No es novedad. Lleva años haciéndose. Letizia, a la hora de firmar, realiza el mismo trazo que su suegra y antecesora en el cargo. La reina Sofía lleva años dibujándolo cada vez que firma y aún lo mantiene. Este subrayado es mucho más que una simple costumbre que Leonor también ha heredado. ¿Pero qué significa? ¿Por qué lo hacen siempre?
Desde CLARA nos hemos puesto en contacto con la experta en grafología y perito calígrafo Sandra Cerro para hablar sobre la letra de algunas de nuestras royals, y esta nos ha desvelado qué significa esta señal tan característica de nuestra Casa Real
El ‘pedestal’ del nombre
“Se trata de un emblema de protocolo”, nos dice sobre ese subrayado imprescindible que se sitúa debajo de cada nombre. “Todos los miembros de la Casa Real firman solo con su nombre y con ese pequeño ‘pedestal’ debajo, que refuerza el reconocimiento”.
Sandra Cerro, además, habla del refuerzo del “ego” que supone este simple gesto. Y es que la línea es mucho más que un trazo sin importancia, puesto que eleva a la persona y refuerza su valor tanto dentro como fuera de la institución. Una distinción que no pretenden ni esconder ni enmascarar, mostrándola de manera orgullosa.
Muchos de los miembros de la Familia Real, además, acompañan a su firma de su cargo. Esto es, tanto Felipe como Letizia, a continuación del pedestal, añaden una R, que les señala como Rey y Reina. Por su parte, Leonor, debajo de la consabida línea, escribe “Princesa de Asturias”, mientras que su hermana Sofía hace lo mismo, pero apuntando que es “Infanta de España”. Un gesto que también realizan tanto Elena como Cristina en sus firmas actuales.
Una firma en transformación
Mientras que miembros como las hermanas de Felipe VI no han cambiado su rúbrica, otros como Letizia ha tenido que adaptarse al devenir de su posición. Su primera firma, la de una periodista, era clara y sin florituras. Letizia Ortiz Rocasolano. Todo escrito de la manera más legible posible. En 2004 se enfrentó al primer cambio en la morfología de esta, desprendiéndose de sus dos apellidos para pasar a ser, simplemente, Letizia.
Como señalaba Cerro, los miembros de la Familia Real solo emplean su nombre de pila a la hora de dejar estampada su marca, por lo que la comunicadora, cuando se casó con el heredero al trono, tuvo que modificar la manera de escribir su nombre, al que cambió sus apellidos de nacimiento por la nueva coletilla que le acompañaría los siguientes 10 años, “Princesa de Asturias”.
Otra rúbrica que también se ha visto modificada es la de los reyes eméritos. Sofía ya no se pone la R, y deja su nombre seguido de un punto y de la fina línea que la lleva acompañando toda su vida, puesto que antes que consorte fue princesa de Grecia.
¿Qué otros miembros de la familia del Rey lo hacen?
Echando la vista atrás, y revisando felicitaciones navideñas de otros miembros de la familia de Felipe, como su hermana Elena y los hijos de esta, uno descubre cómo los jóvenes también acostumbran a subrayar su nombre.
Hay que recordar que ellos no ostentan ningún cargo de representación dentro de la Corona y solo son primos de la heredera y sobrinos del actual jefe de Estado. Pero nada más. Aun así, estos, desde bien niños, siempre han acostumbrado a remarcar sus nombres, siguiendo la tradición vista en casa.
Este caso, tal y como señalaba la grafóloga, obedecería a remarcar el ego de los veinteañeros, que dejan claro cuál es su procedencia, aunque realmente no les corresponda este emblema de protocolo.
¿Se hace en otros países?
Si nos fijamos en firmas de otras reinas como Máxima de Holanda o Camilla de Inglaterra, de nuevo, volveremos a ver el pedestal. En el caso de la primera, de igual modo que los españoles, solo usa su nombre de pila, pero no refuerza la rúbrica, añadiendo ninguna letra que la designe como consorte de la Corona.
Otras, como Mary de Dinamarca, prefieren desprenderse del subrayado, algo que también hace su marido, aunque, en este caso, sí que hay una R que indica su rango.
Con resaltado o sin él, lo que sí que comparten todos los miembros de las diferentes monarquías es su negativa a la hora de firmar autógrafos. "Se trata de una regla que siguen todos los 'royals', ya que se considera una práctica de riesgo, puesto que la firma podría ser falsificada y utilizada ilegalmente", nos reconoció la experta en protocolo y etiqueta María José Gómez Verdú.
"Lo siento, no me dejan hacer eso", acostumbra a decir Carlos III cuando alguien le pide un autógrafo, una máxima que el resto sigue a rajatabla. Tampoco veremos a una Letizia parándose a firmar, algo que, desde bien pequeña, ha aprendido Leonor. Felicitaciones de Navidad, libros de visita y poco más, nunca escritos de prisa y corriendo por la calle. Les pondría en peligro a ellos y a la institución.