Sucedió cuando Leonor comenzó el Bachillerato Internacional y ahora es la infanta Sofía la protagonista del mismo escenario. Desde que el pasado agosto de 2023 comenzase la benjamina de Zarzuela sus estudios en el Reino Unido, el interés por conocer cómo es su día a día en el extranjero es máximo. Tanto o más que cuando era su hermana la que se instaló en el prestigioso UWC Atlantic College de Gales, pues de la pequeña se hace público todavía menos. Todo controlado, o esa es la intención.

La intención que vendría a ser exigencia, pues es uno de los requisitos que Casa Real impone al centro académico durante la estancia de la infanta del mismo modo que lo hizo con su primogénita. Nada de compartir imágenes de su tiempo en aulas, actividades u otros eventos de ocio que puedan darse entre los estudiantes a menos que se trate de algo concreto y consensuado. Una consigna simple, pero difícil de cumplir en unos tiempos en los que el teléfono móvil con cámara es una extensión del brazo de cualquier adolescente.

Y es que Sofía, como cualquier chica de su edad, se hace fotos. Prueba de ello quedó en la graduación de su hermana o en su paso por París con motivo de los Juegos Olímpicos este mismo verano. En ambas ocasiones, la nieta de don Juan Carlos se prestó a tomarse un 'selfie' con miembros de su familia. Algo que al parecer también hace con sus amigas de Gales, con la convicción de que esas instantáneas no verán la luz... Pero no siempre es así. Para muestra, la imagen que hace un año se difundió en la red y que ha traído gravísimas consecuencias a su autora.

Una fotografía que pudo provocar la expulsión del Atlantic College

Una autora que se sobreentiende es amiga de la hija menor de los Reyes, ya que basta con revisar la imagen compartida en el perfil de Instagram @leonorysofiaaltezasreales. Imagen de la imagen en la que, con motivo del diecisiete cumpleaños de la infanta, una de las jóvenes que reside junto a ella en el internado optó por felicitarla de forma pública en sus redes sociales. Nada mejor para hacerlo que una fotografía juntas, frente a un espejo, y con algo tan ilustrativo como el texto 'Sofia day'. Es decir, "el día de Sofía".

Aunque en ningún caso se ha llegado nunca a confirmar que ella sea verdaderamente quien aparece en la estampa, otro comentario de esta chica que optó por saltarse las normas impuestas por Felipe VI y Letizia resultaba aún más delator. 'Such a shame I can't post your face', que en español significa "es una lástima que no pueda enseñar tu cara". Blanco y en botella: no puede enseñar su rostro porque está prohibido desde arriba. Sea como fuere, y aunque la 'fotógrafa' en cuestión no quebrantó esta norma, su acción no quedó impune.

Foto prohibida de Sofía en Gales
@leonorysofiaaltezasreales

Así lo ha apuntado la revista 'Semana', aludiendo a que capturar este momento tan bonito y natural entre las amigas le habría salido caro a la responsable. Al parecer, y tal y como refiere el citado medio, "tal fue el escándalo que la amiga de la infanta Sofía incluso se jugó la expulsión". Afortunadamente, parece que todo quedó en una advertencia para evitar que un hecho así vuelva a darse. No haber llegado a enseñar la cara de la joven podría haber sido el punto decisivo para que la compañera de la infanta pudiese seguir con sus estudios en el Atlantic College.

La 'blindada' vida de Sofía en Gales, entre música y turismo

Aunque con la 'Leonormanía' en auge desde que la heredera cumplió la mayoría de edad, la curiosidad por conocer más sobre la rutina de Sofía en Gales está ahí. Sobre todo teniendo en consideración que permanecer allí le permite estar 'blindada' a más no poder y son poquísimos los detalles que trascienden al respecto. Pocos, que no nulos, eso sí. Sin ir más lejos, recientemente se ha hecho saber, también desde el perfil @leonorysofiaaltezasreales, que la infanta prefiere la calma a la fiesta 'Shosh', donde acuden muchos de sus compañeros de clase. Ella, por contra, opta por el 'Hideout', un plan con "música tranquila, snacks y juegos de mesa".

Lo anterior, además de prestarse a hacer turismo, pues el centro pone a disposición de ella y el resto de estudiantes internacionales todas las facilidades para que en los fines de semana puedan visitar y conocer ciudades cercanas. Una opción perfecta para seguir aprendiendo del lugar que ahora es su hogar y que en cuestión de meses abandonará, una vez que finalice esta etapa académica.