En ningún sitio se está como en casa, rezaba una clásica película de fantasía. A miles de kilómetros de Oz, seguro que un mítico periodista de Telecinco está pensando lo mismo. Si no, que se lo digan a José Ribagorda que este fin de semana ha comunicado que abandona la cadena en la que ha trabajado durante años para emprender un nuevo camino. Ahora tendrá más tiempo para dedicar a sus hobbies, como es la cocina, en su espectacular casa rústica.
El reconocido periodista durante todos estos años no solo ha destacado por su trayectoria profesional en los medios de comunicación, sino también por su pasión por la comunicación y por compartir el buen vivir a través del estómago. Su casa rústica es un fiel reflejo de su estilo donde la historia da la mano a la creatividad mezclando elementos rústicos, clásicos, piezas antiguas y una imprescindible conexión con la naturaleza.
José Ribagorda y su mujer, Loles Silva
Aunque es uno de los rostros más conocidos de la historia de la televisión, poco conocemos de la vida privada del mítico periodista vinculado a los fines de semana de Mediaset, pero gracias a las redes sociales donde él mismo comparte su día a día y sus pasiones, hemos podido descubrir, junto a todos sus seguidores, algunos de los rincones más especiales de su curioso hogar que seguro que te sorprende.
Un refugio rural
José Ribagorda, que ahora mismo cuenta con 63 años, siempre se ha caracterizado por su afabilidad. A pesar de su porte serio, como se presupone del presentador de informativos, siempre tenía una pátina de sencillez y cercanía. Su personalidad se veía en cada una de las ediciones del fin de semana de Mediaset.
Ahora, hemos descubierto que esta personalidad afable es una de las señas de identidad del periodista madrileño. Este hogar es un refugio que conecta con las raíces, un lugar donde se celebra la tradición sin renunciar a las comodidades modernas.
Desde el momento en que se atraviesa la puerta principal, la casa de Ribagorda transporta a otro tiempo. Lo demuestra también el enfoque tan característico de su “refugio” en plena naturaleza. Su casa rústica, enclavada en un entorno idílico, es un tributo a la vida tranquila, a sus pasiones y a la pasión por los detalles.
Las paredes de piedra natural, los suelos de barro cocido y las vigas de madera a la vista crean una atmósfera cálida y acogedora. Con una base tradicional y clásica, se añaden muchísimos elementos personales y que refuerzan la forma de ver la vida del periodista.
Un salón como un “museo” castizo
El salón es uno de los espacios más característicos de la casa, con una gran chimenea y pintado en tonos ocres, vemos que el ladrillo visto y la madera son las grandes protagonistas en zonas de la pared, como los lados de la chimenea, o grandes vigas. Tiene una esencia muy clásica y tradicional, un poco regia, sin perder la esencia rural.
Destaca muchísimo que, como parte de la decoración, las paredes están adornadas con varios objetos, como si de un museo se tratara, como placas o medallas enmarcadas colgadas en la pared, aparentemente de metal dorado y con detalles en relieve; un reloj de pie de madera oscura con detalles dorados en la esquina.
Además hay varios objetos más pequeños que parecen herramientas o artículos decorativos muy clásicos, incluyendo lo que parece ser parte de un reloj de sol o un instrumento de medición similar a un astrolabio.
Hay también candelabros de hierro forjado colgado del techo. Sin duda, todos estos objetos reflejan por completo la pasión por la historia del periodista. En general, la atmósfera es acogedora y nostálgica, con una sensación de historia y recuerdos personales.
La cocina llena de detalles
La cocina de Jose Ribagorda es un espacio que refleja su pasión por la gastronomía, puesto que durante años ha llevado un proyecto paralelo de comunicación donde nos ha mostrado cómo se cocinan algunos platos racionales poniendo en valor las materias primas clásicas. Pero si pensamos en un “influencer gastronómico” lo último que nos viene a la mente es el diseño de la cocina del periodista. Este espacio no solo es el lugar donde Ribagorda experimenta con recetas, sino también donde las comparte con el mundo entero.
Vemos una cocina tradicional, con muebles en madera oscura y una encimera de madera. Aunque tiene azulejos beige hasta media pared, y las zonas superiores están pintadas de rosa y gris, descubrimos que es muy complicado ver la pared, puesto que cuenta con varios muebles colgados para aprovechar el almacenaje.
Los gabinetes de madera oscura, con puertas de celosía, muestra una gran variedad de utensilios de cocina e ingredientes como especias. La encimera está llena de más utensilios y artículos varios, como ingredientes de la receta que prepara el periodista, mostrando cierto grado de desorden, lo que demuestra que es una cocina muy vivida y familiar.
Espectacular jardín
La casa de Jose Ribagorda también dispone de un gran jardín. El protagonista del jardín es, sin duda, la gran mesa de azulejos pintados a mano. Este rincón, rodeado de naturaleza, se convierte en el lugar ideal para reuniones familiares y cenas al aire libre. Un detalle que no pasa desapercibido es la variedad de plantas que adornan el espacio, desde macetas de barro con geranios hasta pequeños arbustos aromáticos
Por supuesto, el espacio cuenta con una gran piscina rodeada de zonas de césped donde descansar. En el patio, también dispone de una zona techada, rodeada con celosías llena de plantas, que el periodista ha convertido en un lugar perfecto para cocinar. Además, vemos que tiene algunas zonas con flores que alegran el paisaje. La casa está rodeada de campo, donde se pueden ver algunos árboles olivos. Sin duda, un espacio perfecto para descansar y vivir esta nueva etapa fuera de la televisión.