Ya sea como complemento, en forma de tartaleta o directamente como pastel, el hojaldre es uno de los mejores recursos para darle un aire festivo a tus platos. Además, tiene la gran ventaja de que combina con absolutamente todo lo que les pongas, tanto dulce como salado, aunque en esta ocasión nos centraremos en la parte salada. Como ya sabrás, en el supermercado y tiendas de alimentación es fácil encontrar diversos tipos de hojaldre: con o sin mantequilla, refrigerado o congelado y redondo o rectangular, por citar los más frecuentes.
De hecho, te resultará muy práctico contar siempre con una o dos láminas en la nevera para poder improvisar cenas como empanada de hojaldre con atún, hojaldritos de jamón y queso o similares. Además, el hojaldre también te servirá para ocasiones especiales como la Navidad. Combinándolo con los ingredientes adecuados y presentándolo con unos emplatados que se adapten a las circunstancias, dejarás a tus invitados con la boca abierta.
Ideas para tus recetas navideñas saladas
Si quieres servir hojaldre en las celebraciones de Navidad pero no tienes muy claro cómo hacerlo, aquí tienes algunas ideas. La primera de ellas es que lo hagas en forma de aperitivos, como pueden ser los volovanes, las tartaletas o las rosas de hojaldre, todas ellas recetas que encontrarás más abajo. Las opciones individuales son muy cómodas para comer de un bocado.
También puedes servirlo como complemento de un primer o segundo plato, por ejemplo un enrejado que acompañe a un consomé, o discos de hojaldre que coronen un timbal o sirvan de base a una hamburguesa mini gourmet, como también verás más abajo. La tercera opción más popular son los pasteles salados, muy cómodos de preparar, nutritivos, completos y ¡muy lucidos! Para que tengas donde elegir, te proponemos dos de carne y dos de pescado.
Trucos para que el hojaldre te quede perfecto
Es fácil trabajar el hojaldre refrigerado pero es importante que sigas las indicaciones del envase porque cada marca tiene las suyas propias. Aparte, estate siempre atenta al horneado porque hay factores que pueden hacer que tu receta esté antes de lo que piensas, así que no te despistes o podría quemarse. Alguno de estos factores es la altura a la que colocas la bandeja del horno o el tamaño de lo que vayas a hornear (no es lo mismo un gran pastel salado que seis individuales.
Hay elaboraciones en las que quieres que el hojaldre suba, pero en otras no te interesa, o solo te interesa que lo haga en alguna zona en concreto. Para ello, solo tienes que pincharlo con un tenedor antes de rellenarlo. Otro truco muy eficaz es pintar el hojaldre con huevo batido para que tenga un color dorado bonito. En el caso de que notes que coge demasiado color cuando aún está la base medio cruda, tápalo con papel de aluminio evitando que toque la pared o el techo del horno.
Una vez horneado, el hojaldre debe mantenerse alejado de humedad y fuentes de calor. Aunque puedas comerlo de un día para otro, lo ideal es tomarlo en el mismo día ya que va perdiendo textura.