No hay prenda que sume más halagos en una sola frase que un vestido negro. Es elegante, cómodo, versátil, favorecedor, atemporal y así hasta un largo etcétera de conceptos que nos hacen comprender con mayor facilidad el porqué esta silueta se mantiene imbatible con el devenir de los años.
Más allá de su valor como prenda de moda, el vestido negro hoy día es un pleno referente estético, en el que no solo se construyen grandes estilismos, sino también grandes historias. ¿Quién no recuerda aquel icónico vestido de la venganza que una poderosa Diana de Gales vistió tras el anuncio de infidelidad del, entonces, Principe Carlos? O ¿Aquel otro vestido más sencillo y sobrio, con el que la icónica Coco Chanel revolucionó los estándares de la imagen femenina?
El vestido negro es, en definitiva, historia viva de la moda y esa prenda insurrecta que se resiste a desaparecer de los armarios femeninos. De ahí, precisamente, que a la hora de enfocarnos en gremios de mujeres elegantes y afincadas en prendas de fondo de armario, como las mayores de 50, esta silueta venga a nuestro recuerdo, como una inversión segura que debemos renovar cada cierto tiempo.
Eso sí, no todo vale a la hora de aventurarnos por él, más aún cuando superamos cierta franja de edad. Debemos ser comedidas, pero también ciertamente profesionales, para que vestir un vestido negro no solo suponga un recurso todoterreno, sino toda una declaración de intenciones con la que afirmemos con rotundidad que, en lo que refiere a estilo, la edad es un mero número.
qué vestidos sientan mejor superados los 50 años
Una misión estética que nos mueve a conocer mejor qué formas nos favorecen, cuáles son las más adecuadas según nuestra figura, pero también nuestra edad y que nos traslada hasta el mundo del patronismo para saber, de la mano de los expertos, cuáles son las siluetas más recomendadas.
Bajo esta idea, desde CLARA contamos hoy con la ayuda del profesor Juan Ferrando, experto en patronismo y Director del Grado en Diseño de Moda de la Universidad Nebrija, quien más allá de ciertos trucos de estilismo, nos ha remarcado cinco aspectos fundamentales a tener en cuenta para que un vestido nos favorezca, superados los 50 años.
- Vestidos con buena caída. “Debemos prestar atención a que esté confeccionado con buen tejido, con “caída”, ya que asienta bien la prenda en el cuerpo y acompaña el movimiento”, nos explica el experto Ferrando.
- Cortes a medio cuerpo. Otro aspecto que debemos atender a la hora de invertir por un nuevo vestido es que, estas prendas tampoco se corten debajo del pecho, ya que, en palabras de Juan Ferrando, “puede generar un efecto óptico de embarazada, potenciando el vientre”, algo que nadie quiere.
- Colores neutros, mejor. También es aconsejable elegir un color sobrio, ya que absorbe la luz y no crea sombras en nuestra silueta.
- Cuidado con los estampados. “Hay que evitar las rayas horizontales o los estampados florales muy grandes, porque ensanchan”, señala Ferrando, quien reafirma la efectividad de telas sencillas y neutras para elevar la imagen a los 50.
- Largos midi o maxi. Y sobre todo, debe tener un largo adecuado. Lo mejor será “evitar las minifaldas, creamos un look más rotundo y estiloso” acorde con nuestra edad.
En definitiva, lo ideal será, en palabras de Isis Miralles Ortiz, Asesora de Imagen en su blog de consultoría ‘Consultora de imagen’, “procurar siempre usar vestidos en colores neutros, telas fluidas y con caída, evitando los muy ajustados.” Una evidencia demostrada que posiciona, entre los vestidos más favorecedores para las mayores de 50, los mencionados vestidos negros, siendo no solo una elección diferencial, sino la predilecta de las mujeres más elegantes.
Ahora bien, como apuntábamos líneas atrás, el presumir un vestido negro a los 50 no siempre es tarea fácil. No solo basta con elegir complementos en tendencia o un color que haga un contraste equilibrado, debemos atender a mucho más aspectos para que el lucir este diseño atemporal no solo nos ayude a salir del paso, también nos haga ver estilizadas y modernas.
Para hacer frente a esta problemática y presumir, como una auténtica experta en moda, un vestido negro, repasamos algunos de los estilismos más aplaudidos del street style, donde teoría y práctica convergen para evidenciar que un vestido negro - aún superados los 50- promete muchas vidas.
10 estilismos con vestido negro para ir favorecida y moderna a los 50
Invierte en un vestido negro con caída
A la hora de vestir un diseño que nos favorezca, es fundamental atender a su tejido y confección. Como nos explica Juan Ferrando, director del Grado en Diseño de Moda de la Universidad Nebrija y experto en patronismo, “debemos prestar atención a que esté confeccionado con buen tejido, con caída, ya que asienta bien la prenda en el cuerpo y acompaña el movimiento.”
Esta característica marcará la diferencia a la hora de construir nuestra imagen, mostrando una figura más bonita y equilibrada y no, en contraposición, una imagen deformada por pliegues, cuerpos entallados o largos rígidos.
Nunca olvides el poder de un vestido camisero
Si quieres sacarle el máximo partido a tu aspecto, una vez superes los 50, debes saber que el vestido camisero es, sin duda alguna, tu mejor aliado estético. Por lo que, si no sabes cómo vestir un vestido negro a esta edad, lo mejor será que empieces con un diseño de estas características. Además, como explica Ferrando, incorporarlo a nuestro armario nos permitirá afinar nuestra silueta, ya que “da verticalidad y estiliza”.
A la hora de combinarlo para exprimir al máximo tu aspecto, lo ideal será optar por contrastes más llamativos, como presume la periodista italiana Anna Dello Russo, con unas botas rojas de lo más impactantes.
Juega con diferentes capas
Esta temporada introducir diferentes capas es una premisa fundamental para ir a la moda, la propia pasarela así lo ha estipulado. Eso sí, superados los 50 no todo vale y debemos controlar con esmero los diferentes volúmenes para no hacer una imagen amplia, sino moderna y estilizada.
Una buena idea es optar por prendas superiores a tono, con las que equilibrar y sumar una capa en tendencia, pero sin que roce el error. Y si prefieres crear cierto contraste, entonces será mejor jugar con prendas más entalladas, para que este mix de capas sea lo más suave posible.
Prueba vestidos con aberturas estratégicas
Aunque para muchas las aberturas cut out sean algo atrevidas o ciertamente vulgares, la realidad es que a la hora de vestir un diseño clásico como el black dress esta opción es de lo más interesante. No solo refrescan nuestra imagen y nos asienta en un escenario a la moda, además, nos permiten cierto punto de sensualidad, fantástico para estilismo de noche o citas más especiales.
Un vestido largo puede hacerte más esbelta
Todas hemos soñado alguna vez con alargar nuestra silueta, seamos más o menos altas, pero lo cierto es que jugando con vestidos negros de largo maxi podemos conseguirlo en gran medida. La clave para conseguir vernos favorecidas está en combinar estos con un tacón medio, que permita caer naturalmente al vestido y no construir bajos arrugados o demasiado largos.
Di SÍ a los cuellos redondos
Seguro que, alguna vez, has oído hablar de todas las ventajas que brinda el escote redondo a la imagen, pero es que no hay un tipo de escote que siente mejor al conjunto femenino.
Como explican desde la Consultoría de Imagen Ana Iriberri, estos “crea un efecto óptico de alargamiento de cuello, por ello favorece a casi todas las mujeres. Si tenemos cuello corto, cara alargada u hombros estrechos, este puede ser nuestro escote. Además, crean un efecto de mayor busto, y para las mujeres con cuerpo reloj de arena, sirve como punto de equilibrio entre nuestra parte superior e inferior.”
Incluye accesorios para afinar y equilibrar
“Todo está en la proporción y en el corte. Hay que buscar vestidos “limpios” de cortes o incluir detalles que afinen la zona de la cintura, ya que es el punto que conecta el pecho con la cadera y nace la temida barriguita”, explica Juan Ferrando a la hora de preguntarle por los vestidos que más favorecen a los 50.
Basándonos en esta idea, otra propuesta con la que verse radiante a la hora de lucir un vestido negro, superados los 50, es, precisamente, apostar por siluetas rectas a las que podamos integrarle detalles favorecedores, como cinturones. De hecho, estos no solo harán vernos mejor visualmente, también nos mantendrán a la última, ya que estos accesorios son un must del invierno.
Opta por vestidos con mangas especiales
Superados los 50 son muchas las mujeres que buscan vestidos que disimulen ciertas zonas corporales, como pueden ser las piernas, el escote, la tripa o los brazos. Pero lo cierto es que, de cara a modernizar la imagen de estas, son cada vez más los expertos que abogan por jugar con las diferentes mangas de sastrería, introduciendo mangas tipo globo y mangas francesas más ligeras y amplias, con las que hacer más especial el conjunto del estilismo.
Combina diferentes texturas
Al igual que el combinar diferentes capas (conocido naturalmente como layering) es clave para diseñar un estilismo original, otra propuesta que no deja de repetirse en las calles europeas es combinar diferentes tejidos. Más aún, a la hora de lucir un vestido negro, donde chaquetas en diferentes formas y texturas se convierten en las mejores aliadas para refrescar y modernizar nuestra imagen, tengamos 20, 30 o más de 50 años.
Los vestidos cruzados te harán más estilizada
Los vestidos cruzados son otra de las opciones que atender superados los 50. Estos, que por norma tienden a cruzar el escote y alargar dicho zigzag hasta mitad de la cintura, resultan especialmente favorecedores, ya que nos permiten disimular zonas complicadas como la barriga, pero embellecer el conjunto del busto.
Además, brindan una versatilidad plena, pudiendo crear un estilismo sencillo, pero elegante o un outfit más creativo y moderno, con accesorios llamativos o prendas superiores a contraste.