Está en Mango: Letizia vuelve a poner de moda el traje gris de pantalones anchos y chaleco que ella lleva con los mocasines más originales

La agenda de la reina Letizia sigue imparable y, una vez más, ha demostrado su maestría a la hora de elegir estilismos que combinan sofisticación y comodidad. Este jueves 20 de febrero, la monarca ha presidido la reunión del Patronato de la Fundación FAD Juventud, un acto en el que ha vuelto a confiar en una de sus apuestas más acertadas: un traje sastre de Mango que equilibra el estilo clásico con un toque contemporáneo.

Después de sorprender en los días previos con elecciones que iban desde un vestido estructurado de Cortana hasta un dos piezas azul 'navy' de tweed que rescataba la tendencia del peplum, la consorte ha querido reafirmar su imagen de 'working royal' con un conjunto tres piezas de corte impecable, demostrando que un buen traje es un imprescindible en cualquier fondo de armario que se precie.

Un traje sastre que nunca falla

El look elegido por la reina Letizia está compuesto por una americana de corte recto, confeccionada en tejido jaspeado que le aporta textura y profundidad al conjunto. Esta cuenta con varios detalles atractivos, como el cuello en pico y solapas bien definidas, que añaden estructura a la silueta, mientras que los puños abotonados refuerzan la estética clásica y refinada. La prenda, que en su momento estuvo disponible por 79,99 euros, ha demostrado ser una elección recurrente en su vestidor por su versatilidad y elegancia, alineándose con la creciente estética del lujo silencioso. 

El pantalón que completa el conjunto, por su parte, mantiene la misma línea de sobriedad y estilo. Con un diseño de tiro bajo y corte recto, sigue la inspiración sartorial de la chaqueta, aportando equilibrio y fluidez a la figura. Esta pieza, que tuvo un precio original de 49,99 euros, es un claro ejemplo de cómo la reina Letizia domina el arte de reciclar prendas manteniéndose su esencia intacta. 

Uno de los detalles que hacen que este conjunto destaque es la incorporación de un chaleco a juego, una prenda que ha ido ganando terreno en los estilismos de la monarca. Entallado, sin mangas y con botonadura frontal, este diseño aporta un aire moderno y estilizado al traje sastre, convirtiéndolo en una opción fresca y dinámica para el día a día. Tuvo un precio de 39,99 euros, trayendo de nueva el set de tres piezas a la actualidad. 

Complementos que refuerzan la sofisticación

Para rematar el conjunto, la Reina Letizia ha optado por un top negro de escote recto, un básico imprescindible que equilibra la sobriedad del traje y aporta un punto de contraste. En cuanto al calzado, fiel a su estilo práctico, pero refinado, ha apostado por unos mocasines de lo más originales. Con un tacón ancho, y un par de centímetros más de los que nos tiene acostumbradas, daba una nueva concepción a este zapato clásico.

Por último, su elección en joyería ha sido, como siempre, impecable. Fiel a su estilo minimalista, Letizia apostó por piezas sutiles pero con carácter. Destacó la ausencia de grandes collares o pendientes llamativos, dejando que el protagonismo recayera en la elegancia del traje. Unos pequeños pendientes colgantes y un anillo discreto han sido suficientes para añadir un ligero brillo sin recargar el conjunto.

Un look que confirma su sello personal

Esta no es la primavera vez que la reina luce este traje sastre de Mango, ya que, en noviembre de 2024, la monarca apostó por él para presidir la ceremonia de los Premios de Periodismo de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), demostrando su devoción por los trajes estructurados y de líneas clásicas. Si analizamos el conjunto, pocas diferencias podemos ver entre lo que lucía el año pasado con este último look. Incluía las tres piezas, evitando renunciar al chaleco, y en cuanto al calzado prácticamente es el mismo (pero más bajito).

Con este estilismo, Letizia no hace más que confirmar su predilección por los trajes sastre de líneas depuradas y tonos neutros. Una elección que proyecta una imagen de liderazgo y seguridad sin necesidad de renunciar a su característico toque femenino. Además, su capacidad para repetir vestuario es el vivo reflejo de su férreo compromiso con una moda más consciente y sostenible. La forma de convertirse en un referente de estilo, pero de una forma accesible y realista.