La firma del divorcio marcó un antes y un después en la infanta Cristina. El pasado mes de diciembre, la hermana del rey Felipe VI conseguía dar carpetazo definitivo a su matrimonio con Iñaki Urdangarin, y comenzaba así una nueva etapa en su vida. Sin embargo, desde la llegada de ese momento, el silencio y el hermetismo han sido los grandes protagonistas. Tras vivir los años más duros y complicados de su existencia, la hija mediana del rey emérito busca la tranquilidad, la serenidad y, en definitiva, la calma. A pesar de llevar instalada en Ginebra desde 2013, sus visitas a nuestro país son más que habituales, y no se descarta que en un futuro no muy lejano regrese de forma definitiva a España. Aunque lo cierto es que ese exilio que se impuso también le ha servido para poder desviar la atención y tener el foco mediático lejos de su persona. 

No obstante, su vida tranquila fuera de nuestras fronteras no ha pasado desaparecida para gran parte de la presa extranjera, sobre todo por la alemana, ya que le han dedicado un artículo de lo más extenso sobre cómo está siendo este nuevo capítulo de la historia de su vida, y cómo lo seguirá afrontando. De manera muy contundente, la revista Bunte emplea el adjetivo "sola" para definir esta etapa que está atravesando. Unas palabras que además llegan en una fecha muy especial, ya que hoy —13 de junio— la infanta Cristina cumple 59 años. 

LA NUEVA ETAPA "SOLA" DE LA INFANTA CRISTINA

“Ha sufrido muchísimo y hubo lágrimas a mares", así hablaba una persona muy cercana a ella sobre cómo había sido esa bajada a los infiernos de la infanta Cristina tras el escándalo del caso Nóos, el ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin, y el posterior divorcio que tanto ha dado de qué hablar en la prensa. Sin duda alguna, fueron tiempos convulsos, que parece que ya no tienen cabida en la memoria de la infanta. Ahora, Cristina de Borbón mira con el mayor de los optimismos hacia el futuro, eso sí, bajo dos máximas: la soledad y el hermetismo. 

"Cristina de España se ha retirado y vive más privada que nunca", sostienen desde Bunte. Según la publicación, la exmujer de Iñaki Urdangarin lleva una vida en Ginebra marcada por la rutina. Su día comienza muy temprano, para poder así ponerse con sus ejercicios y estiramientos. Ahora que la tranquilidad vuelve a reinar en su vida, la infanta Cristina disfruta de las cosas más sencillas y cotidianas, como el resto de los mortales. "Desde que vive sola también se dedica a otras actividades normales, que están presentes en su lista diaria de tareas, como cocinar, limpiar e ir a comprar en el supermercado", apuntan desde la revista alemana.

infanta cristina
GTRES

Por otro lado, la hermana del rey Felipe también se cuida mucho su alimentación. Pese a ser una gran fanática de la gastronomía de nuestro país, ya que como aseguran desde la revista, "no se resiste al arroz, tortilla o gazpacho", la infanta estaría explotando al máximo su vena más cocinillas, poniendo especial cuidado en todo lo que come y cuidando sus hábitos alimenticios. Una postura que nos recuerda, y mucho, a la de su cuñada, la reina Letizia. 

EL APOYO DE SUS AMIGOS

Al margen de su familia, la infanta Cristina también ha encontrado un gran refugio durante todos estos años en sus amigos, que no le han soltado la mano en sus momentos más complicados. Pasar tiempo con ellos, y sobre todo, salir a tomar algo o hacer planes juntos está siendo también toda una parte fundamental en su nueva etapa. "Sentarse con ellos para charlar, reírse y olvidarse por un momento de las preocupaciones son las cosas que le dan la fuerza", aseguran desde la prensa alemana sobre el secreto de su buena actitud en estos momentos.

Aun así, pese a vivir alejada de sus tres hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, tiene un contacto con ellos a diario, y está siguiendo muy de cerca todos los pasos que están dando. Pablo e Irene son los dos hijos de Cristina e Iñaki que más titulares han copado en los medios de comunicación en estos meses. Por un lado, el jugador de balonmano sigue con su carrera deportiva —que tantas alegrías le está dando y que es todo un motivo de orgullo para su padre—, mientras que Irene ha sido la gran revelación de la prensa del corazón con su historia de amor con Juan Urquijo. Según hemos podido conocer, a la infanta Cristina no le haría demasiada gracia este romance, y mucho menos todo el aluvión mediático que ha despertado. "Doña Cristina no quería que esta relación se supiera, no quería que trascendiera a los medios de comunicación debido al parentesco familiar directo que tienen ambos", aseguran fuentes cercanas a la familia a la revista 'Semana'.