“¡Bellezón!”, “¡estás que te sales!” o “tu cara es el reflejo de tu espíritu”, son solo algunos de los comentarios que le dejaron a María Zurita el día de su 49 cumpleaños. Amigos, seguidores anónimos y personas cercanas a la prima del Rey, que destacaron el espectacular ‘glow up’ de la hija de Margarita de Borbón, cuando esta roza los 50 años. 

Y es que no hay duda: María Zurita está en su mejor momento. Y eso se refleja también en su apariencia. Es una madre feliz, muy unida a sus padres y a la que los negocios le van de maravilla. La luz que desprende la sobrina predilecta de Juan Carlos es más que evidente. 

Muchos alegarían a que esta transformación obedece a una misteriosa ilusión amorosa, pero parece ser más fruto de una espléndida madurez, que le llega cuando esta ha hecho realidad los grandes objetivos vitales que se marcó años atrás. Uno era ser madre y, el otro, tener su propia empresa y vivir de ella complemente independiente a su celebérrima familia.

María, la mejor heredera del espíritu de su madre 

María Zurita nació en 1975, dos años después de que su hermano Alfonso hubiese venido al mundo. Su madre, la infanta Margarita, se había enamorado del médico Carlos Zurita y por él renunció a cualquier cuestión dinástica. Prefería estar a su lado a ser una hipotética reina el día de mañana. Amor ganó a poder. Una estela que ya había marcado su hermana, Pilar de Borbón, al casarse con el empresario Luis Gómez-Acebo. 

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A pesar de la diferencia de edad que mantiene con sus primos, María Zurita siempre ha estado muy unida a ellos. No jugaron juntos, puesto que, cuando ella era una niña, Elena y Cristina entraban en la adolescencia y preferían hacer otros planes que quedarse de niñeras. Pero no hay nada como el tiempo para superar una diferencia de edad. Con los años, las primas se han vuelto íntimas. Con Elena guarda una gran relación, ya que comparten gustos y las dos son unas defensoras a ultranza de la figura de Juan Carlos. 

María Zurita heredó de su madre la naturalidad desbordante. La infanta, que nació ciega a consecuencia de una carencia de retinas, siempre supo suplir su discapacidad con enormes dosis de otras cualidades, y el humor y la espontaneidad eran unas de ellas. A su hija menor le ocurre exactamente igual. La aristócrata es divertida y auténticamente campechana. Le gustan las nuevas experiencias y no teme a los retos. Una muestra de ello lo vimos cuando aceptó participar en ‘MasterChef Celebrity’. 

María Zurita, a diferencia de muchos de sus primos, proporciona titulares, y por eso la prensa la adora. Muchas veces no mide lo que dice, y cuenta exactamente lo que piensa. Lo mismo que le sucede a la infanta Margarita. Los últimos años, que han sido especialmente tensos debido a las desavenencias entre Juan Carlos y Felipe VI, ella se ha erigido como una de las grandes defensoras de su tío, del que no duda en decir públicamente lo mucho que le quiere y que le echa de menos. Una verdadera declaración de intenciones en los tiempos que corren, en los que ‘mojarse’ con las opiniones de uno puede garantizar más enemigos que amigos. 

Un tatuaje, sartenes y un niño que le ha devuelto la alegría

María Zurita es, con permiso de Victoria Federica, la gran aristócrata tatuada. Algo que, dice, su madre no entiende, “como es ciega, le dan igual estas cosas”, contó en ‘MasterChef’. “En mi familia somos muy de ‘tattoos’, mi abuelo llevaba todos los brazos llenos de dibujos, sirenas, dragones, anclas… yo me tatué por él”. ¿Y qué se hizo? Una rosa. Un diseño al que muy pocas personas tienen acceso, puesto que lo lleva grabado en el trasero. “No lo has visto, ni lo vas a ver”, le dijo en tono de broma a Xavier Deltell, el cómico con quien llegó a protagonizar una ‘boda’ en el concurso de cocina. 

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Lo cierto es que ella no se ha casado. Su historial amoroso es todo un misterio y solo se le conoce una única pareja, el diseñador Javier Larraínzar, con quien mantuvo una relación en 2003. De momento, no ha encontrado a su media naranja y, quizás por eso, se animó ella sola a dar el paso de convertirse en madre. En 2018, tras siete intentos frustrados, hizo realidad el gran anhelo por cumplir que aún le quedaba. Carlitos llegó a su vida para colmarla de amor y de ternura, y, además, a de sus padres. “El niño ha da dado años de vida a mis padres”, reconoció en alguna ocasión. 

La convivencia entre María, Carlitos y sus dos abuelos no puede ser más excelente. De hecho, Zurita ha concienciado a su hijo desde muy pequeño en el cuidado y la atención a aquellas personas que más lo necesitan, “Carlos vive con una persona discapacitada, con lo cual sabe que hay que ayudar siempre”, dijo hace unos meses. El niño se preocupa de guiar a su abuela, de acercarla a la mesa y de, en definitiva, allanarle la vida. 

“Mi padre tiene 80 años y mi madre, 85, y tener a un niño de 5 en casa, que revoluciona todo y está aprendiendo a leer y a escribir, hace que se sientan muy útiles porque le enseñan mucho. Es muy bonito ver la relación que tienen entre ellos”, contaba María hace solo unos meses. Y no nos extraña porque su madre siempre sintió adoración por los pequeños, incluso se llegó a formar como puericultora. 

¿A qué se dedica María Zurita?

En el terreno laboral la cosa se mantiene igual de bien para María Zurita, quien, aprovechando el don para los idiomas que había heredado de su madre, la cual se maneja a la perfección en cinco lenguas diferentes, pensó que su futuro laboral pasaba por esto mismo; así que convirtió uno de sus puntos fuertes en su gran oportunidad laboral.

María Zurita es la orgullosa propietaria de Zesauro, una empresa que se dedica a la traducción e interpretación. Actualmente, cuenta con 13 trabajadores en plantilla y, además, dispone de una impresionante red de traductores freelance que sobrepasan los 1500, algo de lo que está muy orgullosa, tal y como reveló la empresaria a la revista Forbes, que se hizo eco de su éxito en el mundo de los negocios. 

Lleva 22 años entregada a esta profesión que resuelve sin darse demasiado bombo, aunque, cuando se trata de celebrarse, reconoce que su empresa está entre las 50 mejores del sector, un auténtico récord. 

María Zurita es ahora la cabeza de familia, la persona que garantiza el confort y seguridad de sus seres queridos, quien aporta dinero a los suyos. Su madre no recibe ninguna prestación por haber representado a la Corona, y su padre solo posee la pensión de jubilación propia de un médico. Alfonso, el hermano mayor de la empresaria, “está en paro”, tal y como ella reveló en ‘MasterChef Celebrity’. 

Así que, bien sea con su propio negocio, bien participando en un talent de cocina, escribiendo un libro sobre diversidad familiar o participando en cualquier programa que quiera contar con ella como invitada, María Zurita estará encantada a aceptar el reto. Lo aprendió de su valiente progenitora. Una cualidad que ahora, además, sirve de sustento para todos los suyos.