Hace tiempo que el porridge o gachas de avena han vuelto a ponerse de moda, pero pese a ser saludables y muy fáciles de preparar, a muchas personas no les acaba de convencer. Su sabor, su textura o el hecho de preferir empezar el día con algo más sólido suelen ser las razones por las que buscan otras opciones para tomar avena en el desayuno. La avena está considerada uno de los alimentos más recomendables por su composición equilibrada, muy rica en proteínas y fibras, y con menos carbohidratos que otros cereales, motivo por el que resulta muy saciante.

Además, la Fundación Española de Nutrición (FEN) destaca que es el único cereal con fibras insolubles y solubles a la vez. Gracias a la primera facilita el tránsito intestinal y reduce el estreñimiento, mientras que la segunda interviene en la reducción del colesterol malo y, por lo tanto, protege frente a las enfermedades cardiovasculares. Además es rica en sílice, que refuerza los tejidos del organismo y la memoria, y en fósforo, ideal para alimentar el cerebro. En cuanto a las vitaminas, destaca sobre todo por las del grupo B, esenciales para que el cuerpo aproveche la energía de los alimentos.

Así puedes tomar la avena

Cuando hablamos de avena y desayuno solemos visualizar mentalmente unos copos de avena. Es verdad que suelen ser los más frecuentes, sobre todo porque son el elemento clave para hacer porridge, pero si justamente es eso lo que quieres evitar, te interesa conocer otras opciones como son la harina y la "leche" de avena. 

La harina de avena es el resultado del triturado y refinado en mayor o menor medida del grano de avena. La puedes incorporar en bizcochos, galletas y un montón de elaboraciones y pasa totalmente desapercibida. Por otro lado, la "leche" de avena es una bebida vegetal elaborada a partir de la misma y que te servirá principalmente para preparar batidos o aligerar masas. 

Si quieres tomar los copos de avena sin hervirlos o remojarlos en leche, tendrás que tostarlos, como es el caso de la granola. También puedes mezclarlos con yogur.

 

A continuación encontrarás varias recetas muy fáciles de elaborar pero también muy distintas entre sí. Desde galletas hasta bizcocho pasando por tortitas o batido, por si prefieres algo más ligero.