Ahora es muy complicado ver a los Borbones reunidos. Únicamente en cumpleaños muy especiales o momentos destacados, como bodas o compromisos, estas ocasiones se convierten en imprescindibles en la agenda de todos, lo suficientemente importantes como para que cada uno viaje allá donde estén y puedan reunirse, aunque sea solo por un momento. Pero esto no ha sido siempre así, ya que hubo una época en la que la antigua familia real disfrutaba de grandísimos momentos juntos con frecuencia. 

Se podría decir que la infancia de Cristina, Elena y Felipe fue realmente feliz y llena de instantes especiales compartidos, sobre todo en momentos festivos. Y eso lo hemos podido ver reflejado, por ejemplo, durante estas fechas tan señaladas, en la pasada década de los 70, cuando la familia tenía la posibilidad de estar más tiempo unida, compartiendo y disfrutando juntos sin tantas complicaciones.

palacio de la zarzuela
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Cuando las infantas Cristina y Elena eran todavía unas niñas, la Navidad en la Casa Real española se convertía en un auténtico símbolo de tradición familiar, cariño y momentos compartidos entre todos. Queremos abrir el álbum familiar para rememorar cómo Elena y Cristina, cuando eran pequeñas, vivían estas fechas tan entrañables y recordar con nostalgia cómo se celebraban entonces las vacaciones de la que por aquel entonces era considerada la “perfecta” familia real española.

Planes en palacio con "cariño"

Mientras que durante todo el año, las dos jóvenes atendían con disciplina a las clases, tanto en el Colegio de Santa María del Camino en Madrid, al que fueron las dos, o bien con clases de refuerzo y extraescolares - como protocolo o idiomas - dentro de los muros de palacio. Cuando se acercaban las fiestas y el final del año, la Princesa Sofía bajaba la exigencia en la educación de sus hijas, que, unido a las propias vacaciones escolares, podían disfrutar de un poquito más de tiempo libre y mucho más cariño.

Mientras que durante el curso estaban imbuidas en su rutina, y poco atendidas por sus padres, como explicó la experta Pilar Eyre: “Eran tanto las peleas entre el matrimonio y tal era su voluntad de convertirse en los mejores reyes, que desasistieron bastante a las hijas”, que cuando llegaba la Navidad y toda la familia se convertía en un remanso de paz, se vivían unas Navidades tremendamente tiernas. 

Príncipes de pequeños
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Ese era el momento en el que las comidas, cenas y celebraciones privadas en el Palacio de la Zarzuela eran el epicentro de estas fiestas. Se repetían algunas tradiciones de todas las casas españolas, como poner árbol juntos, prepara dulces, o pasar tardes de juegos en familia. Allí, compartían momentos únicos con su familia al completo, con sus padres, por entonces aún príncipes, pero también con algunos invitados a palacios como primos y otros ‘royals’ venidos de toda Europa. 

Con toque helénico 

Uno de los que más los acompañaban solían ser los príncipes Griegos, indudablemente conectados con la propia Doña Sofía, que disfrutaba muchísimo con su familia al rededor. Las visitas de la familia real griega eran frecuentes, especialmente en verano y Navidad, creando recuerdos llenos de juegos y complicidad entre los más pequeños.

 Esto hacía que uno de los aspectos más especiales de estas Navidades en palacio era la mezcla de tradiciones españolas y griegas, como recetas, que aportaban tanto su madre como sus primos que venían de visita. 

Ocio y deporte en casa… y con escapadas 

También era un momento, como decíamos, para relajarse y disfrutar del tiempo libre. Por ese motivo, las pequeñas Cristina y Elena también aprovechaban estos momentos para desconectar y disfrutar de sus juguetes. Hay una fotografía muy especial en el álbum de recuerdos de la hermana mayor de los Borbones, donde la vemos disfrutando de una bici en los pasillos de palacio.

Infanta Elena bici
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Asimismo, también practicaban sus deportes favoritos. Desde muy pequeñas, disfrutaban de la equitación y de largas jornadas en la naturaleza, sobre todo la infanta Elena. Además, toda la familia hacía escapadas en la vacaciones den Navidad para disfrutar de la nieve patria. Durante algunas temporadas acudieron a Sierra Nevada, en Granada, pero después conseguirían la casa de La Pleta, en Baqueira Beret, donde volvían cada año para desconectar de Madrid en pleno invierno.

Casa Real esquí
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Encuentro con “los otros reyes”

Durante años, ha sido motivo de broma el hecho de que las infantas Elena y Cristina, y el ahora rey Felipe, puedan decir con total naturalidad y sin miedo a equivocarse: “Los Reyes son los padres”, una frase que, sin embargo, en plena Navidad parece despojarse de toda la magia asociada a estos términos. Pero, aunque esto pueda parecer una anécdota divertida, lo cierto es que cuando Cristina y Elena eran aún unas niñas, también vivieron con toda la ilusión y emoción la magia que rodea estas fiestas, disfrutando de la llegada de sus majestades de Oriente, como cualquier otro niño.

Infanta Reyes Oriente
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Uno de los momentos más entrañables y especiales para ellas, y que ha quedado grabado en la memoria colectiva gracias a unas míticas fotografías que capturaron aquella jornada, fue el día en que las infantas acudieron a presenciar la tradicional Cabalgata de los Reyes Magos.

En ese evento tan esperado, se presentaron los entonces príncipes, Juan Carlos I y Sofía, junto a sus hijos, dispuestos a disfrutar del desfile lleno de color y caramelos. Pero no estuvieron solos en aquel día mágico; ya que coincidieron durante las fiestas, también se encontraban presentes los príncipes Pablo y Alexia de Grecia, formando entre todos una imagen familiar que, sin duda, quedó para la posteridad.