La calabaza es uno de los productos del otoño más interesantes, aunque gracias a la gran variedad que existe, se encuentran en el mercado durante todo el año. Es un fruto de forma muy variada (esférica y achatada, ovalada y alargada), al igual que el color de su corteza (anaranjada, amarilla, verde, blanca, morada, incluso negra). Además de su componente decorativo y su asociación con Halloween, no puede faltar en la cocina. La más utilizada en este sentido es la calabaza común, de nombre ciéntifico Cucurbita máxima.

Aunque la crema de calabaza, la protagonista de hoy, es la más conocida, hay una enorme variedad de recetas saludables que pueden hacerse ella como calabazas rellenas, ñoquis de calabaza o gajos de calabaza asada. Centrándonos en la crema, te diré que es una receta facilísima con la que siempre se acierta. Además, es más versátil de lo que parece ya que combina con ingredientes tan variopintos como la naranja, la zanahoria, el queso parmesano, el beicon, el pulpo, los langostinos, el curry o el huevo escalfado, como descubrirás en las recetas al final del artículo.

 

Empezando por el principio: pelar la calabaza

Cuando vayas a comprar la calabaza, tienes que fijarte en que no tenga golpes ni arañazos, y que el color sea homogéneo y con cierto brillo. Como todo, la calabaza tiene una cara B y es que resulta un engorro pelarla. ¿Cómo hacerlo? Tienes 4 opciones, para todas ellas necesitas una tabla de corte resistente que no se mueva, un buen cuchillo y mucha prudencia.

  • De arriba abajo. Córtala por la mitad y retira las semillas. Dispón una mitad boca abajo y ve quitando la piel de arriba abajo. Luego trocéala a tu gusto.
  • En trozos. Córtala en pequeñas rodajas o trozos, tal como harías con un melón, y luego quita la piel de cada trozo.
  • En el microondas. Igual que escaldamos los tomates para pelarlos más fácilmente, la idea sería calentar la calabaza 3 minutos para así ablandarla. Ten la precaución de pincharla antes con un tenedor.
  • En el horno. La misma idea que en el microondas, solo que tendrás que calentarla a 200 ºC unos 10 minutos. En ambos métodos la estás precocinando, con lo que no te serviría según para qué receta.

Otra idea es comprarla ya pelada, troceada y envasada, tal como la encontrarás en muchos supermercados.

El secreto para que no queden grumos

Independientemente de los complementos que le pongas, el secreto de una crema de calabaza es que sea homogénea y no tenga grumos. Hay distintas maneras de evitarlos, según la receta de la que se trate. El quid de la cuestión está en hacerlo después de haberla triturado. En un caso puedes calentarla y añadir caldo o nata, y cocerla durante unos minutos. Otra opción es pasarla por el colador chino para que quede más fina y suave.

Echa un vistazo a las recetas de crema de calabaza que te proponemos en las que, no solo las encontrarás combinadas con distintos ingredientes, sino también como relleno de calabacines o acompañamiento de espaguetis.