Llega uno de los momentos con más compromisos del año. Cada vez que llegan las fiestas navideñas tenemos que reunirnos con compañeros de trabajo, amigos o familiares para festejar juntos y despedirnos del año que dejamos atrás. Algunos de estos encuentros nos llenan de alegría, pero otros, y dependiendo de quiénes sean las personas con las que hemos quedado, pueden convertirse en un auténtico engorro.
Pero este año Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton han dejado muy claro que van a dejar los formalismos y protocolos atrás y no van a pasar tiempo, ni siquiera un minuto, y menos de forma pública, con un miembro de la familia real británica, cuyo comportamiento ha sido tremendamente polémico durante los últimos años. Tras este duro año, no están dispuestos a que haya más negatividad en su vida.
Dan así un paso adelante poniendo un “cordón sanitario” a su relación, y a su imagen pública, dejando claro que no quieren pasar tiempo con un controvertido miembro familiar, que ha estado salpicado en varios asuntos turbios, inmorales e ilegales. Los jóvenes siguen configurando así, y dejando muy claras sus líneas rojas, sobre cómo será la Casa Real Británica cuando ellos tomen el poder en el futuro.
Controvertido familiar
Aunque durante mucho tiempo ha parecido que el miembro más polémico de la familia era Harry, por su abandono de la Casa Real y su traslado a Estados Unidos, con los que ha cortado lazos con su familia. Pero lo cierto es que hay alguien aún más polémico, y el foco de la controversia recae en otro miembro de la familia que sigue generando titulares: el Príncipe Andrés.
Parece que en Navidad, con la excusa del buen rollo y las tradicionales reuniones familiares, pasamos por alto muchos detalles o comportamientos que no compartimos del todo. Pero esto se ha acabado con los Príncipes de Gales, que este año han decidido apartar por completo de su agenda al Príncipe Andrés, tras la serie de implicaciones en actos inmorales e ilegales en los que se ha visto involucrado durante los últimos años. Desde entonces, Andrés ha mantenido un perfil bajo, pero su presencia sigue siendo un tema controvertido dentro de la familia real y entre el público.
El adiós al “tío Andrés”
Y es que ha sido un caso tremendamente polémico el que ha vivido el hermano del rey Carlos III de Inglaterra. Hace unos año un juzgado de Estados Unidos lo declaró culpable de estar implicado en el caso de Jeffrey Epstein, que era amigo del aristócrata.
Las acusaciones de Virginia Giuffre, quien afirmó haber sido víctima de abuso por parte del príncipe cuando era menor de edad, se formalizaron. En ese mismo momento, y mientras su madre, Isabel II, estaba aún viva, la Corona Británica, le retiró todos los títulos oficiales y pasó de ser representante de la institución, a simplemente un familiar sin galones.
Desde entonces, su presencia alrededor de la familia real es cada vez menor. Aunque lo hemos podido ver vinculado a las propiedades de la Familia real, se ha intentado apartar su imagen de los miembros principales de la Familia Real. Pero en esta Navidad, se ha reforzado aún más este llamado “cordón sanitario” sobre todo por los más jóvenes, Guillermo y Kate Middleton.
Y es que, según se ha podido saber, no va a estar invitado de ninguna de las maneras a las festividades, eventos y compromisos que se realizan en el Palacio de Sandringham durante toda la Navidad, donde los Príncipes de Gales son los anfitriones.
Es por eso que el Príncipe Andrés no va a estar presente en los días especiales de la corona, ni en Nochebuena, ni en el servicio religioso que cada año se celebra el día de Navidad, ni en las celebraciones posteriores vinculadas con el año nuevo. Esta exclusión no es solo una decisión personal, sino también un reflejo de los esfuerzos por proteger la imagen de la monarquía.
Es una forma más de intentar separar la esfera familiar de la esfera profesional, que es imposible de desvincular emocionalmente, pero que públicamente, y a nivel de protocolo, sí se puede compartimentar. El rechazo hacia el Príncipe Andrés no solo proviene de su propia familia. La opinión pública en el Reino Unido ha sido implacable, con encuestas que muestran un abrumador deseo de que Andrés sea completamente excluido de los asuntos reales.
La “defensa” de Sarah Ferguson
Ha habido poca gente capaz de defender el caso del Príncipe André, y, aunque él ha repetido en muchas ocasiones que o era cierto, la condena en firme del juzgado americano no puede ser rebatida. Ni su hermano, ni nadie de la corona ha querido entrar en la polémica. Pero sí ha habido alguien que ha alzado su voz como apoyo al Príncipe Andrés: se trata de su exmujer Sarah Ferguson.
La británica concedía a la diario británico ‘The Sunday Times’ con algunas frases que mostraban su disposición a estar al lado de quien fue su pareja, y que, aunque se divorciaron en el 1996, siguen siendo buenos amigos. “No voy a dejarle caer nunca. Él me apoya tanto como yo le apoyo a él. Me ha apoyado en las buenas y en las malas, no solo en el matrimonio o el divorcio. Es el mejor, un gran hombre con un gran corazón y muy amable”, declaraba.