No son pocas las veces que se ha referido desde la crónica real a la buena relación que tenía Letizia con su abuela paterna. En esa insistente -e incesante- revisión del pasado de nuestra Reina, en aquellos años en los que todavía tenía una vida 'corriente', la figura de Menchu Álvarez del Valle se vuelve clave. Sobre todo en lo que a la faceta profesional se refiere, puesto que siempre se ha referido a ella como una de las responsables de su vocación periodística.
A ella y a su hijo -y por ende padre de la consorte de Felipe VI- Jesús Ortiz, ambos dedicados desde jóvenes al mundo de la comunicación en un sendero que su nieta quiso seguir. Con la particularidad de que no solamente venía de ellos dos esa herencia de intereses. Ese gusto y voluntad por contar historias, que a fin de cuentas fue para lo que se formó y se convirtió en su trabajo hasta que el Príncipe de Asturias se cruzó en su vida. Ese gusto que también venía de su tía abuela.
Marisol Álvarez del Valle, conocida también como simplemente Marisol del Valle, la hermana menor de Menchu, también tenía una trayectoria reseñable en el oficio. Incluso más que su hermana, pues la pequeña logró dar el salto a la radio nacional mientras la abuela de Letizia siempre se dedicó a locutar a escala autonómica. El caso es que no es el suyo un perfil conocido por todos. Y eso que de un tiempo a esta parte pareciera que la propia Marisol "reclama su sitio".
Del presente al pasado, cuando fue pionera en la radio
No hay que viajar demasiado lejos en el tiempo para dar con esas apariciones que hacen virar la narrativa. Apariciones, eso sí, enmarcadas en los compromisos familiares, pues es en ese tipo de eventos donde se ha dejado ver la tía abuela de Letizia cuando se cumplen más de tres años desde que la abuela Menchu falleció. Véase la presentación del libro de Robert Gavin Bonnar, marido de Telma Ortiz, el pasado mayor. O la boda de su nieto Víctor Elías con Ana Guerra. O, también por Víctor, la reciente presentación de su libro 'Yo sostenido. Historia de un juguete casi roto'.
Marisol no ha faltado a la cita, como tampoco lo hizo cuando era su 'sobrina nieta' la que invitaba formalmente a algunos de los acontecimientos más destacados para la Familia Real. Sin ir más lejos, la hermana de su abuela estuvo presente en días tan señalados como el bautizo de su hija Leonor en el 2006, así como fue una de las personas que habló -en el 2007, en Logroño- tras el abrupto fallecimiento de Érika Ortiz, la hermana pequeña de la Reina. Épocas que, en lo personal, eran para del Valle los últimos coletazos de una vida entera dedicada a los medios.
Sobre todo a la radio, que pareciera ser el ambiente predilecto de las hermanas ovetenses, pues ambas hicieron carrera allí. En el caso de Marisol, y por discreta que haya sido su participación en la primera línea mediática, de una forma de lo más exitosa. Y es que si bien ella soñaba con ser locutora, no pudo evitar convertirse en una de esas periodistas de la época en la que ser periodista ni siquiera podía estudiarse. De ahí que, junto a otras mujeres pioneras en las ondas como Lola Agulló o Josefina Carabias. Su trabajo al frente de 'Todas las noches, sorpresa' -un espacio en directo y con público desde el teatro de la calle de Hilarión Eslava que duraba más de cuatro horas- solo fue un punto de partida de todo lo que vendría.
Llegó a ser profesora de la nieta de su hermana
Porque no le faltaron proyectos en los que trabajar. Entre ellos, los programas 'Estudio 15/18', 'Clave de sol' o 'Telón de fondo', que fue el último. Después, dejaría RNE y llegaría su faceta como docente, convirtiéndose en socia del Instituto de Especialistas en Periodismo Audiovisual junto a Marisol Tomás por el que pasaron caras muy conocidas del mundo de la comunicación. Desde Sandra Golpe, la actual presentadora de los informativos de Antena 3, hasta la mismísima Letizia Ortiz.
Además, cuando Letizia Ortiz era solamente Letizia Ortiz. Una jovencísima periodista que quería complementar su formación en la Universidad Complutense de Madrid tomando clases en el centro cofundado por su tía abuela. Sin saber que terminaría por convertirse, dado su prematura incursión en la televisión, en uno de los reclamos de la escuela para comunicadores. Lo recordó María del Mar López Talavera en declaraciones para 'Vanity Fair', asegurando que al ir al IEPA para informarse sobre los cursos disponibles tuvo la oportunidad de hablar con la madre de Leonor y Sofía.
"Me contó -sobre su trabajo en 'Bloomberg' por entonces- que era muy sacrificado, que la hacía vivir al revés del mundo porque entraba de noche y por eso no podía ni ir al supermercado. Pero también que era apasionante y que si me gustaba, apostara por ello". Una forma de presentarla como caso de éxito sobre lo que la propia Marisol Tomás, la otra socia de del Valle, apuntó que "todos se fijaban en ella (...). Todos lo hacían bien, pero ella llamaba la atención".