Las madres, siempre presentes. Con las debidas excepciones y diferencias en el porqué en función de la época, en todas las familias terminan las matriarcas por ser una figura clave. Incluso en aquellas que más se escapan de la norma, como es el caso de la Familia Real. El actual núcleo duro de la Corona, formado por don Felipe y doña Letizia, junto a sus dos hijas. La Reina, siempre cuestionada y analizada al detalle en su papel como progenitora. Ella, que en ese terreno siempre tendrá en mente a su predecesora sin importar la institución: Paloma Rocasolano.

Natural de Oviedo, madre de la consorte del soberano y una mujer que despertó el interés de la crónica real desde el primer instante en el que se convirtió en un personaje público. A fin de cuentas, los observadores de la monarquía demandaban conocer quién había criado a la prometida del entonces Príncipe de Asturias. Por algo tan sencillo como que, en el futuro, el reflejo de lo aprendido terminaría por plasmarse en su forma de criar a la princesa Leonor y la infanta Sofía, las benjaminas de Zarzuela. Todos sabían quién era doña Sofía, ¿pero qué había de Paloma?

El tiempo terminó por revelar que Letizia nunca ha sido una mujer excesivamente familiar. No solo en lo que a su familia política respecta, aunque sea ese el ejemplo más paradigmático del asunto. Si bien es una obviedad que la esposa del Rey no ha forjado un vínculo demasiado cercano con el resto de Borbones, la trayectoria de la que fuera presentadora del 'Telediario' ha evidenciado que tampoco tiene el trato más próximo con sus allegados directos. 

Una norma que se rompe excepcionalmente con Paloma, su inseparable madre y uno de sus máximos apoyos durante esos baches que tanto le han complicado este periplo de dos décadas en Palacio. Consejera e incluso punto de ayuda para cuidar a la Princesa de Asturias y la infanta cuando la situación lo requería. A fin de cuentas, la enfermera, hija de taxista, divorciada y madre de tres mujeres de armas tomar, cuenta a sus 72 años con un largo historial de experiencias. Basta con revisar todo lo que ha afrontado en el terreno amoroso.

Su vida junto a Jesús Ortiz y la sombra de un divorcio abrupto

Y no es precisamente porque a Rocasolano se le conozca un historial amoroso excesivamente extenso. De hecho, y antes de llegar al momento actual, solamente se la podía relacionar con Jesús Ortiz. El archiconocido padre de Letizia, con el que tuvo otras dos hijas: Telma, la mediana, y la malograda Érika, fallecida el 7 de febrero de 2007. Periodista de profesión como lo fue la Reina, también asturiano, y con el que vivió sus años de juventud en Oviedo.

Todo iba bien entre ellos, hasta el punto de formar esa familia numerosa, sin saber que en el futuro cualquier estampa idílica saltaría por los aires. Aunque se dice que los padres de Paloma, Francisco 'Paco' y Enriqueta 'Kety', nunca terminaron de dar el visto bueno a su relación, tanto se apoyaban en el proyecto de vida en común que apostaron por mudarse a Madrid en busca de nuevas oportunidades laborales. Sin excesivo éxito en el caso del comunicador en el inicio, aunque acabaron por establecerse en la capital, donde hicieron carrera sus tres hijas. 

Jesús Ortiz Paloma Rocasolano
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Y precisamente estudiando conoció doña Letizia a Alonso Guerrero, su profesor de Lengua y Literatura en el Instituto Ramiro de Maeztu y también su primer amor. Un elemento importante en la historia de amor entre Jesús y Paloma. Así lo afirmó David Rocasolano, sobrino de ella, en el polémico libro 'Adiós, princesa', donde expresaba que, desde su prisma, el informador "cayó en desgracia" en 1998, cuando su primogénita le contó que se iba a casar con Guerrero.

"Me enteré de que Chus había esperado a que su hija se casara para anunciarnos su decisión de separarse", cita el ensayo. Dicho y hecho, en 1999 se formalizó la demanda de separación en el mismo juzgado de Arganda del Rey. El fin de 28 años de matrimonio, un lustro antes de que su hija traspase los férreos muros del Palacio de la Zarzuela, y en el mismo lugar donde un año más tarde partió peras la ahora esposa de Felipe VI con el profesor de la discordia.

Marcus Brandler, el hombre que le ha devuelto la ilusión

No hay demasiados datos acerca de cómo afectó a Paloma la separación ni cómo recibió tan abrupta decisión por parte de su marido. Tan sencillo como que, cuando su nombre salió a la palestra en el 2003 tras el anuncio del compromiso de su hija con el hijo de Juan Carlos I y Sofía de Grecia, ya llevaban años haciendo vidas separadas. En el libro antes mencionado, su sobrino refirió que Telma y Letizia reaccionaron en su momento a la noticia con una "ferocidad pueril". El punto de partida de un duelo familiar con las hijas rozando la treintena al que hizo frente la Reina de la mano de su madre, pues sus hermanas vivían en el extranjero por aquel entonces. "No acababa de comprender por qué Chus la había abandonado", refería el sobrino de Paloma.

Un divorcio que, por supuesto, supuso un proceso de adaptación y superación para ambos, aunque Jesús rehizo su vida con relativa rapidez. Mientras que el periodista ya había contraído matrimonio con Ana Togores en el 2004, ella apostó por enfocarse en sus hijas y nietas. Incluso en formarse, matriculada en Historia del Arte en la Universidad a los 50 años y directora de viajes de cooperación con enfermeros a América y África. ¿Y no hubo más amores? Lo cierto es que por aquella época se la relacionó con el arquitecto asturiano José Fernández del Rey, pero él mismo desmintió el idilio. "Buenos amigos", dice que fueron. Hubo que esperar hasta el 2021 para conocer al 'misterioso' hombre que sigue siendo su pareja: Marcus Brandler.

marcus
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Británico nacido en Nigeria, y también separado. Como ella, también tuvo un matrimonio con una mujer catalana, de la que se separó, pero a la que le siguen uniendo. En su caso, y como si de un oxímoron para con su pareja actual se tratase, él tuvo tres varones: Maximilian, Joachim y Benjamin. Con sus hijos ya mayores, pareciera que tanto Marcus como Paloma han afianzado un vínculo inquebrantable. Él, entregado a la relación, incluso fue el encargado de organizar el 70 cumpleaños de la suegra de don Felipe. Juntos hacen una vida de pareja al uso, hasta el punto de pasar temporadas en una finca de Murcia, donde se han trasladado temporalmente durante la pasada temporada estival para alejarse del bullicio de la capital.