Hay perfiles dentro de los ‘royals’ europeos que pasarán a la posterioridad por combinar luces y sombras en su carácter y también en sus decisiones vitales. Esto es lo que ocurre con Ernesto de Hannover, el polémico ex marido de Carolina de Mónaco y que ahora, con una vida mucho más discreta frente a los focos públicos que en su pasado aristocrático sigue generando mucho interés cada vez que hace un nuevo movimiento.
Es muy común ver a Ernesto de Hannover disfrutando de los restaurantes y locales de Madrid, ciudad que le encanta y donde reside desde hace años junto a su pareja, aunque en algunas de estas salidas nocturnas, su comportamiento no sea el más educado. No son poco conocidas sus grandes controversias a lo largo de los años, y parece que Ernesto de Hannover, cuando ya supera la setentena seguiría protagonizando algún que otro escándalo.
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Pero en esta ocasión, y aunque la “fiesta” estaba asegurada puesto que el alemán ha querido celebrar su 71 cumpleaños de una forma especial, se ha tratado de un encuentro más familiar y tranquilo, en la intimidad y entre semana. Descubrimos hoy cómo ha sido la celebración del ‘royal’ junto a su novia y sus nietos en la capital.
Sencillo cumpleaños en familia
En esta ocasión no vamos a hablar de alguna controvertida fiesta del ‘royal’, sino de un emotivo encuentro que lo ha reunido con su pareja y su familia para celebrar su 71 cumpleaños. Después de su cirugía de cadera, ha querido reunirse con sus nietos y pasar el día de su cumpleaños de una forma mucho más familiar.
A la cita, además de su pareja Claudia Stilianopoulos, también acudieron su hijo Christian con su mujer Alessandra de Osma, que también residen en la capital. Y por supuesto sus nietos, los mellizos Nicolás y Sofía que disfrutaron de un almuerzo relajado y que, según explican, incluso tiraron de las orejas a su abuelo siguiendo la tradición cumpleañera.
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Entre semana y a medio día, disfrutando del sol en una terraza a finales de febrero, ya que su cumpleaños fue el 26 de febrero, Ernesto de Hannover disfrutó del sol y de la buena compañía de su familia. Aún se encuentra recuperándose de la cirugía, y recurre al andador para caminar largas distancias, pero eso no le impidió salir a celebrar con todos esta fecha especial.
25 años en el foco mediático y nueva vida en España
Ernesto de Hannover y Carolina de Mónaco tuvieron un matrimonio mediático y turbulento, marcado por los problemas de alcohol de él. Se casaron en 1999 y tuvieron una hija, la princesa Alejandra. Aunque nunca se divorciaron, se distanciaron en 2009 y emprendieron vidas separadas. Esta relación amorosa hizo que el ‘royal’ se convirtiera en uno de los hombres del mundo. Carolina rehacía su vida, en solitario, en Mónaco y él ha tenido varias relaciones a lo largo de los años.
Pero ahora, con su actual pareja, Claudia Stilianopoulos, hija de la socialité Pitita Ridruejo y 20 años más joven que él, parece haber encontrado cierta estabilidad residiendo en Madrid, donde, instalado en la capital española, disfruta de un entorno más relajado, donde se le ha visto en eventos culturales y paseando y, por supuesto, disfrutando de su ambiente nocturno.
Aunque alguna que otra polémica es inevitable, ya que, a principios de este mismo año “Sucedió en pleno servicio de comidas del Le Bistroman Atelier, según destapó Stéphane del Río, cocinero del restaurante, “rompe copas, las tira a camareros, insulta al personal y a los otros clientes, grita”. Todo derivado de “un problema de alcoholismo conocido mundialmente por el que incluso “agrede al personal sanitario del Samur que viene a atenderle por un atragantamiento”, explica Adrián Monterrubio en CLARA.
Uno de los ‘royals’ más controvertidos
Ernesto de Hannover quizá ostenta el título del ‘royal’ más polémico, al menos, de cara a la galería. A lo largo de su vida, ha protagonizado numerosos escándalos relacionados con el abuso del alcohol, que lo han llevado a enfrentamientos con la ley como cuando fue arrestado en Austria en 2020 por agredir a varios agentes mientras se encontraba en estado de embriaguez.
Estos episodios controvertidos no solamente han generado tensiones dentro de su familia y relaciones amorosas, sino que incluso han afectado a su propia salud. En 2005, sufrió una pancreatitis aguda que lo dejó en coma y puso en peligro su vida, una situación que se ha repetido en varias ocasiones con ingresos hospitalarios reiterados.
Con el paso de los años, sus problemas de salud han ido en aumento, y las restricciones médicas no han conseguido frenar del todo sus hábitos. Buena cuenta de ello dan las polémicas recientes en torno a su comportamiento. En varias ocasiones recientes ha trascendido algún mal comentario hacia los camareros o el personal de los restaurantes, o incluso algunas discusiones entre amigos o su propia pareja, suponemos que promovidos por la copiosa comida y bebida de la que disfrutan.