Hay relatos de vida con incontables giros de guion y luego está el de Carmen Cervera. Tita Thyssen, Tita Cervera, la eterna baronesa. A la de Sitges no le faltan los sobrenombres. Y eso que nunca serán tantos como aventuras puede presumir de haber vivido a sus 81 años. Fue Miss España, se codeó con rostros de Hollywood como Marilyn Monroe y, entre mil y una anécdotas, no se resistió al amor. Fueron tres los maridos que tuvo, con la particularidad de que siempre fueron hombres mayores que ella. Lex Barker, Espartaco Santorini y su gran amor: Heini, el barón Thyssen-Bornemisza y su pasaporte a la alta sociedad.
También el 'padre' de su primer hijo, aunque en ningún caso fuese Borja Thyssen, su hijo biológico. El aristócrata, que antes de contraer matrimonio con Tita ya había tenido otras cuatro mujeres, con sus cuatro hijos, no tuvo reparo en adoptarlo. En realidad, y aunque pasaron muchos años hasta que se reveló la paternidad, el niño había sido fruto de una relación con el publicista santanderino Manolo Segura. Pero como en lo nupcial, Carmen también cumplió con lo de tener tres retoños. Fue en el 2007, a sus 62 y cinco años después de enviudar, tomó la decisión de adoptar dos mellizas. Carmen y Sabina, recién nacidas en los Estados Unidos por vientre de alquiler. Las mismas que este 2024 cumplen la mayoría de edad.
cARMEN, la melliza 'aplicada' que heredará el imperio artístico de Tita Cervera
En estos casi 18 años, la exposición de las niñas ha sido intermitente y solo ha acostumbrado a tener lugar a golpe de exclusiva. Sin ir más lejos, en mayo de 2008, los rostros de las pequeñas fueron presentados de forma pública al mundo como portada de la revista '¡Hola!'. No obstante, y con el paso del tiempo, solamente esta parecía haberse convertido en la forma de mostrarlas de cara a la galería. Un mecanismo de protección para evitar una intromisión excesivo en lo privado que llega a su fin en cuestión de semanas, porque este 6 de julio cumplen los 18. Jóvenes casi adultas que la propia Tita ha protegido desde que llegaron a sus brazos, y sobre las que cada vez se conocen más detalles.
Al fin y al cabo, y aunque todavía les queda un largo recorrido vital por delante, en edades como esta, la personalidad de ambas ya está más definidas. María del Carmen von Thyssen-Bornemisza de Kászon et Impérfalva Cervera, que es el nombre completo de la mayor de las hermanas, quedó definida como la más aplicada de la 'parejita' en una entrevista de la baronesa con 'Espejo Público'. "La mayor quiere ir a la universidad. Es una de las mejores estudiantes de su colegio", contaba Tita en su charla con Miquel Valls. Lo anterior, para después añadir que, aunque es "de reñir poco", a veces "le digo que pare" porque "ella solo estudia, estudia y estudia".
Sin duda, y de acuerdo con el resto de declaraciones que la coleccionista ha hecho en el pasado sobre la personalidad de su otra hija, parece que cada vez está más claro que será ella quien siga sus pasos en el mundo del arte. La heredera del imperio de Tita, en pocas palabras, porque Sabina tiene unos intereses distintos. No deja de ser su madre la mujer que cumplió con la labor de traer a España la colección privada de obras más importante del mundo. Un camino que podría leerse similar al de su hermano Borja, que desde hace años colabora activamente con los museos de la familia. Él, que también es coleccionista, se dedica a ampliar la colección y ceder piezas para muestras cuando conviene.
El último gesto de Carmen con el que se desmarca de su hermana Sabina
En calidad de heredero —de la fortuna y del amor literal por el arte—, el primogénito de Tita Thyssen ha estado presente en momentos tan relevantes para el legado del clan. Véase la firma del acuerdo de madre e hijo con el Ministerio de Cultura para el arrendamiento de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza a cambio de 6,5 millones de euros anuales. Borja, que es el propietario al 30%, también saca beneficio, por lo que también debía asistir a la cita. Sin embargo, para sorpresa de muchos y aunque la tipología del evento fuese bien distinta, la última en mostrarse junto a mamá en una velada relacionada con el tema fue Carmen. De la mano de Carmen madre e incluso posando en el 'photocall' de la gala organizada por Harper's Bazaar, en la que la baronesa fue galardonada con el premio Bazaar Women in Art.
Visible ante la prensa y el resto de asistentes en calidad de 'única' acompañante. Y es que allí no estaban ni Borja, ni su esposa Blanca Cuesta, ni la melliza Sabina. La prueba definitiva de que ha sido la 'elegida' para continuar el sendero de la matriarca en el sector, e incluso la propia Tita lo dejó claro ante los presentes. Porque mientras Carmen está verdaderamente interesada en el asunto, su hermana 'pequeña' lleva el arte por otros derroteros. "Es más artista, le encanta dibujar y hace cómics. Te coge el acento de cualquier idioma, te hace de una rusa, de una americana", contó su madre también para el espacio de Susanna Griso. Tan iguales y a la vez tan distintas.