Con la primavera ya entrada, parece que cada vez está más claro que el 2025 será un gran año para Meghan Markle. La duquesa de Sussex ha regresado a la primera línea por todo lo alto. Bien, lo cierto es que, a pesar de que ya ni ella ni su marido el príncipe Harry ejercen como 'working royals', en realidad nunca ha dejado de copar titulares en la crónica real. En cualquier caso, si por algo vuelve a estar ahora la exactriz en boca de todos no es solamente por su relación con el hijo de Carlos III.

El motivo por el que su nombre está de actualidad esta vez refiere a su trayectoria profesional. Y es que Meghan ha decidido volver a la pequeña pantalla, aunque de nuevo no como intérprete y sí como protagonista de un formato sobre su propia vida. 'Con amor, Meghan', un programa de recetas y conversaciones con amigos íntimos ha sido la nueva gran apuesta de Netflix con la cuñada de Kate Middleton como cara visible. Un espacio mucho más amable que el desgarrador 'Harry & Meghan', donde los duques desgranaron su romance desde el principio hasta el 2022 y sin obviar momentos convulsos. Sin mencionar, eso sí, un aspecto cuando menos llamativo sobre sus primeros encuentros.

Harry y Meghan
Gtres

El detalle de Meghan que habría marcado la diferencia

Ni Harry ni Meghan tuvieron reparo en el polémico documental mencionado en incidir en los entresijos de cómo se gestó su noviazgo. Una forma de proceder que dista mucho del hermetismo propio de 'La Firma', y que les permitió acercarse al público general de una forma inexorablemente más próxima. Para muestra, la narración de aquellas primeras citas a espaldas del mundo, cuando ella todavía era 'la abogada de 'Suits'' y quedaban en el exclusivo Soho House de Londres.

Un club para miembros privados que les permitió dar rienda suelta a su personalidad sin la presión de la exposición ni la intranquilidad que viene con los juicios ajenos. Aunque evidentemente los nervios estaban ahí. Las mariposas en el estómago propias de cualquier romance incipiente, y con el añadido de un movimiento estratégico por parte de la estadounidense que, sin lugar a dudas, le supuso una ventaja a la hora de ganarse el corazón del hermano del príncipe Guillermo. "La primera vez que se vieron, ella llevaba el perfume de Diana de Gales".

Harry y Meghan
Gtres

Así lo refirió Angela Levin, biógrafa de la realeza y autora de libros como 'Diana's Babies: Kate, William and the repair of a broken family' o 'Harry: Conversations with the Prince'. La periodista fue quien aludió en el pasado a este simbólico detalle que rápidamente tuvo un impacto en el príncipe. "Harry quedó realmente abrumado por eso, porque era un niño al que le encantaba acurrucarse junto a su madre", y tan pronto como debió sentir aquel aroma, no hay duda alguna en que mil y un recuerdos de su pasado más amable aparecieron en escena.

Una cita donde triunfó el amor a primera vista

Harry manifestó en 'Spare', su autobiografía, cómo se sintió durante aquella reunión, que fue el pistoletazo de salida del gran amor que todavía en la actualidad se profesan como matrimonio. Porque para nada importó que llegase tarde a la cita debido al tráfico, que la conexión entre ambos habría sido evidente desde el inicio.

El nieto de Isabel II no niega que quedó prendado de Meghan tan pronto como la vio en persona. Vestida con un simple jersey negro, vaqueros y tacones, pero no hizo falta más artificio. "No sabía nada de ropa, pero sabía que era chic (...). Ella podía hacer cualquier cosa chic", escribió. La viva prueba de que su flechazo fue algo instantáneo. Y hasta el día de hoy.