Tierra a la vista. O casi a la vista, porque en cuestión de horas llegará el Juan Sebastián de Elcano a puerto. Será Salvador de Bahía, en Brasil, el primero de los destinos en el que el navío atracará en el continente americano. Un ansiado momento, el de desembarcar, que Leonor y los otros 75 guardiamarinas que hacen su misma travesía desean como agua de mayo. Y es que aunque lo de vivir en una casa flotante tiene su gracia, son ya casi tres semanas las que llevan surcando el Atlántico sin salir del barco. Con todo lo que eso implica.
Es evidente que enfrentarse a un reto así, que en el caso de la princesa está comprendido dentro de la formación militar dada su posición de heredera al trono, no es nada fácil. No en vano se hizo alusión desde la crónica real recientemente a las secuelas físicas que tanto la futura monarca como muchos otros alumnos y miembros de la tripulación. La cinetosis, que en realidad es el tecnicismo para referirse a los mareos constantes. No obstante, parece que hay algo más allá de lo físico que está angustiando a la hija de Felipe VI. Tanto como para, según ha señalado la prensa internacional, ponerse en contacto con sus padres.
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¿Qué le está pasando a Leonor en Elcano?
A pesar de sus cambios constantes de localización, el buque de la Armada cuenta con un sistema vía satélite que permite la comunicación con el exterior del mismo. Con algunos problemas en función de la cobertura de la zona donde se encuentre la embarcación, claro está, pero que en ningún caso imposibilitan enviar mensajes a familiares y amigos. Algo de lo que, de acuerdo con la información de la que se ha hecho eco la revista argentina 'Caras', Leonor se habría valido para expresar cómo se siente de forma directa a los Reyes.
Ya se había hecho saber que entre la hermana de la infanta Sofía y Sus Majestades había habido una primera llamada durante sus días en Canarias, así como que la princesa envió un mensaje al Rey con motivo de su 57 cumpleaños el pasado 30 de enero. No obstante, todo pareciera ir bien, hasta que el citado medio ha revelado que en una de las últimas comunicaciones hizo saber a sus progenitores cuan difícil está siendo vivir en Elcano. "La adaptación no está siendo sencilla", reza el texto difundido.
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Y es que si bien lleva inmersa en la educación marcial desde el pasado agosto de 2023, cabe destacar que "la vida en el mar implica un nivel de sacrificio que no había experimentado antes". Nada que ver con sus días en la Academia General Militar de Zaragoza o en la Escuela Naval de Marín. A bordo del barco, Leonor "comparte su litera con otras tres compañeras y los baños son comunitarios". Eso y que los "espacios reducidos y rutinas estrictas" han hecho que sienta "el peso de la claustrofobia y la falta de privacidad". El vivo ejemplo de que ahora convive "sin privilegios especiales pese a su estatus real", y el motivo por el que "la princesa hizo saber a Felipe VI y Leitiza lo difícil que le está resultando la experiencia".
Un mensaje que ha preocupado a Felipe y Letizia
"Sus padres, plenamente conscientes del desafío que supone esta formación, mostraron preocupación", se señala desde la mencionada publicación. Sea como fuere, ambos confían plenamente en "la capacidad de su hija para superar esta etapa". Etapa que, por supuesto, Felipe conoce de primera mano. Hace casi cuatro décadas, en el año 1987 y con la misma edad que ahora tiene su primogénita, fue él quien formó parte de esta aventura.
Una aventura donde él tampoco lo pasó del todo bien. Prueba de ello quedaba en uno de los vídeos más recientes que la periodista Pilar Eyre publicó en su canal de YouTube. La cronista catalana, especializada en información relacionada con la Casa Real, recuperaba uno de los episodios más duros que el entonces Príncipe de Asturias tuvo que vivir en su crucero de instrucción.
Sucedió cuando él y sus compañeros todavía no habían cruzado el barco, y el Juan Sebastián de Elcano estaba llegando al archipiélago canario. "Hay un espacio de la ruta entre Cádiz y Canarias que es zona de galernas y la tempestad fue increíble (...) Una ola lo tiró al suelo y se dio un golpe que estuvo mareado durante varios días", explicaba Eyre. Y por si lo anterior no fuese suficiente, "cuando de madrugada pudo bajar a la camareta, se encontró que los compañeros suyos habían vomitado". Cosas de la cinetosis, que ahora vuelve a estar en boca de todos por ser Leonor la que ha tenido que lidiar con ella.