La realeza es sinónimo de pompa, artificio, joyas, ropa de lujo y grandes eventos. Eso y mucho más, pero siempre tratando conceptos que, inexorablemente, están hermanados con un elevadísimo poder adquisitivo. Más todavía en las monarquías del norte de Europa, en países como Dinamarca o Noruega, donde es habitual ver grandes ceremonias cuando se dan efemérides o cumpleaños. Un escenario boyante que en ningún caso debiera asumirse a Suecia, uno de sus países vecinos.

Y es que por sorprendente que resulte al hacer una lectura superficial, la realidad es que en la Casa Real sueca no están saliendo las cuentas. Hay problemas de dinero, sí. Y por supuesto, esto es algo que preocupa, no solo a las personas encargadas de llevar la contabilidad de todo lo que la institución comprende, sino que también tiene en alerta de un tiempo a esta parte a Carlos XVI Gustavo. El rey está inquieto, aunque cabe decir que esto no viene de ahora.

Carlos Gustavo de Suecia y Silvia Sommerlath
Gtres

La crisis económica que la Corona sueca arrastra desde la pandemia

Porque al echar un vistazo al pasado, cinco años atrás y directos al 2020 en el que la pandemia por la COVID-19 paralizó a todo el planeta, ya hubo un gran déficit en la Corona. Un descubierto de cerca de dos millones de euros, que se dice pronto, y que para nada debiera ser propio de un organismo tan asentado y poderoso. El caso es que cabe no olvidar que, en Suecia, los palacios que son propiedad del clan Bernadotte se financian solamente a partir del dinero que aportado por turistas y visitantes.

Y está claro que la pandemia no entendió de visitas ni turismo. Así comenzaría este particular 'calvario' sobre el que ya entonces se pronunció Jan Lindman, director financiero de la Corona, exponiendo que dada la excepcionalidad de la situación "no hemos reemplazado al personal que se ha jubilado". Lo anterior, además de que también se habían dado "algunos despidos". Una crisis sin precedentes de la que, de acuerdo con la información disponible, todavía no se han recuperado.

Carlos Gustavo de Suecia y Silvia Sommerlath
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Prueba de ello ha quedado en el texto difundido por el Tribunal de Cuentas en el diario sueco 'Expressen'. En él queda claro evidenciado que tanto los contables como el Rey están intranquilos por ver que no hay una recuperación. "En 2024, Su Majestad el Rey cumplió con sus obligaciones", dejan claro, para después detallar que esto no sirvió para que se dieran "las condiciones para satisfacer parte de las exigencias del Riksdag, el gobierno, las autoridades, las organizaciones, las empresas y los particulares".

Un futuro que se plantea incierto y costoso

Esta última revelación ha visto la luz poco después de que fuese de dominio público que el préstamo que la Familia Real se vio obligada a pedir al Gobierno para poder cubrir los actos del 2024 ya concluso terminó de pagarse este enero. ¿Y cuál es el motivo por el que se solicitó? Tan sencillo como que la financiación sigue siendo insuficiente, pero el ritmo no cesa en la apretada agenda oficial de la estirpe, de modo que había que encontrar un modo para poder asumir la gestión.

Ese vertiginoso ritmo que, por supuesto, no se prevé que cese en el 2025. Ni en los años venideros. Incluso habrá más cuestiones que tener en consideración, como el festejo de los 50 años de la princesa heredera Victoria que tendrá lugar este mismo año y para el que ya se ha advertido que se tendrá que pedir una "financiación adicional". Después vendrán los 80 del soberano, en el 2026, cuando también se cumplirán 50 años de la boda de Carlos Gustavo con la reina Silvia. Sí, sus bodas de oro. Una de esas cosas que solo se viven una vez en la vida.

El caso es que todos ellos son destacados para el clan que están al caer para los que, de nuevo, hará falta contar con el dinero suficiente para organizar los actos correspondientes. Actos que, por supuesto, se asumen costosos, pero es que hay más, puesto que también se requiere más dinero para el cuidado de los parques del Palacio Real. Entre ellos, Haga, Ulriksdal y Djugården, cuyo mantenimiento terminará por requerir de "más recursos" dado que "aumenta el desgaste y la basura". Tesituras que están por venir, pero a las que siempre en estos casos es mejor anticiparse.