Entramos en la lujosa casa de Carlos Sobera y su mujer Patricia Santamarina en Madrid: luz natural, vestidor de cuento y jardín con piscina infinita

Carlos Sobera está de enhorabuena porque siguen sumando proyectos a su apretada agenda profesional. A su ya más que consolidado rol como conductor de las incombustibles 'First dates' de Cuatro se añadiría ahora una nueva oportunidad en el mundo 'reality' de la mano de 'Gran Hermano Dúo'. El formato de convivencia con parejas de famosos será su nuevo reto en lo  laboral para el 2025, tal y como ha podido avanzar 'Yotele'.

Una grandísima alegría para el vasco, que puede presumir de estar en uno de los momentos más boyantes de su carrera, y eso que no son pocos los años que lleva formando parte de la industria audiovisual. Suficientes para ser todo un experto en la materia, además de para saber cuanto importa también encontrar ratos para descansar y desconectar. En su caso, con la suerte poder hacerlo en una espectacular casa de diseño en una de las urbanizaciones más lujosas de Madrid. ¡Nos colamos en ella!

De la luz del salón y la cocina al vestidor más original

Y es que basta con echar un ojo a las publicaciones en redes sociales del propio Carlos para ver que no le falta detalle al hogar en el que convive con su mujer, la abogada Patricia Santamarina, su hija en común Martina y Arianna Aragón, hija nacida de la relación anterior de Patricia con Rody Aragón.

Véase el amplísimo salón que por estas fechas el matrimonio ya ha decorado debidamente para las fiestas. Un espacio cálido y muy luminoso rodeado por las cristaleras que dan a la zona exterior, y en el que los tonos neutros del sofá y los muebles se rompen solo con los colores vivos de elementos decorativos como cojines o velas.

Gama cromática que queda mucho más limitada en la cocina, aunque en ningún caso es símil de austeridad. Porque como el resto de la casa, la cocina de Carlos y Patricia es moderna y entiende de primeras calidades, combinando el blanco en las encimeras laterales y en una isla central -donde se ubica la vitrocerámica- con espacios para el almacenaje en tonos oscuros.

Un juego de contrastes que en el caso del baño, señorial y elegante, nos sitúa en la moderna diferencia entre el blanco de un lavamanos elevado -con espejo redondo en la zona superior- con los revestimientos en mármol. Material resistente y duradero que, además, da un extra de originalidad al espacio.

E igual de original es su dormitorio, de nuevo con el minimalismo y lo neutro en contraste con lo oscuro por bandera. Todo en harmonía entre los elementos, desde los cuadros decorativos y el amplio cabecero de la cama hasta una lámpara en el lateral. ¿Y el toque de color? En las sábanas, en combinación de morados con dibujos estampados. 

Evidentemente, no es Carlos el único que comparte los entresijos de su hogar con los internautas. En su perfil personal, su mujer Patricia también hace partícipes a los usuarios de la red de algunos rincones casi oníricos de esta casa. Es el caso del vestidor, una de las joyas del hogar, donde guarda sus prendas, zapatos y bolsos, organizados en unas ventanas acristaladas. El fondo de estas, revestido en naranja y con un sistema de retroiluminación, nos invita a viajar al pasado y recordar las tendencias retro.

El jardín, un oasis con piscina de ensueño en medio de la urbe

Como suele suceder cuando se trata de chalets de estas características, la magia no se limita al espacio interior. De ahí que tanto Carlos como Patricia, así como las dos jóvenes que completa su núcleo familiar, expriman al máximo el exterior de la vivienda. ¡No es poca cosa!

Comenzando por las grandiosas zonas verdes, perfectamente cuidadas para constituir un jardín de cuento, en el que el césped no es más que la base para que árboles y pequeñas palmeras lo convierten en un auténtico oasis de tranquilidad en medio de la urbe.

Un amplísimo terreno que no se queda en lo natural, puesto que también está perfectamente ideada la zona de terraza que conecta directamente con las grandes cristaleras. Con porche, una mesa y algunas cómodas sillas, creando un 'chill out' en toda regla.

Y es precisamente esa la zona que conecta directamente con la que es la mejor parte del jardín: la piscina. Una de esas 'infinity pools' -o piscinas infinitas, en la traducción del neologismo- que se convierte en paraíso cuando el calor del verano aprieta. Para muestra, todas las instantáneas que en el estío se toma allí Arianna Aragón, demostrando que es este sin duda uno de los lugares favoritos de toda la parcela.