Para todos está más que claro lo importantísimo que son las elección de complementos a la hora de armar un look por completo. No solamente son capaces de añadir más detalles, sino que también pueden lanzar mensajes velados, propuestas estilísticas o definir por completo personalidades… ¡Y todo esto sin necesidad de que, quien los lleve, siquiera abra la boca! Eso es vox populi también en los palacios, donde todos sabemos que las aristócratas lanzan mensajes con su atuendo a diario. 

Y si hay un momento cumbre en él cualquier ‘royal’ desea destacar y dejar una imagen y un atuendo que pase a posteridad es el marcadísimo día de su boda. Por eso, las elección del diseñador, el estilo del vestido y por supuesto los complementos y las joyas son fundamentales para dar la puntilla definitiva para dejar clarísima la personalidad de la novia en su día más especial.  

Grace Kelly boda
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Hemos visto algunas propuestas épicas, otras sencillas, algunas que apuestan por la tradición y otras por el minimalismo, así como elecciones con un punto clásicas o arriesgadas en los estilismos escogidos por las ‘royals’ para dar el sí quiero. Hoy queremos analizar cuáles decidieron dejar la tiara, uno de los complementos más clásicos y utilizados en los enlaces reales, y el porqué.  

La reina Camilla de Inglaterra

Ahora es una querida reina que ha sabido encontrar su lugar y conquistar el cariño de todos los británicos, pero su llegada a la familia real británica fue más que truculenta al descubrirse como la amante de Carlos de Inglaterra, incluso con sonrojantes conversaciones de teléfono filtradas de por medio. Eso habría hecho que la actual reina Camilla siempre haya querido primar su lado más humano, cercano y “discreto” a lo largo de los años. 

Eso ocurrió incluso el día de su boda con el hijo de Isabel II, que en vez de ser grandilocuente y en una iglesia, fue una boda civil y con un enfoque bástate familiar. Camilla, que en aquel momento tenía 58 años, escogió un precioso vestido estilo abrigo en gris con corte clásico pero un tejido brocado espectacular. En vez de llevar tiara o alguna joya muy ostentosa, la inglesa apostó por un espectacular tocado de plumas doradas sobre su cabeza. Aunque parecía “una corona” lo cierto es que tenían un enfoque mucho más natural y sencillo. 

Camilla
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La elegante Rania de Jordania 

Otra de las tops ‘royals’ que tampoco escogieron lucir tiara en el este día tan especial de su vida después se ha convertido en un inexcusable icono de estilo internacional gracias a su elegancia mezclada con modernidad. Se trata de la reina Rania de Jordania, que en su boda con Abdalá II el 13 de junio de 1993, cuando tenía 22 años, decidió tocarse con un gran moño y un velo que surgía del propio peinado de la hachemita

Rania de Jordania boda
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Aunque era espectacular, y podría haber integrado la tiara a la perfección alrededor del moño, la joven decidió prescindir de ella. Aunque no por ello el recogido fue menos espectacular porque la tela que sujetaba el velo estaba completamente bordada con hilo de oro haciendo filigranas típicas de los textiles jordanos. 

Las Grimaldi “pasan” de tiaras

Ha habido un país donde la tradición parece que se ha dado la vuelta y lo habitual es que las ‘royals’ no lleven tiaras el día de la boda, y apuesten por looks más románticos y delicados, en vez de clásicos y regios. Y es que hay una larga lista de Grimaldi en la que no se han visto estos complementos. Es curioso cuando se trata de una de las casa reales más lujosas, pero que, en sus bodas, han querido prescindir de estos increíbles tocados.

La que abrió la veda fue la mismísima Grace Kelly, como podemos ver al principio del artículo, que cuando abandonó Hollywood para casarse con Rainiero de Mónaco escogió un vestido de novia precioso, pero sin tiara, puesto que añadió un precioso tocado a juego con el diseño, con perlas y flores blancas de azahar. 

Carolina de Mónaco y Stéfano Casiraghi
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Tras ella, la seguiría su hija, Carolina de Mónaco, que en ninguna de sus dos bodas, ni la que tuvo con Philippe Junot en 1987 y la posterior con Stéfano Casiraghi en 1983, apostó por la tiara. Los dos diseños, creados por Marc Bohan para Dior, reflejan el espíritu moderno de la propia ‘royal’ que siempre ha hecho de lo original su leitmotiv y los lució sin extremas joyas.

Y una “añadida” a la familia también siguió esta estela, puesto que Charlene de Mónaco, cuando decidió dar el sí quiero al hermanísimo y ahora monarca, Alberto De Mónaco, con un espectacular diseño de Giorgio Armani con bordado blanco sobre blanco, escogió hacerlo sin tiara. Para su pelo, únicamente utilizó un broche de brillantes con estética floral.

charlene boda
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De hecho, a día de hoy, se mantiene esta “anti - tradición” puesto que en las bodas de los hijos e hijas mayores de Carolina de Mónaco tampoco hemos encontrado tiaras en las novias. Ni Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, tampoco Tatiana Santo Domingo con Andrea Casiraghi, donde lució una corona con flores blancas, verdes y azules; ni por último Beatrice Borromeo con Pierre Casiraghi. Las tres, con diseños de creadores muy diferentes, eligieron vestidos muy románticos, pero prescindieron de grandes joyas. Parece que esta familia real tiene clarísimo que el verdadero lujo no hace falta mostrarlo siempre.