- Ingredientes:
- 2 calabacines
- 1 cebolla
- 2 patatas medianas
- 1 quesito en porciones bajo en calorías
- 100 ml de leche desnatada
- 30 g queso parmesano en virutas
- Sal y pimienta negra
(Versión tradicional: 389 kcal | Versión ligera: 97 kcal)
Si buscas cremas o sopas fáciles pero también ligeras, tienes que probar esta crema de calabacín light. Sustituyendo la nata por leche desnatada y un quesito bajo en calorías, y prescindiendo de los picatostes u otros tropezones calóricos, logramos rebajarle ¡casi 300 calorías!
El resultado es una deliciosa sopa 100% libre de culpa, que puedes permitirte de vez en cuando, y también un plato apto para vegetarianos, porque de origen animal solo lleva lácteos. Y si quieres una versión vegana, puedes usar para espesar champiñones o anacardos en lugar de leche y queso.
Cómo hacer crema de calabacín light paso a paso
- Preparar los ingredientes. Lava los calabacines, pélalos y córtalos en rodajas. Pela la cebolla y las patatas y córtalas en trozos.
- Cocer las hortalizas. Pon un cazo con 1 l de agua al fuego, añade una cucharadita de sal y agrega las hortalizas. Tapa el cazo y cuécelo a fuego medio durante 20 minutos. Sácalo del fuego, retira parte del agua de cocción, y resérvala.
- Incorporar los láctes. Añade el quesito y la leche y tritúralo con una batidora hasta conseguir una crema homogénea. Rectifica el espesor con el caldo de cocción que habías reservado.
- Emplatar y servir. Repártelo en cuencos individuales. Espolvorea con las virutas de parmesano y una pizca de pimienta negra. Y añade una rodajita fina de limón verde, que le da un toque ácido que le sienta de maravilla.