El español puede ser una lengua difícil de aprender, con nuestros verbos irregulares y nuestras polisemias. Pero lo que es indiscutible e indudable, es que nuestra lengua es bella y recoge en su diccionario palabras preciosas, que pueden llegar a conmovernos y hacernos sentir de mil formas distintas.
Por eso, cuando nos preguntamos cuál es la palabra más bonita del castellano no es imposible responder solo una. Hay tantas y tan especiales, que es imposible decantarnos por una. Porque, ¿cuál elegir? ¿La más rara? ¿La más extravagante? ¿La más evocadora?
No, en su lugar hemos decidido recopilar tan solo 50 de ellas, las más bonitas del español, acompañadas con las definiciones del Diccionario de la Real Academia Española. Y ha costado elegir entre tantas. Pero aquí tienes esas 50 palabras que, bien sea por la forma en la que se pronuncian, por su escritura, por su significado o su origen, bien se merecen el título de la palabra más bonita de nuestra lengua.
1. Apapachar
1. tr. Hond. y Méx. Dar apapachos a alguien.
Apapachar, que tan dulce suena entre los labios, es el verbo de dar un apapacho. Etimológicamente, esta palabra deriva de la voz náuhatl patzoa, que podría traducirse como apretar o apachurrar. Es decir, cuando abrazas a alguien con fuerza, apretándolo contra ti, estás apapachándolo.
2. Ademán
1. m. Movimiento o actitud del cuerpo o de alguna parte suya con que se manifiesta disposición, intención o sentimiento. Con ademán decidido. Hizo ademán de huir, de acometer.
2. m. pl. modales.
Esta palabra tiene su origen en el árabe hispano al-adhamán, que podríamos traducir como la garantía y dhaman, que sería aseguranza o garantía. Según su origen, un ademán no es otra cosa que un gesto que garantiza un movimiento y que, sin embargo, no suele concluir.
3. Ataraxia
1. f. Fil. Imperturbabilidad, serenidad.
La palabra ataraxia, que hace referencia a un estado imperturbable de tranquilidad y serenidad, proviene del griego ἀταραξία. La palabra está compuesta del ἀ- (a = sin) + ταραχή (taraji = turbación, perturbación, agitación).
4. Acendrado
1. adj. Dicho de algo como una cualidad, una conducta, etc.: Puro y sin mancha ni defecto.
El origen de esta palabra es muy curioso. Proviene del romance "cendrar", que procede a su vez del latín vulgar cinare. Este es un verbo derivado de cinis, cineris que significa ceniza. Por tanto, acendrado es aquello que no tiene ceniza, que no está cubierto de ella y, en consecuencia, está inmaculado y libre de mancha.
5. Arrebol
1. m. poét. Color rojo, especialmente el de las nubes iluminadas por los rayos del sol o el del rostro.
2. m. colorete (‖ cosmético).
3. m. pl. arrebolada.
En este caso, quedémonos con esa primera definición que evoca en nuestras mentes una imagen tan bonita. Esta palabra procede de rubor, que a su vez proviene de rubio. De mono que el arrebol no es otra cosa sino el rubor de las nubes, que se tiñen de tonos rojizos al atardecer.
6. Aurora
1. f. Luz sonrosada que precede inmediatamente a la salida del sol.
2. f. Principio o primeros tiempos de algo.
3. f. Hermosura del rostro, y, por ext., el rostro sonrosado.
4. f. Bebida compuesta de leche de almendras y agua de canela.
5. f. Canto religioso que se entonaba al amanecer, antes del rosario, y con el que se daba comienzo a la celebración de una festividad de la Iglesia.
Aurora es una palabra que procede del latín aurora, y significa alba o madrugada. Su raíz se encuentra en el indoeuropeo *aus-, que significa brillo del sol naciente, y que nos ha dado palabras como Australia, Austria o austral.
7. Beldad
1. f. cult. Belleza o hermosura, especialmente la de las personas y más particularmente la de la mujer.
2. f. cult. Persona notable por su belleza, especialmente una mujer.
Una bella palabra para hablar de la belleza. Proviene del latín bellitas, bellitatis, forma sustantiva de bellus que en castellano sería bello.
8. Bonhomía
1. f. Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento.
Bonhomía es una palabra prestada del francés, derivada de bonhomie. Fue en 2001 cuando se registró por primera vez en el diccionario español. Es el resultado de unir la sencillez con la bondad.
9. Caleidoscopio
1. m. Tubo ennegrecido interiormente, que encierra dos o tres espejos inclinados y en un extremo dos láminas de vidrio, entre las cuales hay varios objetos de forma irregular, cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir volteando el tubo, a la vez que se mira por el extremo opuesto.
2. m. Conjunto diverso y cambiante. Un caleidoscopio de estilos.
Aunque ahora, al decir caleidoscopio, nos refiramos a ese artilugio con los que jugamos de niños, el origen de esta palabra la hace preciosa por definición. Y es que es la forma compuesta de las palabras griegas kalós ‘bello’, eîdos ‘forma, figura, aspecto’ y skopein ‘mirar’ . En conclusión, la palabra significaba "mirar una imagen bella".
10. Compasión
1. f. Sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien.
Esta palabra, que tan cerca y tan lejos se encuentra de la pasión tal y como la entendemos en nuestra lengua, comparte con ella origen. Proviene del latín compassio, que se compone del prefijo con- (convergencia, reunión), patior (padecer, sufrir) y -ción (acción y efecto). Por tanto, la compasión es el efecto de reunir nuestros padecimientos, de sentirlos juntos.
11. Complicidad
1. f. Cualidad de cómplice.
Aunque ahora usemos, a menudo, esta palabra para referirnos a la sincronización entre dos personas, su origen es claramente delictivo. Proviene del latín complicitas, que podría traducirse como "asociación para cometer un crimen". Se compone de con- (todo, junto), plexus (plegado, entrelazado) y el sufijo -dad (cualidad). Es, por tanto, la cualidad de estar entrelazados.
12. Desenlace
1. m. Final de una acción o de un suceso. El desenlace DE la reyerta fue trágico. Esperan el desenlace DE la intervención quirúrgica.
2. m. En una obra dramática, narrativa o cinematográfica, final en el cual se resuelve la trama.
3. m. eufem. Fallecimiento de una persona.
4. m. p. us. Acción y efecto de desenlazar (‖ hacer que algo deje de estar enlazado).
Esta palabra está formada por dos prefijos (des- y -en-) y un sufijo (-e, que refleja acción y efecto). Su palabra central es lazo, que proviene del latín laqueus. El desenlace no es otra cosa que aquello que resulta de soltar los lazos de una historiao un suceso.
13. Esperanza
1. f. Estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea.
2. f. Mat. Valor medio de una variable aleatoria o de una distribución de probabilidad.
3. f. Rel. En el cristianismo, virtud teologal por la que se espera que Dios otorgue los bienes que ha prometido.
Esta palabra proviene del latín sperare, que es esperar o tener esperanza. Es decir, la esperanza es la capacidad de esperar, confiando en lo que vendrá después.
14. Etéreo
1. adj. Perteneciente o relativo al éter.
2. adj. poét. Perteneciente o relativo al cielo.
3. adj. poét. Vago, sutil, vaporoso.
Para comprender el significado de esta misteriosa palabra, que siempre utilizamos en el sentido de aquello que es intangible o poco definido, debemos hablar primero de la palabra éter. Esta proviene del griego aither, que significa aire puro. Por tanto, lo etéreo es aquello que es como el aire, prácticamente indetectable pero presente.
15. Elocuencia
1. f. Facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover o persuadir.
2. f. Eficacia para persuadir o conmover que tienen las palabras, los gestos o ademanes y cualquier otra acción o cosa capaz de dar a entender algo con viveza. La elocuencia de los hechos, de las cifras.
La palabra elocuencia viene del latín eloqui, que significa explicarse o exponer. Esta, a su vez, está compuesta del verbo loqui y el prefijo ex-, que indica hacia afuera. La elocuencia es, por tanto, la habilidad de hablar hacia afuera, de expresarse o explicarse.
16. Efímero
1. adj. Pasajero, de corta duración.
2. adj. Que tiene la duración de un solo día.
Esta palabra, que usamos para hablar de algo breve o de poca duración, proviene del griego bizantino ‘ephḗmeros’ (ἐφήμερος), cuya traducción literal es "de un día". Este vocablo proviene, a su vez, de la palabra hemera, "día", y el prefijo epi-, que indica alrededor o sobre.
17. Flébil
1. adj. poét. Digno de ser llorado.
2. adj. poét. Lamentable, triste, lacrimoso.
Esta palabra tan lastimosa procede del latín flebilis, que podría traducirse como afligido
18. Glosolalia
1. f. don de lenguas (‖ capacidad sobrenatural de hablar lenguas).
2. f. Psiquiatr. Lenguaje ininteligible, compuesto por palabras inventadas y secuencias rítmicas y repetitivas, propio del habla infantil, y también común en estados de trance o en ciertos cuadros psicopatológicos.
Esta palabra, cuyos significados parecen tan opuestos entre sí, proviene de una frase del griego, glōssais lalō, que procede a su vez de dos palabras, γλώσσα (glossa = lengua), y λαλεῖν (laleín = hablar).
19. Gentileza
1. f. Gallardía, garbo y bizarría.
2. f. Urbanidad, cortesía.
3. f. Obsequio o patrocinio económico. Este libro es una gentileza de la editorial.
Gentileza procede de la palabra latina gentil, que significa amable o delicado. Por tanto, la gentileza es la virtud de ser gentil, ya que el sufijo -eza expresa siempre cualidad.
20. Hipérbole
1. f. Ret. Aumento o disminución excesiva de aquello de que se habla. Era u. t. c. m.
2. f. Exageración de una circunstancia, relato o noticia.
Esta figura literaria proviene del griego ὑπερβολή (hyperbole), que está formada por el prefijo ὑπερ (hiper- = sobre, por encima de) y βολή (bole= lanzamiento, acción de arrojar). Es decir, "tirar encima". Por ello la hipérbole no es otra cosa más que una exageración, lo que en castellano diríamos tirar por alto.
21. Inefable
1. adj. Que no se puede explicar con palabras.
La palabra inefable proviene del latín ineffabilis, que a su vez está formada por cuatro partes. In- (prefijo de negación) ex- (que por asimilación se muda en ef-), -fa- (del verbo fari, que significa decir) y el sufijo -bilis (que significa "capaz de"). Por tanto, algo inefable es, literalmente aquello que no es capaz de decirse.
22. Inconmensurable
1. adj. No conmensurable.
2. adj. Enorme, que por su gran magnitud no puede medirse.
Esta palabra, que hace referencia a aquello que no tiene mesura (medida) proviene del latín incommensurabilis. Esta voz está formada por el prefijo in- (no), el verbo metiri (medir) y el sufijo -bilis (que puede).
23. Iridiscencia
1. f. cult. Reflejo de colores distintos, generalmente como los del arco iris.
Iridiscencia es una palabra compuesta de distintas raíces latinas. Sus componentes léxicos son iris (la parte coloreada de nuestro ojo), el verbo esse (ser) y el sufijo -encia, que expresa cualidad de un agente. Por tanto, la iridiscencia es la cualidad de ser como el iris, lleno de colores.
24. Imprescindible
1. adj. Dicho de una persona o de una cosa: De la que no se puede prescindir.
2. adj. Necesario, obligatorio. Para entrar, es imprescindible identificarse.
Imprescindible es la forma negativa de prescindible, palabra que proviene del verbo latino praescindere. Este estaba compuesto por el prefijo prae- (antes) el verbo scindere (contar) y el sufijo -bilis (de posibilidad pasiva). Por tanto, aquello prescindible es con lo que contamos antes que nada, y lo imprescindible aquello con lo que no contamos antes que nada.
25. Inexorable
1. adj. Que no se puede evitar. El inexorable paso del tiempo.
2. adj. Que no se deja vencer con ruegos.
La palabra inexorable proviene del latín inexorabilis, que podríamos traducir de manera literal como "aquel al que no se le puede suplicar ni convencer".
26. Jitanjáfora
1. f. Texto carente de sentido cuyo valor estético se basa en la sonoridad y en el poder evocador de las palabras, reales o inventadas, que lo componen.
Este recurso literario, que tan bien encaja en nuestro artículo de hoy, fue creado por el escritor cubano Mariano Brull. Y como no podía ser de otra forma, es una palabra inventada a raíz de palabras carentes de significado, pero de gran sonoridad.
27. Koala
1. m. Mamífero marsupial arborícola parecido a un oso pequeño, propio de los eucaliptales australianos.
Esta palabra, como casi todas las empiezan por K o W, proviene de otra lengua. Es un préstamo lingüístico. En este caso, del darug, una lengua aborigen de Australia. Además de ser una palabra llena de sonoridad que hemos tomado prestada y hemos adaptado desde otra lengua, hace referencia a un animal de lo más adorable.
28. Lilaila
1. f. Tela fina de lana o seda.
2. f. coloq. Astucia, treta, bellaquería. U. m. en pl.
Esta extraña palabra, de significados tan dispares, proviene del árabe clásico lā ilāha illā llāh, que significa no hay más dios que Alá. ¿Cómo habrá acabado adquiriendo estos significados tan distintos?
29. Luminiscencia
1. f. Propiedad que tienen algunos cuerpos de emitir luz sin elevación de temperatura. La luminiscencia de las luciérnagas.
2. f. Luz emitida por luminiscencia.
La palabra luminiscencia está compuesta por distintas raíces latinas. Sus componentes léxicos son lumen (materia combustible encendida) -sc- (sufijo que indica proceso) y -encia (cualidad del que hace la acción). Por tanto, es la capacidad del lumen de encenderse.
30. Melancolía
1. f. Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que quien la padece no encuentre gusto ni diversión en nada.
2. f. Med. Monomanía en que dominan las afecciones morales tristes.
3. f. desus. Bilis negra o atrabilis.
El origen de esta palabra es la palabra latina melancholia y el vocablo griego melankholía, que significa bilis negra o mal humor. Era una palabra que utilizaba la medicina antigua para diagnosticar este mal.
31. Melifluo
1. adj. Que tiene miel o es parecido a ella en sus propiedades.
2. adj. Dulce, suave, delicado y tierno en el trato o en la manera de hablar. U. m. en sent. peyor.
Como ya habrás podido adivinar, la palabra melifluo tiene raíz en la miel. Proviene de la palabra latina mellifluus, que significa "que destila miel". Es decir, algo melifluo es algo tan dulce, que parece que está cubierto de miel.
32. Nefelibata
1. adj. Dicho de una persona: Soñadora, que no se apercibe de la realidad.
Esta palabra, que proviene del griego, no fue registrada en el DRAE hasta 1984., y se cree que fue Rubén Darío quien la acuñó. La palabra está formada por las formas griegas νεφέλη (nephele = nube), y βάτης (bates), nombre de agente, de βαίνω (baino = yo ando). Por tanto, un nefelibata es una persona que camina sobre las nubes.
33. Nostalgia
1. f. Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos.
2. f. Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida.
La palabra nostalgia proviene del griego νόστος (nostos = regreso) y ἄλγος (algos = dolor). Es, por tanto, el dolor que causa el regreso cuando aún no se ha concretado.
34. Origami
1. m. papiroflexia.
Esta palabra, que hemos tomado prestada del japonés, está en nuestra lista por la suavidad con la que suenan sus sílabas entre los labios. Está compuesta por las palabras japonesas oru (plegar) y kami (papel), por lo que es, literalmente, el arte de plegar papel.
35. Olvido
1. m. Cesación de la memoria que se tenía.
2. m. Cesación del afecto que se tenía.
3. m. Descuido de algo que se debía tener presente.
La palabra olvido proviene del latín oblitus, que significa pérdida de la memoria de un suceso. Esta, a su vez, proviene de la palabra livisci, que significa ponerse denso u oscuro. Por tanto, el olvido es aquello que sucede cuando nuestra memoria se pone oscura.
36. Palíndromo
1. m. Palabra o frase cuyas letras están dispuestas de tal manera que resulta la misma leída de izquierda a derecha que de derecha a izquierda; p. ej., anilina; dábale arroz a la zorra el abad.
Palíndromo es una palabra de origen griego, que proviene de la formación palin dromein. Su traducción literal sería volver atrás o recorrer a la inversa. Y eso es precisamente lo que hace especial a los palíndromos, que pueden leerse a la inversa sin encontrar dificultad.
37. Primavera
1. f. Estación del año que, astronómicamente, comienza en el equinoccio del mismo nombre y termina en el solsticio de verano.
2. f. Época templada del año, que en el hemisferio boreal corresponde a los meses de marzo, abril y mayo, y en el austral a los de septiembre, octubre y noviembre.
La palabra primavera proviene de la forma latina ver primum, que significa la entrada del verano o la estación previa al verano. En latín, se conocía como primaevitas, que también significaba la edad primera o, según Virgilio, "que está en la flor de la edad".
38. Perenne
1. adj. Continuo, incesante, que no tiene intermisión
La palabra perenne viene del latín perennis, que está formado con el prefijo per- y la raíz annus. Es decir, aquello que perdura por años o a través de los años.
39. Quimera
1. f. En la mitología clásica, monstruo imaginario que vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón.
2. f. Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo.
Esta palabra tan especial proviene del griego Χιμαιρα (Khimaira). Era un ser monstruoso con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente. Algo difícil de entender y que, pese a que muchos lo imaginaban, era del todo imposible en la realidad. De ahí su significado derivado, el que ahora utilizamos para referirnos a cosas poco probables que se veían bien en nuestras mentes.
40. Rocambolesco
1. adj. Dicho de una circunstancia o de un hecho, generalmente en serie con otros: Extraordinario, exagerado o inverosímil.
Rocambolesco es una palabra que debemos al vizconde Pierre-Alexis Ponson du Terrail, que en 1854 dio forma a su criatura literaria Rocambole y cuyas características dieron forma a este adjetivo.
41. Resiliencia
1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
Esta palabra proviene del verbo latino resilio, que podría traducirse como saltar hacia atrás o rebotar. Es un término que la física usó para hablar de materiales que podían resistir un impacto y que, por su significado evocador, acabó formando parte del vocabulario culto.
42. Reanudar
1. tr. Renovar o continuar el trato, estudio, trabajo, conferencia, etc. U. t. c. prnl.
La palabra reanudar proviene del latín nodus, nudo. Es, literalmente, la acción de volver a anudar. Es decir, volver a realizar los nudos que te llevaron a la situación original, sea esta un trato o un proceso que se había pausado.
43. Reciprocidad
1. f. Correspondencia mutua de una persona o cosa con otra.
2. f. Gram. Cualidad de recíproco (‖ que tiene como antecedente otros argumentos del mismo predicado).
Esta palabra proviene de la forma latina reciprocus, que significa igual uno que para otro. Es decir, es la cualidad de hacer que algo sea igual para uno que para otro.
44. Serendipia
1. f. Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. El descubrimiento de la penicilina fue una serendipia.
Esta curiosa palabra la hemos tomado prestada del inglés serendipity, que a su vez lo tomaron prestado de Serendip, la transcripción inglesa del nombre persa de la isla del índico pacífico que hoy conocemos como Ceilán y cuyo nombre oficial es Sri Lanka.
El motivo de su significado se encuentra en una fábula persa, llamada Los tres príncipes de Serendip, que cuenta la historia de tres príncipes que resuelven sus problemas por medio de descubrimientos accidentales y afortunados.
45. Superfluo
1. adj. No necesario, que está de más.
La palabra superfluo proviene del latín superfluus, que significa excesivo. Es, por tanto, aquello que sobra, que rebosa.
46. Sempiterno
1. adj. Que durará siempre; que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.
Aunque a simple vista puedo parecer que esta palabra está formada por "siempre" y "eterno", es así. La palabra proviene de sempiternus, que a su vez se deriva de la raíz latina semper, que significa eterno.
47. Trampantojo
1. m. coloq. Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es.
Trampantojo es una palabra técnica del mundo del arte que se ha formado al unir las palabras que forma la expresión "trampa ante ojo".
48. Ternura
1. f. Cualidad de tierno.
2. f. Sentimiento de cariño entrañable.
Esta palabra tan adorable proviene del latín ternus (tierno). Con el prefijo -ura, que indica actividad o resultado, se convierte en el resultado de aquello que es tierno.
49. Ukelele
1. m. Instrumento musical de cuerda, popularizado desde el archipiélago estadounidense de Hawái, parecido a la guitarra, pero de menor tamaño.
La palabra ukelele la hemos tomado prestado del hawaiano, aunque lo cierto es que el instrumento es de origen portugués. Significa, literalmente pulga (uku) saltarina (lele = saltar). Quizá por el sonido que hacen sus cuerdas o por la forma en la que se mueven los dedos para tocarlo.
50. Vorágine
1. f. Remolino impetuoso que hacen en algunos parajes las aguas del mar, de los ríos o de los lagos.
2. f. Pasión desenfrenada o mezcla de sentimientos muy intensos.
3. f. Aglomeración confusa de sucesos, de gentes o de cosas en movimiento.
Esta palabra proviene del latín vorago, voraginis, que hacía referencia a un remolino o al abismo. Pero, a su vez, proviene de vorare, que significa tragar y dio origen a palabras como devorar o voraz. Por tanto, la vorágine es aquello que se lo traga todo.