Se dice de la juventud que es tesoro divino. Tiempo para no dar demasiadas explicaciones, entregarse a las experiencias y dar rienda suelta a los sentimientos. Dejarse llevar, al fin y al cabo. Pero no, no todas las juventudes son iguales. Las hay tantas como personas hay en el planeta, con la particularidad de que crecer bajo la atenta mirada del ojo público dista mucho del sosiego asumido. Para muestra, la etapa vital que ahora atañe a Leonor de Borbón. Siempre aconsejada por Felipe VI, su padre, que conoce de buena tinta la complejidad del asunto.

Cabe destacar que cuando era el actual soberano el que estaba inmerso en los primeros años de la adultez las cosas eran inexorablemente distintas. La facilidad para blindar lo íntimo de la Familia Real era mayor, pues la información no circulaba con la rapidez contemporánea. Eso sí, en ningún caso quedó el Rey exento de estar en boca de todos. Fuese por su educación, sus modales, la relación con el resto de miembros del clan... O por sus amores. Esos amores que, incluso antes de cumplir la mayoría de edad y todavía en la adolescencia, ya suscitaban mucho interés. Porque antes de Sartorius, Sannum o Howard, hubo hueco en el corazón de Felipe para otra mujer.

Felipe VI
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La primera mujer que ocupó el corazón de Felipe VI

Y en realidad, más que mujer era todavía una niña. Al menos si se revisa la edad, pues la chica de la que el entonces Príncipe de Asturias quedó prendado, solamente tenía diecisiete años cuando aconteció este idilio 'teenager' tuvo lugar. Un idilio desconocido por muchos y que durante tiempo quedó en el rincón más recóndito del baúl de los recuerdos de sus protagonistas. Corría el año 1983 y Victoria Carvajal y Hoyos, la susodicha, tampoco era una extraña entre los seguidores de la Corona. Lo que no todos sabían es que, más allá de su amistad con las infantas Elena y Cristina, conocía muy bien a Felipe.

Tan bien lo conocía como que fue su primer amor, a pesar de que ella era dos años mayor y aunque antes de llegar a ese punto de conexión entre ellos ya existía una muy buena amistad. A fin de cuentas, Victoria es hija de Jaime Carvajal y Urquijo, marqués de Isasi y buen amigo de la infancia de Juan Carlos I, pues juntos se formaron en el colegio de Las Jarillas. De ahí que las dos familias estuviesen tan unidas, hasta el punto de coincidir durante sus vacaciones de verano en Mallorca. Además, los niños de las dos parejas estudiaban en el Santa María de los Rosales. El pretexto ideal para que se forjara esta unión.

Victoria Carvajal
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Una unión que fue real, tal y como lo apuntó Isabel de Hoyos, la madre de ella, en declaraciones para 'LOC' en 2014, en las que hablaba de "un noviazgo de jóvenes" sin mayor importancia. Sin importancia porque no llegó a prosperar, claro está. De nada sirvió la genealogía aristocrática, porque el destino no quería que cuajase. Algunos se atrevieron a decir que el motivo habría sido que desde Zarzuela no aceptaban la profesión soñada de Carvajal, que paradójicamente era la de periodista. "No es cierto, Su Majestad no despreció a mi hija, yo le tengo muchísimo cariño", desmentía también Isabel en conversación con el medio antes citado.

Separada y madre orgullosa: así es la vida actual de Victoria

Cuando en septiembre de 1984 se marchó Felipe a Ontario, en Canadá, para estudiar su curso preuniversitario en el Lakefield College School, sus caminos se separaron. Después vendría la instrucción militar y al tiempo su complicado 'affaire' con Isabel Sartorius. Mientras, Victoria apostó por viajar a los Estados Unidos y cursar la carrera de Economía y Políticas en la Universidad de Nueva York. Y al volver a España, ella también se volvió a enamorar.

Bruno Entrecanales y Victoria Carvajal
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Bruno Entrecanales Domecq, hermano del presidente de Acciona, se convertiría en su novio, hasta que en 1995 formalizaron su relación entonando el 'sí, quiero'. Fue el 15 de junio de aquel año cuando el municipio mallorquín de Valldemossa acogió el suyo, un enlace para el recuerdo, pues a la cita no faltaron ni doña Sofía, ni Elena, ni Cristina, ni el propio Felipe. Con él permaneció casada unos tantos años, y antes de la separación llegaron al  mundo Carlota y Victoria, sus dos hijas en común, que como Leonor ya son mujeres adultas y la enorgullecen allá donde van.

No deja de resultar llamativo que la profesión definitiva de Victoria haya terminado siendo el periodismo. Como ella soñaba, y la misma que ejercía Letizia, la actual esposa del Rey, antes de aterrizar en la Familia Real. Ya en 1990 escribía para 'El País', donde se mantendría durante muchos años a excepción del periodo en el que se vio obligada a parar su actividad profesional por el cáncer que padeció y del que pudo curarse. En los últimos tiempos también ha dejado su particular rastro de artículos de opinión en otros medios como 'The Objective'.