Por mucho que pasen los días y las agendas de Felipe VI y Letizia se llenen de nuevas tareas, los más seguidores de la Corona todavía tienen presente su reciente viaje a Holanda. Fue el pasado 16 de abril cuando los Reyes pusieron rumbo a los Países Bajos con motivo de su primer viaje de Estado del 2024. La expectación era máxima por ver a la pareja real compartiendo su tiempo con Guillermo Alejandro y Máxima. También, el escenario propicio para que se dieran las comparaciones.

Al fin y al cabo, son precisamente estas dos de las Casas Reales con más similitudes. Basta con remitir a la figura de la Reina consorte. Dos mujeres hispanohablantes que hicieron carrera profesional antes de dejarlo todo por amor. Tanto Letizia Ortiz como Máxima Zorreguieta, natural de Buenos Aires, optaron por abandonar su vida pasada y atenerse a las consecuencias de formar parte de la institución. Además, es significativa la cercanía entre ambos núcleos duros, y constancia de ello quedó en una de las cenas de gala que compartieron en el Palacio de Ámsterdam. No obstante, y aun con todos los parecidos, hay otras cuestiones que las alejan por completo.

Vanessa Guerra expone la gran diferencia entre las dos familias

Se trata de una lejanía simbólica y literal. Simbólica, porque cabe reiterar que entre los dos matrimonios —e incluso sus hijas, pues los Reyes conocen bien a la princesa Amalia— existe un vínculo estrecho. Sea como fuere, y en la literalidad de marcar distancias, es una cuestión de actitud para con los demás lo que concierne a esta disparidad. De proyección de la imagen de pública, también. Tan sencillo como observar las instantáneas de la reciente celebración del Día del Rey en Holanda

Fue el pasado 27 de abril, los grandes protagonistas de los Orange-Nassau salieron a las calles de la ciudad de Emmen para compartir con el pueblo neerlandés una jornada especial. Un día muy señalado en su calendario en el que derrocharon jovialidad en su trato cercano con la ciudadanía. ¿Quién mejor que Vanessa Guerra, experta en comunicación no verbal, para certificarlo en CLARA? "Son muy naturales. En casi todas las fotos, si no en todas, salen sonriendo los cinco. Lo que ocurre aquí es que Máxima es muy carismática y tiene una personalidad muy fuerte. Es muy extrovertida, es muy divertida, le gusta mucho el contacto social (...). Es una cosa que todos han adquirido como propia", nos contaba. Lo anterior, además de cuanto difiere esto de la forma de proceder de Felipe y Letizia en eventos similares.

Familia real holandesa
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Para nuestra especialista, es muy importante el hecho de que "se acercan más a las personas". "La familia real española se ve forzada por todos los sitios. Veo a Letizia, que tiene cosas maravillosas, muy forzada al acercarse a las personas. A sus hijas, igual", sentencia Guerra. El caso es que la que atañe a nuestra monarquía sería una debilidad de excepción entre sus homólogos, pues Vanessa encuentra que, por contra, "ves a Kate Middleton y a Guillermo de Inglaterra y ves a la familia real holandesa, y es que lo hacen con una naturalidad tan grande que te los crees".

Máxima de holanda y Letizia, dos Reinas antagónicas que se acercan

Vanessa Guerra es clara al definir a la Reina de Holanda como alguien que expresa "sonrisas que son naturales". Ella y su familia han conseguido tener "una relación muy cercana y placentera con las personas". Casi tanto como la que tienen con los Borbones. Así quedó reflejado en el momento en el que Guillermo Alejandro dio un discurso durante su cena de gala en agradecimiento a Felipe y su mujer por preocuparse por su hija durante el tiempo que Amalia ha vivido 'en secreto' en Madrid. Y eso que días antes se llegó a referir a la mala sintonía entre Letizia y Máxima.

Letizia y Máxima de Holanda
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Fue Pilar Eyre quien arrojó luz sobre la realidad de la relación entre consortes en su canal de YouTube. "No deben ser muy amigas porque Máxima era muy amiga de la infanta Cristina", refería la cronista catalana en el vídeo publicado. En cualquier caso, parece que con el tiempo habrían forjado una unión propia. No íntima, pero sí cordial y agradable. Quedó claro en todas las estampas capturadas durante los días de los Reyes en Ámsterdam. Las dos con una sonrisa de oreja a oreja en todo momento. ¿Será el 'efecto Máxima'?