafología, no le cabe ninguna duda cuando echa un vistazo a la letra de la infanta Elena, la personalidad que, desde CLARA, le pedimos que nos analice. Algo en lo que también coincidió cuando tuvo delante las firmas de Leonor y de doña Sofía.
Sin embargo, con Elena, destaca la enorme naturalidad y sencillez de la persona cuya letra tiene delante. “Se trata de una personalidad natural, muy llana y espontánea, que se muestra tal cual es, tal y como la vemos, sin fingimientos. Se nota que trata de controlar un poquito sus impulsos y sus pasiones, tratando de poner cabeza y razón para que sus emociones no se descontrolen demasiado. Esta contención puede generarle, a veces, ciertos altibajos”.
La infanta Elena, una mezcla de su padre y de su madre
Siempre se ha dicho que, de los tres hijos de Juan Carlos, Elena era la más borbona. Siempre cerca de su progenitor y muy ligada a su tía Pilar, quien también compartía una personalidad muy parecida al mérito y a la primogénita de este.
De estos tres miembros de la familia real siempre se ha destacado su enorme cercanía, ¿quién no ha escuchado alguna vez eso de "¡Juan Carlos muy campechano!”? Pues a su hija mayor le ocurre igual.
“Es abierta, comunicativa, socializa con facilidad y puede ganarse a los demás haciendo alarde de su naturalidad y de un sutil e inteligente sentido del humor”, desvela Cerro, como una de las grandes habilidades sociales de la infanta Elena.
Pero no todo van a ser rasgos heredados de su progenitor. En ella también hay mucho de la reina Sofía. Como por ejemplo, la enorme empatía que presentan.
“Parece estar pendiente de todo lo que sucede a su alrededor y, en su interior, bulle una enorme sensibilidad que hace que todo le afecte mucho. Vive las cosas con mucha intensidad. En sus letras, esto se observa especialmente en la ligera irregularidad de tamaño y en la vibración de sus letras”.
Cuando hablamos con Cerro sobre la letra de la madre de Elena, también nos contó que la reina era una mujer tremendamente sensible y que debía hacer verdaderos esfuerzos por no dejarse llevar por su gran empatía. Sabemos que la reina es una gran amante de los animales, una cualidad que quizás le viene dada debido a esta forma de ser. "La escritura de la reina emérita sorprende por su alta carga de emotividad", aunque, desvelaba que esta "nunca se va a dejar llevar por sus impulsos sin reflexionar previamente sobre las posibles consecuencias de sus decisiones o acto".
Pero no conviene llevarse a engaños, que sea natural y empática no la convierte en alguien débil. Nada más lejos. “En su letra se representa un puntito de orgullo personal y autoconfianza”. Sandra Cerro descubre esto en la manera en la que Elena hace resaltar su nombre por encima del resto del texto, haciendo la firma en un mayor tamaño y en “la altura sobrealzada de sus mayúsculas, en las líneas finales y en su nombre”.
El gran punto débil de la infanta Elena
Ya sabemos que es natural, empática, con altísimo amor propio, pero, además, Elena presenta una enorme tendencia a la irritabilidad. Lo sabemos. Quienes contemplaron su enfado cuando alguien de la prensa la llamó “Elena” en lugar de “doña Elena”, saben bien de lo que habla, esta característica menos amable de su forma de ser que, cómo no, también queda reflejada en su escritura.
“La presencia de algunos arponcillos en los extremos de algunas letras nos habla de ciertos tintes de irritabilidad”, nos indica la experta en grafología. “Puede ser muy maja y campechana, pero, cuando le tocan sus puntos flacos, puede ser bastante incisiva, irritable e incluso mordaz”. Aun así, tal y como asegura la experta, “no parece una persona de enfados fáciles”, y destaca su capacidad de adaptación; otra de sus grandes virtudes que, sin duda, le ayuda a mostrarse flexible y a demostrar una absoluta resiliencia.
Para Sandra Cerro, esta es de las grandes fortalezas de Elena. Cuando su padre tomó la determinación de autoexiliarse en Abu Dabi, vivió uno de los peores momentos de su vida. Se iba de su lado su gran asesor y confidente, ¿qué sería de ella sin sus recomendaciones? Se tuvo que adaptar a la fuerza. Pero esto no quita para que, siempre que tiene ocasión, viaje hasta su lado para así disfrutar de un tiempo de calidad padre e hija.