El turrón es uno de los dulces navideños más populares, y con razón porque ¡está riquísimo! La oferta es increíble y para todos los gustos: desde los tradicionales de chocolate, frutos secos, yema, Alicante (el duro) y Jijona (el blando) hasta los llamados de autor, pasando por un montón de variedades como el de pistachos, cheesecake, limón o crema catalana.
Para echarte un cable con la elección del turrón, y al igual que hace con los panettone, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) evalúa diversos turrones disponibles en el mercado, elaborando un ranking basado en la calidad del producto, la relación calidad-precio y la satisfacción general del consumidor. En el correspondiente estudio se tienen en cuenta factores como la composición y el etiquetado, para asegurar que la información sea precisa y completa para orientarnos bien a la hora de hacer nuestras elecciones en el supermercado.
Los turrones, al igual que sucede con otros dulces navideños elaborados con mezcla de almendras y azúcar, son alimentos muy calóricos de los que no convienen abusar y hay que consumir solo ocasionalmente. Partiendo de la base de que los turrones no son saludables, sí podemos encontrar algunos mejores que otros. Este sería el caso de los turrones duros que generalmente no contienen aditivos, lo que les otorga un perfil más natural. Todo lo contrario sucede con los de chocolate en los que, según la OCU es frecuente que las marcas usen grasas vegetales y aditivos en lugar de manteca de cacao, lo que afecta la calidad del producto.
El uso tradicional de ingredientes, un plus
La OCU valora positivamente que se empleen como edulcorantes ingredientes tradicionales como la miel y el azúcar, mientras que penalizan los sucedáneos más económicos como jarabes de glucosa o azúcares invertidos. Se revisa también la presencia de aditivos, ausentes en los turrones duros pero que sí aparecen en turrones blandos y en los turrones de chocolate, que recurren a emulsionantes.
En el caso de estos últimos se fijan también en la composición y consideran decepcionante que en muchos casos se sustituya la manteca de cacao, que debería ser la base del producto, por otro tipo de grasas vegetales más baratas y de menor calidad, como el aceite de palma o de karité. Además, se trata de disfrazar la falta de ingredientes típicos de chocolate adicionando aromas. Aunque hay excepciones, el resultado de la degustación es muy pobre.
Estos son los mejores en sus categorías
Los últimos datos proporcionados por la OCU sobre su estudio de turrones dicen que si te gusta el de Alicante, el turrón Dor (Lidl) es el mejor en calidad-precio, gracias a la gran cantidad de almendra que contiene (63%). Le siguen de cerca Eroski Seleqtia y Antiu Xixona.
Por otro lado, si adoras la suavidad y el sabor del de Jijona, el de Antiu Xixona es el mejor valorado con un 70% de almendras en su composición, lo que lo convierte en una buenísima opción. Detrás de él encontramos los turrones de las marcas Delaviuda y Dor, otras buenas opciones a tener en cuenta cuando vayas a comprar tus turrones.
Así puedes hacer turrón casero
Y si te apetece vivir la experiencia de hacer tu propio turrón, aquí tienes una de las recetas que más triunfan: el turrón de chocolate crujiente. Perfecto para servirlo al final de la comida, con el café o en la merienda. Solo necesitas chocolate con leche y arroz inflado. ¡Para chuparse los dedos!
2 unidades | 45 minutos
INGREDIENTES
- 325 g de chocolate con leche de cobertura
- 100 g de arroz inflado
CÓMO HACER TURRÓN DE CHOCOLATE CRUJIENTE
- Empieza troceando el chocolate, colócalo en un recipiente que aguante el calor y cocínalo al baño maría.
- Vierte ⅔ partes del chocolate sobre la superficie de trabajo bien limpia y extiéndelo con una espátula para que se temple. Recógelo e introdúcelo otra vez dentro de la cacerola. Reserva un poco para cubrir el turrón y mezcla el resto con el arroz.
- A continuación forra el interior de un molde rectangular con papel sulfurizado. Vierte la mezcla y asegúrate de que queda bien repartida. Deja enfriar.
- Cuando esté listo, desmóldalo y disponlo sobre una rejilla. Calienta el chocolate reservado, viértelo sobre el turrón y deja que se enfríe.