Hay una frase del escritor ruso León Tolstoi que dice que “todas las familias felices se parecen; pero cada familia infeliz es infeliz a su manera”. Esto nos habla de cómo entre los muros de cada casa se configuran dinámicas muy diferentes entre sus miembros, altos y bajos en sus relaciones y gestos íntimos que solo se pueden entender en el mismo código familiar.
Si no, que se lo digan a Tita Cervera y su hijo Borja Thyssen, que a lo largo de los años han demostrado cómo se pueden decir muchas cosas sin hablar. Como si de una telenovela se tratara, la dinámica familiar entre la baronesa y su hijo, y por supuesto la mujer de este, ha estado cargada de tensiones, disputas económicas, de herencias y diferencias y problemas personales que les han llevado a vivir caminos separados durante muchos años.
Ahora, cuando parece que han enterrado el hacha de guerra y todo se ha calmado mediáticamente, puesto que llevan mucho tiempo sin lanzar dardos envenenados o frases con doble sentido entre madre e hijo, se han vuelto a reencontrar dejando un momento con mucho más simbolismo del que parece. ¿Cómo es la verdadera relación entre los Thyssen?
Un reencuentro familiar
El otro día, la reina emérita Doña Sofía fue la encargada de presidir los premios BMW de Pintura y Arte Digital celebrados en un elegante evento en el Teatro Real de Madrid. Pero hubo alguien capaz de acaparar los focos de la prensa y la mirada de los allí existentes, sobre todo por lo particular de su relación.
Y es que en este evento, se reencontraron públicamente y frente las cámaras Carmen Cervera, su hijo, Borja Thyssen, y la mujer de este, Blanca Cuesta. Esta presencia conjunta en un evento es algo que ocurre en muy pocas ocasiones y por eso los propios asistentes estuvieron muy pendientes de cómo se comportan los tres.
Lo que no se vio de la familia
Cara a la galería todo eran sonrisas, ¿pero qué pasó cuando ya no estaban rodeados de focos? El periodista Nacho Fresno, uno de los invitados al evento, no ha dudado en hablar en prensa sobre cómo vio a la familia cuando estaban en el evento: “Estuvieron muy armoniosos todo el tiempo. Había un cóctel con todos los invitados y una sala más pequeña en la que se encontraban la reina Sofía, Cayetano Martínez de Irujo, y otros invitados".
"Carmen, Borja y Blanca estuvieron charlando todo el tiempo entre ellos y también con Antonio López. Su lenguaje corporal así lo demostraba, se agarraban, se reían, se gastaban bromas… Se les vio muy cómplices en todo momento. Después Carmen se fue en un coche y Borja y Blanca en otro”, añade.
Etapa de unión
“Es llamativo que apenas unos días les hayamos visto juntos a la baronesa Thyssen y a su hijo en dos ocasiones. La primera el pasado mes de octubre en la presentación de la retrospectiva del pintor Peter Halley en el Museo Thyssen de Madrid y ahora en el Teatro Real, donde, por cierto, no posaron para los fotógrafos de prensa, sino para los invitados que accedieron a la mencionada sala”, explica el periodista Juanra López en Mujer Hoy.
“He sufrido mucho y me ha sabido muy mal. Las madres siempre esperamos que haya un cambio. Soy una persona positiva y habrá un cambio algún día” explicaba la propia Tita Thyssen en el programa “Viajando con Chester” de Risto Mejide cuando hablaba de la unión con su hijo. Y parece que ese acercamiento podría estar produciéndose en estos momentos.
¿Hay paz de verdad en la familia actualmente?
Esto ha hecho que la prensa del corazón, que ha seguido las aventuras y desventuras de esta familia a lo largo de los años, se pregunte si la paz que vemos actualmente entre los Thyssen es real o, sin embargo, es simplemente postureo para evitar polémicas.
“Sea como fuere, Borja se ha abstenido de hacer declaraciones y las que ha hecho Tita Cervera han sido, especialmente, para poner énfasis en el gran cariño que tiene por él y por sus nietos. Nunca ha profundizado en sus diferencias más allá de lo que era público y notorio”, añade el periodista.
¿De dónde viene esta pelea familiar?
La historia de Carmen Cervera podría protagonizar una telenovela donde el poder, el dinero y la familia giran en torno al “amor al arte”. Cuando la miss se casó con el barón Thyssen-Bornemisza, este adoptó a Borja, que es el hijo que la catalana había tenido en su matrimonio con el actor Espartaco Santoni. Esto, automáticamente, convirtió al joven en heredero tanto del dinero como del arte del propio varón, que falleció en el año 2002, haciendo que comenzara una guerra velada por la gestión de su herencia.
Los problemas entre madre e hijo, provocado puesto que Borja ha explicado en repetidas ocasiones que no estaba del todo de acuerdo con la administración del patrimonio que estaba realizando su madre. Esto se intensificó con la llegada de Blanca Cuesta. La relación entre Tita Cervera y su nuera ha sido otro de los grandes puntos de pelea, puesto que la viuda del varón ha expresado en varias ocasiones no estar de acuerdo con algunas decisiones de Borja Thyssen que, según ella, estaban propiciadas por su mujer.