No está siendo un final de año agradable para la Casa Real de Noruega. En estas fechas en las que se aproximan las fiestas navideñas, poca cosa celebrarán en el palacio de Skaugum a pesar de los intentos desesperados por aparentar normalidad. Por algo tan sencillo como que lo que está sucediendo no solo no es normal, sino que es muy grave. Marius Borg, el primogénito de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha vuelto a ser detenido. Esta vez, acusado de violación.
Fue hace escasos días cuando la noticia de que "el hombre de 17 años es sospechoso de haber mantenido relaciones sexuales con una persona que estaba inconsciente o incapaz por otras razones de oponerse a este acto". Así lo hizo saber el comunicado emitido por la policía noruega, que a pesar de lo peliagudo del asunto, no ha sorprendido teniendo en consideración lo sucedido en los últimos meses. Eran dos ya las detenciones que lleva el hijastro del príncipe Haakon a sus espaldas, primero por una agresión a su expareja en un apartamento de Oslo, y después por saltarse la orden de alejamiento de la víctima que se le había interpuesto.
Un escenario de lo más complejo para el único hijo de la nuera de Harald V que nació fuera de su matrimonio con el príncipe heredero. Ese que, evidentemente no está contemplado dentro de la línea sucesoria, pero que cada vez se aleja más de la figura de su madre a pesar de los intentos por forjar una familia unida. En nada quedan las disculpas de Marius tras este último comunicado, así como sus intenciones de rehabilitarse de sus adicciones en un centro de desintoxicación. Y mientras tanto, su madre, tratando de mantenerse ajena a la vorágine, se ha puesto manos a la obra en un intento desesperado para acallar la vergüenza.
Mette-Marit da un paso al frente tras la tercera detención
Porque si formar parte de la realeza cuando se ha sido plebeya ya puede resultar suficientemente difícil, los actos de su hijo se lo están complicando todavía más a Mette-Marit. La princesa ha intentado en todo momento mantener la compostura a pesar de cuan delicado es lo que está pasando en Noruega, e incluso ahora que se sabe que la policía la quiere interrogar en el devenir de sus pesquisas. En cualquier caso, evita ahondar en el tema en público, nada más que pidiendo respeto y comprensión durante este mal trago.
Eso y una serie de actividades oficiales que la mantienen ocupada e incluso probarían la estrategia de la Corona de limpiar su reputación, inevitablemente dañada por el escándalo Borg. Y es que si bien su agenda fue cancelada hace algunas semanas por motivos médicos que remitían a la fibrosis pulmonar que padece, ahora ha vuelto la mujer de Haakon Magnus a la carga. ¿Cómo? Con un gesto cuando menos sorprende e incluso inoportuno si se analiza el contexto actual. Nada más y nada menos que una visita a su hija Ingrid Alexandra, que se encuentra inmersa en su formación castrense en el campamento Skjold.
Sin lugar a dudas, la decisión de estar en el lugar donde la hija mayor del matrimonio real -llamada a ser la Reina del país escandinavo- aprende todo sobre el Ejército no deja de ser una declaración de intenciones. A fin de cuentas, no solo sirve para demostrar su inmarchitable apoyo a la joven princesa, sino también la desigualdad que supone ponerla a ella en un primer plano cuando los problemas le llueven a su hijo mayor. Para mostrarla como la hija modélica que sí representa los valores y la educación que le ha brindado. La que es el futuro de la institución y se prepara a conciencia para ello.
Los próximos pasos en las causas abiertas contra Marius Borg
No deja de ser reseñable que Mette-Marit haya tomado la inaudita decisión de desplazarse hasta allí para este reencuentro. Al fin y al cabo, y con el caso de Felipe VI con Leonor en España, acostumbran a ser los padres que han sido herederos los que se animan a visitar a sus hijos durante la instrucción. No obstante, tejer un plan para que la popularidad de la princesa heredera consorte de Noruega no se resquebraje es ahora primordial. Uno que la desmarque del horizonte judicial de Marius.
Porque aunque todo se ha dado a raíz de episodios graves, esta última detención en la que fue interceptado conduciendo un coche sin permiso válido. De nuevo, tras varias horas de interrogatorio y en calidad de detenido tras interponerse la denuncia, ha pasado a disposición judicial. Y mientras, los medios de comunicación dentro y fuera de sus fronteras esperan a conocer la decisión final sobre su futuro inmediato.