Con una agenda por delante cargada de visitas institucionales en Roma, la reina Letizia y el rey Felipe comenzaron su visita por el país mediterráneo por la puerta grande: reuniéndose con la Asociación de Hispanistas italianos con motivo de su 50º aniversario. Y, como no podía ser de otra forma, a la que apodan "la reina de la moda" volvió a demostrar una vez más su fabuloso estilo en este tipo de acontecimientos.
Letizia no decepcionó con su primer look nada más pisar la capital italiana. Tras unas semanas vistiendo tonos oscuros, la reina de España lució por primera vez un look total white con pantalones rectos, en blanco y con raya en medio, y una chaqueta con corte clásico, que combinó con complementos brillantes. Sin embargo, el look que más estábamos esperando era el de la cena de gala de esta noche, y esta ha sabido estar a la altura.
Un look que ha conquistado a todas las miradas
El encuentro con los anfitriones, Sergio Mattarella, presidente de la república, y su hija Laura, que ejerce de primera dama tras el fallecimiento de su madre, ha tenido lugar en el Palacio del Quirinal, residencia oficial del presidente. Nuestros Reyes ha seguido de manera estricta el protocolo requerido, pero aportando grandes dosis del maravilloso estilo al que ya nos tienen acostumbrados.
Sin embargo, hay algo que ha destacado por su ausencia: la falta de tiara de la reina Letizia. Y es que, si bien todos estuvimos barajando qué tipo de tiara elegiría para la cena de gala (son siete, nada más y nada menos), la reina de España ha sorprendido a todos decidiendo no ponerse ninguna, a pesar de haberla llevado en otras ocasiones en viajes de Estado. ¿El motivo? Muy sencillo: Italia es una república y la reina no ha querido llevar ninguna de sus preciadas tiaras, siguiendo una vez más el ejemplo de la reina emérita Sofía, quien hace años tomó la decisión de no llevar ninguna diadema de las joyas de pasar en países no monárquicos.
A esto se le suma que, a pesar de que el protocolo indica que deben vestir con una etiqueta estricta, no son necesarias las joyas de gran valor como los barrocos collares que poseen algunas casas reales. En este caso, Letizia, como de costumbre, ha preferido lucir piezas elegantes, sencillas, clásicas y nada extravagantes.
Siempre habrá más cenas de Estado donde volver a ver a la reina luciendo la conocida Tiara de Flor de Lis, o la Tiara Floral de Mellerio (su preferida), la de Cartier o incluso la que le regaló el rey Felipe en 2006, pero hoy, Letizia ha "brillado" sin necesidad de corona.
Y es que, sin duda, este ha sido uno de los looks más clásicos y sofisticados que ha llevado la reina Letizia. Si bien pensábamos que iba a seguir con los estilismos en blanco con los que sorprendió al aterrizar en Roma, ha preferido volver a los tonos neutrales y serios para su cena de gala con el presidente de la República italiana y su hija.
Para la esperada ocasión, ha confiado en Max Mara, siguiendo con el estricto protocolo que indica que las mujeres deben ir de largo, con un vestido (de 639 euros) compuesto por un cuerpo sin mangas confeccionado en georgette de seda pura y falda de envers satén brillante cortado al bies. A esto se le suma un drapeado en la parte superior con los hombros como protagonistas, con la tela delantera en tul con efecto de transparencias, añadiendo con ello volumen al diseño.
Para los complementos, como hemos dicho anteriormente, en esta ocasión la reina no luciría ninguna de sus preciadas tiaras, pero a pesar de su falta, ha sabido complementar a la perfección el look con las pulseras gemelas de Cartier, las cuales forman parte del llamado "lote de pasar" y unos pendientes de la firma suiza De Grisogono, en forma de lágrima colgante (un estilo que suele llevar la reina).
Por último, pero no menos importante, como no podía ser de otra forma, el maquillaje natural con un poco de rojo otoñal en las sombras de ojos y en los labios ha sido el broche perfecto a un total look más que asombroso.
siempre con los mejores looks del momento
Esta cena de gala no ha sido la primera en la que Letizia nos deja sin palabras. Si bien tiene un largo recorrido con este tipo de eventos, la reina hizo gala de sus estilismos reales en el Palacio Real de Ámsterdam, donde con su increíble look reflejó cómo el lujo no tiene por qué estar atado a lo ostentoso, luciendo un vestido de cobalto de The 2nd Skin Go y llevando la Tiara Rusa, la pieza de Cartier realizada en platino, perlas y diamantes más increíbles de su colección.
Y es que, de todas las cenas de Estado donde Letizia ha dejado claro que sabe qué elegir en cuanto a moda protocolaria, la visita al palacio de los anfitriones Guillermo y Máxima de Holanda, fue una de las más comentadas y aplaudidas por el público español amante de la moda, el buen gusto y la realeza.
Por supuesto, tampoco podemos olvidar la cena de gala que tuvo lugar en el Louvre, ofrecida por el Comité Olímpico Internacional (COI), donde, además de los reyes de España, también asistieron Alberto y Charlene de Mónaco, Federico y Mary de Dinamarca y Felipe y Matilde de Bélgica, entre otras casas reales. En el evento, Letizia volvió a destacar con un impresionante diseño de Dior (aprovechando el plan francés) que pasará a la historia como uno de sus mejores looks. Y es que, se trata de un vestido de Alta Costura Primavera-Verano 2024 de la firma de lujo francesa, creada por Maria Grazia Chiuri y su equipo, de forma artesanal.
El conjunto en sí estaba formado por un top negro con escote halter, bordado con flores en lamé dorado desteñido y una falda larga con silueta en A. Un conjunto que sin duda causó furor en su momento y que por supuesto, quedó en los registros de la moda como uno de los looks más aplaudidos de la reina Letizia.