El 8 de julio se cumplirán dos años desde que Tamara Falcó e Íñigo Onieva entonaron el 'sí, quiero'. Una velada para el recuerdo en El Rincón en el que la marquesa de Griñón y su chico pudieron sellar, de una vez por todas, el amor que se profesan. El mismo amor que se tambaleó tan solo unos meses antes del enlace, pues cabe no olvidar que la boda estuvo a punto de no celebrarse. Todo a raíz de uno de los polémicos episodios que Onieva protagonizó, en el medio del devenir de un tren de vida de lo más de alocado.

Y es que mucho se había especulado sobre él y su forma de pasarlo bien en la previa al gran día. Sea como fuere, pareciera que las salidas nocturnas, inevitablemente ligadas a su trabajo como relaciones públicas de algunos de los locales más exclusivos de Madrid, no afectaban a su relación con la hija de Isabel Preylser. Todo en orden hasta que en el festival Burning Man, uno de los más escandalosos de los Estados Unidos, fue infiel a Tamara. Un punto de inflexión del que les costó recuperarse, pero finalmente hubo reconciliación. Y ahora, cuando se acerca su segundo aniversario de casados, está claro que sus formas de ocio han cambiado considerablemente.

Iñigo Onieva
Gtres

La última 'cita' de Tamara e íñigo... ¡En la iglesia!

Además, esos planes que hace en el tiempo libre se han adaptado perfectamente a los que le gustan a su mujer. Porque más allá de los incontables viajes que hacen juntos, o de dejarse ver en eventos o en Casa Salesas, el restaurante que Íñigo regenta en la capital,  la cosa ha ido un paso más allá. Cuestión de adaptación. De que uno se amolde a las dinámicas del otro, que era lo que tanto vendrían reclamando los círculos de Tamara en el pasado.

Fue el pasado verano de 2024 cuando el programa 'Ni que fuéramos Shhh' se hacía eco de que las amigas de la televisiva estarían descontentas porque ya no acudía a misa junto a ella. "Creen que este distanciamiento es culpa de Íñigo Onieva porque les tiene mucha tirria", exponía la periodista conocida como @lasalseoentiktok. Algo que ha cambiado radicalmente, puesto que lejos de fiestas, excesos o mentiras, Onieva se ha sumado de un tiempo a esta parte a las aficiones más tradicionales de la exconcursante de 'MasterChef Celebrity'. ¿La prueba de ello? Ha sido visto en la iglesia de la mano de la marquesa.

Iñigo Onieva y Tamara Falcó
Gtres

Concretamente, es la iglesia de Puerta de Hierro, el lujoso barrio donde el matrimonio se instaló poco después de casarse, donde se encontraban. Así lo hacía saber en primicia la revista 'SEMANA', en una información que remite a "las ocho de la mañana de este miércoles 5 de marzo". Un gesto con el que confirma su inquebrantable compromiso con la colaboradora de 'El Hormiguero', así como también se evidenciaría que su amor sigue atravesando un buen momento, justo cuando los rumores de una posible crisis de pareja.

La importancia de la fe en la vida de la marquesa

En ningún caso debe pasar desapercibido que la iglesia sea el espacio en el que esta aparición. A fin de cuentas, no es ningún secreto que la religión juega un papel fundamental en la vida de Tamara, quien en numerosas ocasiones ha hecho referencia a por qué la fe le resulta tan importante. Todo a raíz de haber sentido la llamada de Dios a los 27 años, tal y como narró ella misma en el programa 'El musical de tu vida' de Telecinco, asegurando que "Jesús me cambió la vida".

"El verano que mi padre se separaba de su tercera mujer, fui a comprar un libro, y había una luz encima de la Biblia", narraba. Y se la llevó. El inicio de un camino en el terreno religioso que le hizo darse cuando de que "tenía la noción de que Dios existía, pero no conocía a Jesús". Gracias a la divinidad, desde que comenzó a rezar, "empecé a quererme más a mí misma, y por ende, a los de mi entorno, y cambió totalmente mi vida". Una aproximación al catolicismo que, no quedan dudas, también ha venido experimentando su marido.