Sucedió en Aragón y Galicia no iba a ser menos. Lugar que pisa Leonor, lugar al que apuntan, ágiles, todas las miradas de la crónica real. Más todavía cuando no se trata de espacios de paso. En ningún caso está la primogénita de los Reyes transitando por ellos. Al menos, no por un tiempo breve. Como ya lo hizo en Zaragoza durante el último año escolar, ahora es Marín el enclave en el que se ha instalado para cumplir con la necesaria educación militar que ocupa su preparación como heredera al trono.
La primera de las grandes responsabilidades de su papel como futura soberana, que no la única. De un tiempo a esta parte, la Princesa de Asturias ha vivido un cambio radical en sus dinámicas diarias, enfrentándose a retos tan señalados como un primer viaje oficial en solitario a Portugal durante este mismo verano. Lo hizo después de finalizar su primer curso de carrera castrense en laAcademia General Militar de Zaragoza, y en la previa a su aterrizaje en la Escuela Naval de Marín, donde reside desde finales del pasado mes de agosto.
De nuevo, la hija mayor de Felipe VI tiene que adaptarse a una realidad distinta. Lejos de los suyos y en un entorno que la pone a prueba. Por suerte, con el bagaje de haber vivido ya experiencias similares. No solo en el primer año como cadete, sino también en el tiempo que vivió en Gales para cursar el Bachillerato Internacional. El caso es que ahora, reconvertida en guardamarina, ha convertido la base situada en el municipio de Pontevedra en su nuevo hogar. Allí permanecerá hasta que finalice esta etapa... O no. Una información reciente demuestra que, a pesar de seguir centrada en su formación, también tiene tiempo para hacer alguna escapada, como la que hizo cuando residía en la capital.
El plan de Leonor que la 'obligó' a marcharse de Zaragoza
Ha sido en el marco de una situación cuando menos polémica cuando la información sobre esta sorprendente salida ha visto la luz. Justo cuando las imágenes más tórridas del idilio entre Bárbara Rey y el rey emérito Juan Carlos I, recién publicadas por la revista holandesa 'Privé', se han convertido en el tema principal de las tertulias y el papel 'couché'. Por suerte, Leonor tiene la ventaja de permanecer ajena al escándalo en el norte. Eso sí, puede recibir visitas de los suyos, como sucedió el pasado fin de semana. Con motivo -y excusa- del 40 aniversario de la promoción del Rey en la Armada, Felipe y Letizia viajaron hasta Marín y pudieron reencontrarse con su hija. Y para sorpresa de todos, también hubo tiempo para un encuentro con su abuelo.
Sin importar las controversias, y sin alejarse en demasía de la Escuela Naval. El caso es que, dentro de las limitaciones que supone tener que permanecer en Galicia durante la semana para asistir a las clases, adiestramientos y maniobras pertinentes, también queda tiempo libre para el ocio y disfrute propiso de la juventud. Así fue también durante sus diez meses en Zaragoza, donde rápidamente forjó un grupo de amigos con el que no paraba de hacer planes. Desde tomar algo en una terraza, a comer fuera o salir a bailar. ¡Incluso hicieron un viaje juntos! Un detalle que ha visto la luz ahora y que explica por qué dejó la capital aragonesa durante unos días.
Si bien se sabía que la princesa aprovechó las vacaciones de Semana Santa para viajar a Nueva York y ver a uno de sus mejores amigos del instituto de Gales, nada se sabía sobre esta escapada a Ámsterdam. Según informan desde el portal 'Monarquía Confidencial', la heredera puso rumbo a la capital de los Países Bajos el pasado abril, en el mismo mes en el que sus padres lo visitaron con motivo de un viaje de Estado.
Sea como fuere, el motivo de Leonor para ir allí no tenía nada que ver con sus obligaciones institucionales. La 'obligación' era, más bien, la de pasarlo bien junto a su círculo de la Academia. Algo que hizo, además, a cara descubierta. "No se tapó en ningún momento y fue una pasajera más de la clase turista", revelan al citado medio. Es por eso que no hubo manera de mantener su retiro con amigos en secreto, ya que "fue reconocida por otros viajeros" y además iba acompañada de dos miembros del equipo de seguridad de Zarzuela.
La princesa también abandonó Marín por un motivo de peso
Por ahora, no se conoce que Leonor haya hecho algo similar durante su estancia en Marín, aunque la noticia recién publicada demuestra que quizás sea así y no se descubrirá hasta pasados muchos meses. Y eso que es de dominio público que ha llegado a abandonar la Escuela Naval durante un fin de semana. Concretamente, el del 14 y 15 de septiembre, pero por un motivo que poco tenía que ver con sus amistades.
La hermana de la infanta Sofía regresó a Zarzuela, esta vez más 'de incógnito' y en primera clase, para no perderseel 52 cumpleaños de Letizia. Una alegría para la Reina, pues a pesar de que su hija pequeña no pudo asistir a la celebración, ya que se encuentra en el Reino Unido cursando el último año de bachillerato, si pudo compartir una fecha tan especial junto a ella.