Un ciclo que está a punto de cerrarse, y que cuyo broche de oro llegará como siempre con el final del año. En el caso de la familia real británica, de una forma muy simbólica en este 2024, pues no será esta una de esas temporadas que se olvidan fácilmente. Desde primera hora del mes de enero, los miembros de una de las estirpes de referencia han tenido que afrontar una etapa muy compleja marcada por los baches de salud. Y en el centro de todas las miradas: Kate Middleton.
Aunque coincidió con el anuncio del cáncer de Carlos III y la preocupación ya era palpable, el estado de la princesa de Gales terminó por acaparar la mayoría de la atención por el secretismo que imperaba desde la institución. Hubo que esperar hasta el 22 de marzo para que fuese la propia nuera del Rey quien compartiese con el mundo que ella también padecía un cáncer. Una enfermedad cuyo tratamiento la mantendría alejada de la primera línea hasta el pasado septiembre, cuando volvió a dar la cara para exponer que la dolencia había remitido y no debía pasar por más ciclos de quimioterapia.
Y a pesar de que lo está haciendo de forma muy progresiva y con pies de plomo, siguiendo todas las pautas de los facultativos, la duquesa de Cambridge ya ha regresado a la vida pública. Un retorno ansiado y alentador que constata su mejoría y que semana tras semana se reafirma con nuevos actos. Eventos de la agenda oficial que, como de costumbre, se fijan ya a semanas vistas, hasta el punto de que el palacio de Kensington ha comenzado a organizar qué harán los príncipes en un mes tan especial como lo es diciembre. El mes más emotivo. El de la Navidad.
El plan de Kate Middleton para las fechas navideñas
Pese a que desde el inicio del otoño se ha sabido que Kate estaba atendiendo compromisos oficiales como reuniones privadas y algunos encuentros en palacio, hubo que esperar hasta este mismo noviembre para volver a verla como parte de un acto solemne de la Corona. De este modo, su presencia en el Día del Recuerdo junto a otros miembros de 'La Firma' marcaría un punto de inflexión en este convulso año cuyo cierre ya se auspicia ocupado. Y es que la Casa Real ya ha anunciado su primer plan navideño.
De acuerdo con la información disponible, la princesa heredera consorte podrá cumplir con una de las citas más esperadas del calendario 'royal' el próximo viernes 6 de diciembre. Como hace desde que el evento se creó hace cuatro años, la nuera del soberano volverá a ejercer de anfitriona del concierto anual de villancicos 'Juntos por Navidad' que se celebra en la Abadía de Westminster. Esta vez, con artistas a la altura de Paloma Faith u Olivia Dean. Una "congregación de 1.600 personas" a la que, según se apunta desde los canales de comunicación de Westminster Abbey, "se unirán miembros de la Familia Real y otros rostros reconocibles".
Todo en el propósito de demostrar "cómo el amor puede ayudar a otros a prosperar" cuando la intención entronca más que nunca con lo vivido en el seno de palacio en los últimos meses. Así pues, de nuevo estará acompañada por su marido Guillermo durante el evento, cuya grabación se emite el día de Nochebuena tras la introducción en la que, en formato de vídeo, también la propia Kate presenta el concierto.
Además, también se prevé la asistencia de sus tres hijos: el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis, que el año pasado ya estuvieron al lado de su madre. Tampoco faltaron en la última edición su hermana Pippa Middleton -junto a su marido- u otros 'royals' como Beatriz y Eugenia de York o Sophie de Edimburgo, erigida en una de sus más fieles escuderas tras ver la luz su conversación privada durante la jornada del pasado 10 de noviembre.
El regreso de la princesa, cada vez más asentado
Si bien es cierto que Kate ha querido dejar claro en todo momento que no tiene intención de correr y que lo más importante es su salud, ver cómo su agenda oficial comienza a volver a ser la que era es un soplo de serenidad. Una forma de dibujar ese regreso tan esperado y cada vez más asentado, con trazo preciso y demostrando que la esposa del heredero sigue firme en su voluntad de cumplir con sus obligaciones.
Siempre con la mejor predisposición y sin perder su inmarchitable sonrisa, y tratando de cubrir un tupido velo que deje en el cajón de los recuerdos este trance que, sin lugar a dudas, ha marcado un antes y después en su vida.