La satisfacción de disfrutar de una jugosa porción de carne es algo que a muchas de nosotras nos fascina, pero también sabemos que cocinarla puede ser un desafío. ¿Alguna vez te has encontrado con carne que, a pesar de tus mejores esfuerzos, resulta dura e incomestible? ¡No te preocupes! Hoy te traemos un truco culinario que cambiará por completo esta experiencia. Te enseñaremos cómo convertir esa carne que parece una suela de zapato en un manjar tierno y delicioso que te deleitará a ti y a tus invitados.
Lo asombroso de este truco es que es adecuado para cualquier nivel de habilidad en la cocina, ya seas una cocinera experimentada o alguien que apenas cocina. La simplicidad y efectividad de este consejo te sorprenderán, no requerirás ingredientes costosos ni utensilios de cocina especiales. Así que, continúa leyendo para descubrir cómo transformar la carne ya cocida en un placer suave y exquisito que disfrutarás en cada bocado. ¡Y lo mejor es que no te llevará mucho tiempo!
¿Por qué la carne se pone dura?
El resultado de una carne guisada que resulta dura y poco apetitosa puede estar relacionado con diversos factores.
Selección de la materia prima inadecuada: La calidad de la carne que elijas es fundamental. Optar por cortes de baja calidad o carne en mal estado puede resultar en una textura dura al cocinarla.
Elección incorrecta del corte o tipo de carne: Cada tipo de carne tiene sus particularidades. Algunos cortes son naturalmente más tiernos que otros. La elección del corte adecuado es esencial para lograr una carne cocinada suave.
Cortado de la pieza de carne en contra de las fibras: Cortar la carne en contra de las fibras en lugar de seguir su dirección natural puede hacer que la carne resulte más dura al cocinarla.
Falta de uso de técnicas para ablandar la carne previamente a la cocción: Existen métodos para ablandar la carne antes de cocinarla, como marinarla o utilizar mazos.
Agregado prematuro de sal durante la cocción: La sal puede extraer la humedad de la carne si se agrega demasiado pronto, lo que puede resultar en una textura más seca y dura.
Sellado insuficiente de la carne antes de cocinarla: Un buen sellado es esencial para atrapar los jugos de la carne. Si no se sella adecuadamente, la carne puede perder su humedad y volverse dura.
Cocinado insuficiente de la carne: Cocinar la carne durante un tiempo insuficiente puede dejarla cruda en su interior, lo que contribuirá a su dureza.
Omisión del tiempo necesario para que la preparación repose y se asienten los sabores: Dejar que la carne descanse después de cocinarla permite que los jugos se redistribuyan y que los sabores se intensifiquen.
¿CÓMO ABLANDAR LA CARNE ANTES DE COCINARLA?
Existen numerosos consejos y trucos muy útiles para ablandar la carne. Algunas de las técnicas más utilizadas incluyen:
Golpear o cortar la carne en trozos: Utilizar herramientas como un mazo de carne o realizar cortes estratégicos en la carne puede romper las fibras y ayudar a que se ablande durante la cocción.
Marinar: Dejar que la carne repose en una mezcla de líquidos y condimentos puede no solo mejorar su sabor, sino también su textura, al permitir que los sabores penetren en ella.
Suavizar en leche o yogur: La inmersión en leche o yogur antes de cocinarla puede ser efectiva para ablandar la carne, gracias a las enzimas presentes en estos productos lácteos.
Agregar licor, alcohol, bicarbonato o azúcar: Estos ingredientes pueden tener un impacto en la textura de la carne, ya sea mediante la acción de las enzimas o al romper las fibras.
Rebozar: Al recubrir la carne con una capa de pan rallado, harina o grasa, puedes atrapar la humedad y lograr que la carne retenga su jugosidad.
Sellar previamente: Cocinar la carne brevemente a altas temperaturas antes de continuar con la cocción puede ayudar a sellar los jugos en su interior, manteniéndola tierna.
El alcohol puede tener un impacto en la textura de la carne.
¿CÓMO ABLANDAR LA CARNE COCINADA DURA?
Para ablandar la carne ya cocida, necesitarás un ingrediente ácido, como el vinagre, el limón o el yogur. Estos ingredientes desempeñan un papel crucial al romper las fibras de la carne y suavizar su consistencia.
Para poner en práctica este truco, comienza por cortar la carne en tiras finas. Este paso facilitará que el ingrediente ácido penetre de manera efectiva en toda la carne. Luego, coloca las tiras de carne en un recipiente que contenga el ingrediente ácido. Asegúrate de que todas las tiras de carne queden completamente sumergidas y, a continuación, déjalas reposar durante al menos 30 minutos. Sin embargo, si tienes la posibilidad, lo ideal es dejarlas reposar durante varias horas o incluso durante toda la noche, para obtener los resultados más óptimos.
Una vez que la carne ha tenido tiempo suficiente para absorber los beneficios del ingrediente ácido, retírala del líquido y sécala cuidadosamente con papel absorbente. A partir de este punto, puedes proceder a cocinarla según tus preferencias. Lo mejor es que este truco también funciona para carnes frías. Así que, no dudes en aplicar esta técnica si el jamón se te pone duro. ¡El resultado será exquisito!