Entramos en la espectacular mansión donde vive Carolina de Mónaco: lujo estilo Belle Époque con vistas de cuento a la bahía

A sus 67 años, Carolina de Mónaco está por fin en buen momento. La hija mayor de Rainiero III y Grace Kelly, que ha vivido una vida intensa y apasionante, actualmente goza de un ritmo más relajado y acomodado. Pero ¿dónde vive Carolina de Mónaco y exprime sus horas de mayor tranquilidad? Pues, probablemente, en su residencia oficial.

El lugar donde vive la hermana de Estefanía de Mónaco y Alberto II de Mónaco, lejos de los flashes y de miradas curiosas (con permiso del Château de Marchais, un castillo del siglo XVI donde se refugia a menudo la familia) es una villa de estilo Belle Époque, situada en el corazón de Mónaco, en una zona tranquila y pintoresca, con vistas al mar y al palacio principesco. Una villa que fue un regalo de su padre y que guarda muchos recuerdos de su infancia y de su familia. Te llevamos hacia uno de los lugares más emblemáticos de Mónaco: La Villa Clos-Saint Pierre.

¿DÓNDE VIVE Carolina de Mónaco?

Descubrir algunos secretos y curiosidades de esta lujosa residencia no es tarea fácil, pues se trata de una mansión escondida y ubicada en una de las zonas más tranquilas de Francia. La princesa Carolina de Mónaco no solo vive en la Villa Clos-Saint Pierre, sino que también tiene otras propiedades como en París o Provenza. Sin embargo, la villa es su residencia oficial en el Principado, donde pasa la mayor parte del año, sobre todo en verano, cuando recibe la visita de sus hijos y nietos.

La Villa Clos-Saint Pierre es una vivienda lujosa de estilo Belle Époque que se encuentra en el corazón de Mónaco, cerca del Museo Oceanográfico, de los jardines de Saint-Martin y del Palacio Grimaldi o Palacio principesco, y lejos de las grandes villas de la Riviera. Concretamente, se ubica en Mónaco Ville, una zona con apenas 2.000 habitantes situada entre Fontvieille y La Condamine.

Fue un regalo de su padre, el príncipe Raniero III, antes de su boda con Philippe Junot. En esta villa han crecido sus hijos Andrea, Carlota y Pierre Casiraghi, fruto de su matrimonio con Stefano Casiraghi, quien falleció en un accidente náutico en 1990.

Una villa frente a la Bahía de Mónaco llena de encanto

La Villa Clos-Saint Pierre es el refugio personal de la princesa Carolina, donde disfruta de paz y armonía junto a su familia. Es una residencia que refleja su personalidad y su gusto por la elegancia, el arte y el compromiso social.

La villa se esconde tras un muro de piedras y muchas plantas, y tiene un encanto pintoresco y acogedor. Caracterizada por los tonos pastel y situada frente a la bahía de Mónaco, es una de las viviendas más bellas de la Belle Époque de la Costa Azul.

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¿Cómo se distribuye la residencia de Carolina de Mónaco?

La princesa Carolina ha fusionado dos casas vecinas a la residencia para que sus hijos tengan su propio espacio e intimidad, y ha cambiado la decoración y el destino de ciertas partes, siguiendo el consejo de un amigo decorador. La villa también cuenta con un lugar reservado para los más jóvenes, como la princesa Alejandra, hija de su tercer matrimonio con Ernesto de Hannover, y sus nietos Sasha y Raphaël, hijos de Andrea y Carlota respectivamente.

La decoración de la villa se caracteriza por el uso de elementos decorativos como columnas, frontones, muchos balcones, enormes ventanales y molduras, con vistas al mar y al palacio principesco, y se esconde tras un muro de piedras y muchas plantas. Dispone de a Villa Clos-Saint Pierre tiene al menos seis habitaciones, tres salones, biblioteca, varias salas de estar y comedores, una cocina y un enorme jardín.

El próximo 23 de enero de 2025, Carolina de Mónaco cumplirá los 68. Como en ocasiones anteriores, se intuye que lo celebrará de manera íntima rodeada de sus seres queridos. ¿Lo hará en esta enorme villa con vistas a la Bahía de Mónaco? Todavía quedan meses para que haya una confirmación oficial -si es que la hay en el algún momento, que no es lo usual- al respecto, pero no sería extraño que la princesa quisiera pasar un día tan señalado en la Villa Clos-Saint Pierre, un lugar privado, alejado de los focos, lleno de encanto y de historia.