La familia real británica interesa. Y mucho. No en vano la acuñan la mayoría de cronistas de la realeza como la más poderosa del mundo, que no es poca cosa. El clan Windsor, 'La Firma', ha sido objeto de incontables análisis. Y libros, y series. Es innegable que la dinastía reinante en el Reino Unido suscita curiosidad más allá de sus fronteras, incluso ahora que el reinado de Isabel II es historia y las cosas han cambiado radicalmente en el seno de la estirpe. Traspiés incluidos.

Son tiempos de Carlos III, pero sería mentir no poner en valor la figura de su primogénito. El príncipe Guillermo es una de las figuras clave de la monarquía, pues no deja de ser la figura en la que recaerá el peso de la institución en el futuro próximo. Junto a él terminará ascendiendo al primer escalafón de la Corona también Kate Middleton. Sea como fuere, por ahora se mantienen como príncipes de Gales, el título que Guillermo ostenta desde el 9 de septiembre de 2022, el día posterior al fallecimiento de su abuela. Por ende, Kate es consorte. Pero, ¿están de acuerdo con todo lo que su posición implica?

Kate Middleton y Guillermo
Gtres

La parte que a Guillermo Y Kate no les gusta de ser príncipes

Siempre que se hace una lectura externa del universo 'royal' se dan por hecho los privilegios, la pompa, las audiencias grandilocuentes y los actos más rimbombantes. Una vida de lujo y sin comodidad alguna que pudiera resistirse a los que, por mero ius sanguinis, han terminado entre los férreos muros de palacio. Sea como fuere, y aunque resulte difícil de interpretar para algunos sectores, no es oro todo lo que reluce. Porque los príncipes también tienen por qué padecer.

No hay más que echar un vistazo al annus horribilis que terminó siendo el 2024 para el clan, afectado por el cáncer que padece el Rey, pero también por el que se le diagnosticó a la princesa. Kate Middleton se vio obligada a retirarse de la primera línea para poder tratarse, pero su ausencia antes de dar explicaciones provocó un estallido de la rumorología. El precio a pagar por estar en la esfera pública, la cara menos buena de la notoriedad. Esa notoriedad que, en realidad, no interesaría en demasía a ella y a Guillermo.

Kate Middleton y Guillermo
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Prueba de ello quedaba en las recientes declaraciones que Jason Knauf, extrabajador del palacio de Kensington, donde ejercía como secretario de comunicación del matrimonio, ofreció en una entrevista para el programa '60 Minutes Australia'. Y es que, de acuerdo con su experiencia, así como partiendo de que todavía mantiene un trato cercano con el príncipe, tiene muy claro que "no les interesa tanto la fama y la celebridad que su posición conlleva". Por no interesarles, "no les interesa en absoluto", refirió. No sin antes dejar claro, que más allá de esto, sí que sienten un enorme compromiso con su trabajo en la institución. Cosa de "su fuerte sentido del deber".

Más datos reveladores aportados por el exasistente Knauf

Precisamente en este mismo espacio de la cadena australiana Nine Network fue donde Knauf desveló también algunos detalles desconocidos acerca de cómo se vivió en palacio la enfermedad de Kate. Datos reveladores, sobre todo teniendo en consideración el hermetismo con el que se ha tratado el cáncer de la duquesa de Cambridge, siempre velando por su privacidad y serenidad hasta que el pasado septiembre pudo, por fin, retomar sus funciones públicas.

La cuestión es que el relato de Jason aludía más bien a Guillermo, quien además de estar al lado de su mujer en todo momento, también ha sufrido. Así se lo demostró a su exasistente en una llamada telefónica que él mismo recordaba como "horrible". "Eres el príncipe Guillermo y en pocas semanas te enteras de que tu mujer y tu padre tienen cáncer. No me lo podía creer", exponía, para después sentenciar que, sin lugar a dudas, esa fue "la vez que peor lo he visto".