Hay uniones que pueden ser incluso más poderosas que la familia, la pareja o incluso la amistad, como por ejemplo, el apego que siente una mujer a su firma o diseñador favorito. Esta conexión es más que palpable cuando hablamos de las ‘royals’, que configuran su imagen y sus estilismos siempre apostando por creadores que refuerzan su esencia, y, por supuesto, también sus valores.
A lo largo de las diferentes casas reales europeas encontramos diversos casos emblemáticos, como la tradicional admiración de la reina Letizia con nombres como Felipe Varela y Lorenzo Caprile, el apoyo incondicional de Máxima de Holanda al belga Edouard Vermeulen o el argentino Benito Fernández o la pasión de Mary de Dinamarca por los diseños de Zimmermann y Soeren Le Schmidt.
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Como no podía ser de otra forma, lo mismo ocurre con Kate Middleton, una de las mujeres mejor valoradas en cuanto a estilo a nivel internacional y que siempre está impecable. Por supuesto, la joven apuesta por firmas británicas, pero ha habido un hombre, y una firma homónima que sigue su estela, la que ha encumbrado a la ‘royal’ a posicionarse como la mejor vestidas en algunos de sus eventos más importantes.
La firma favorita en los BAFTA
La Princesa de Gales ha convertido la firma británica en una de sus aliadas más fieles. Aunque también utiliza algunas de sus piezas, como increíbles abrigos de paño en eventos diurnos, lo cierto es que cuando más brilla su unión con esta firma es en los eventos de gala a los que acude Kate Middleton, y especialmente en los Bafta, donde ha recurrido a esta firma en diversas ocasiones.
Fue en su primera gran alfombra roja tras su matrimonio, en el mismo año 2011, cuando la inglesa deslumbró con un vestido lila de Mcqueen, fluido y etéreo, que dejó claro que la sencillez y la elegancia serían sus señas de identidad. Comenzó así a configurarse su enfoque de la moda y sobre todo, el mito fashionista en el que se ha convertido a lo largo de los años.
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La Princesa de Gales ha recurrido a esta firma en dos ocasiones más en estos premios cinematográficos, convirtiéndose así en “el hombre” que más la ha acompañado a estos galardones aparte de su marido. En los BAFTA 2019 Kate Middleton eligió un vestido blanco de un solo hombro, con detalles florales y tremendamente chic y glamoroso.
Este vestido, además se ha convertido en una reivindicación de la moda responsable y consciente porque, años después, concretamente en 2023, la princesa volvió a escogerlo para pisar la misma alfombra, en esta ocasión, añadiendo unos guantes negros.
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Además, la inglesa ha lucido diseños de la firma también en el año 2017, cuando lució un precioso vestido con fondo negro y estampado de ramilletes florales, o en 2020, con un vestido claro y luminosos, en blanco y dorado, de inspiración malasia.
Alexander McQueen, el mito y la marca
Para los expertos en moda, el escocés Alexander McQueen es considerado como uno de los mejores y más creativos diseñadores del siglo XX. Su clara apuesta por mezclar conceptos tan radicales como la historia, el feminismo, la guerra, el futuro, el deseo o la depresión a través de sus desfiles lo ha encumbrado como un genio creativo cuyas piezas han protagonizado exposiciones o los mejores momentos de las alfombras rojas de eventos tan importantes como la Gala del MET.
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Justo esta semana, el pasado 11 de febrero, se cumplieron 15 años de la trágica muerte del diseñador en Londres. No hay evidencias de que Kate Middleton conociera personalmente al diseñador, pero sí de que admira su legado y sobre todo, apuesta por apoyar su marca homónima que continuó tras su fallecimiento. Pero para seguir con su estela y su visión, la marca británica siguió viva manteniendo el mismo nombre y pasando a manos creativas de la que fue su mano derecha durante años, Sarah Burton. La unión de la creativa británica y la ‘royal’ ha sido más que palpable desde entonces, creando algunos de los mejores looks que ha lucido la Princesa de Gales.
La firma de su vestido de novia
Pero la firma Alexander McQueen no es solamente relevante en el armario de la ‘royal’ por acompañarla a los eventos de gala más virales, sino que también se encargó de diseñar el que será, quizá, el vestido más importante de su reinado: su vestido de boda con Guillermo de Inglaterra.
El 29 de abril de 2011, millones de ojos estaban puestos en la boda real entre el príncipe William y Kate Middleton. Sin embargo, más allá del evento histórico, uno de los mayores protagonistas del día fue el vestido de la novia. Diseñado por Sarah Burton, tan solo un año después de la muerte del creador, que asumió la dirección creativa de la firma Alexander McQueen.
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Confeccionado en satén de color blanco roto y con delicados detalles de encaje, el diseño recordaba el glamour de épocas pasadas mientras mantenía una estética atemporal. Con un toque real, pero sin ser demasiado pretencioso. En él se conjugaron a la perfección los conceptos de tradición y modernidad, convirtiéndose en uno de los vestidos de novia más icónico de las ‘royals’ europeas. Lo que comenzó con un vestido de novia pronto se convirtió en una relación de confianza con Sarah Burton, quien ha sido la artífice de muchos de los atuendos más icónicos de la princesa que siempre refleja ese estilo british pero completamente actualizado.
La ausencia de Guillermo y Kate Middleton de los BAFTA
Lamentablemente, este año no podremos ver a Kate Middleton luciendo un vestido de esta firma, ni de ninguna otra, en la alfombra roja de los Premios del Cine Británico, ya que se ha comunicado que los Príncipes de Gales no asistirán a la ceremonia por atender compromisos personales. Aunque se esperaba que este evento marcara el regreso de Kate a los actos nocturnos tras su tratamiento contra el cáncer, la Casa Real británica ha confirmado su ausencia sin dar más detalles. Según la experta Kate Mansey, la decisión se debe a que coincide con el inicio de las vacaciones escolares, y los príncipes prefieren dedicar ese tiempo a sus hijos, dejando claro su nuevo enfoque vital tras superar uno de los años más difíciles para la familia.