Desde que "hoy no era el día" hasta que son unos "asesinos". Sería demasiado largo reproducir todas y cada una de las protestas, proclamas, insultos e incluso agresiones con las que Felipe y Letizia tuvieron que lidiar el pasado 3 de noviembre. Fue el pasado domingo cuando los Reyes tomaron la determinación de, tras varios días después del desastre, visitar la zona cero de la catástrofe natural que ha dejado a Valencia en una situación deplorable. Y no, la ciudadanía no se lo puso nada fácil.

Porque a su llegada a Paiporta, acompañados del presidente del Gobierno central Pedro Sánchez y el president de la Generalitat valenciana Carlos Mazón, no les esperaban solamente el barro y los escombros. En las calles de esta, una de las localidades más afectadas por la DANA que ha azotado a la Comunidad Valenciana y otras tantas regiones de la península, los vecinos se habían hacinado. Dispuestos a mostrar su indignación con las autoridades tras sentirse desamparados, hasta el punto de lanzar objetos y fango a los presidentes y Sus Majestades.

Un clima de máxima crispación que terminó derivando en una 'huida' a marchas forzadas de Sánchez, incapaz de seguir en el lugar que abandonó con el coche destrozado por la furia de los vecinos. No obstante, la entereza y voluntad de permanecer del monarca y su mujer a pesar del enfado general resultó de lo más llamativa. Lejos de escapar, el Rey y su consorte se quedaron allí e hicieron frente a tan delicado escenario. Ese que terminó por dejar a Letizia rota. El que dejó imágenes que ya han dado la vuelta al circuito mediático e incluso sus excompañeras de profesión han comentado.

Hablan las excompañeras de trabajo de Letizia

Porque sin lugar a dudas, si algún miembro del matrimonio real tenía experiencia en contextos tan crudos esa era ella. La Reina, que antes de reinar y ser madre de la princesa heredera se labró un loable camino profesional como periodista. Una trayectoria nada desdeñable que le permitió conocer a algunas de estas tres mujeres con las que 'EL ESPAÑOL' se ha puesto en contacto. Testimonios de las que mejor la conocen, con las que incluso todavía mantiene un trato cercano. Son María Rey, presentadora de '120 minutos' en Telemadrid, Sagrario Ruiz de Apodaca, editora del Canal 24 Horas, e Inma Aguilar, con la que compartió redacción en CNN+.

Si en algo coinciden todas sobre la firme determinación de Letizia de quedarse en el lugar de la tragedia es que "no me ha sorprendido nada". También se unen para apuntar que no era algo premeditado, pues "ella sabe escuchar, es periodista, ha pisado el terreno" y "era imposible que se marchara de allí". Instantáneas que marcan un antes y después en su paso por la Casa Real que, según apunta María Rey, "habríamos visto a esta Reina antes si no hubiésemos perdido tanto tiempo en los zapatos". Una forma de ironizar sobre el modo en el que son gestos en los que "resulta tremendamente empática" como este los que demuestran más allá de la frialdad asumida.

Letizia
Gtres

"Si alguna vez pareció fría fue porque se protegió de críticas machistas y clasistas", señala también Rey, que se refiere a la nuera de Juan Carlos I como "perfeccionista" e "hija de una familia de clase media, con orígenes humildes" que "entendía que le podía haber pasado a ella". Es por eso que en su cara, "bastante legible" según Inma Aguilar, las lágrimas tomaron el protagonismo porque "estoy segura de que estaba tratando de contenerse, pero no pudo". 

Una implicación sincera que bebe de su profesión

Este desastre natural ha servido para que las que antaño fueron sus aliadas en el oficio de la información pongan en valor todo lo recorrido. Sea para hacer retrospectiva o para apostillar que la actitud de Letizia "no es postureo", como dice Rey. "Ella hizo ese tipo de directos, viajó a la guerra, estuvo en el 'Restige'... Le salió algo muy periodístico (...). No pensó en nada, se dejó llevar", dice Aguilar, mientras que Sagrario Ruiz de Apolaca recuerda que "cuando era compañera nuestra, le tocó cubrir emergencias, ponerse las botas, el mono y mancharse de chapapote".

Y no, en ningún caso creen que haya inconsciencia en este gesto tan comentado, pues según Sagrario "fueron allí sabiendo lo que podía ocurrir"  y sin temor a "asumir críticas" de los ciudadanos indignados. Todo en el marco de un compromiso que, tanto sobre ella como sobre Felipe VI, bebe de "la tarea que tienen por delante". Siempre alabando esos discursos de "extraordinaria capacidad" en el caso de Letizia, difíciles de encontrar "en el resto de monarquías europeas" y que entroncan con el inmarchitable deseo de la Reina de no despegarse "de su mundo anterior". De permanecer en contacto con la realidad de las calles.