El inmarchitable concepto de la familia. Los lazos de sangre entre padres e hijos, que no necesariamente significan nada, pero cuyo simbolismo persiste en la unión. Sea cual sea el camino que los vástagos tomen. Sea cual sea el modo de vida elegido. Ahora bien, pocas veces hubieran augurado los padres de familia que aquí nos ocupan el modo en el que los senderos del futuro acabarían llevando a sus hijas hasta la realeza. Sin certeza alguna, no hubo bola de cristal capaz de anticipar que Letizia Ortiz, una niña que nacía un 15 de septiembre de 1972 en el seno de una familia asturiana, se acabaría convirtiendo en la Reina de España.
Tampoco que la australiana Mary Donaldson haría lo propio en Dinamarca, o la argentina Máxima Zorreguieta en Holanda. Tres mujeres plebeyas que no sabían de antemano que acabarían erigiéndose como las figuras femeninas de mayor importancia en tres de las Casas Reales más importantes de Europa. Borbón, Glücksburg, Orange-Nassau aguardaban. Hace ya algún tiempo que llegaron y ahora reinan como consortes. Con independencia de cuál fuese su nivel de vida anterior, dieron el gran salto al otro lado de los inquebrantables muros de las dinastías. Asumiendo, también, infinidad de responsabilidades y cambios en su forma de presentarse en sociedad. En la forma de relacionarse con los demás y aparecer en público, por cuestiones protocolarias. ¿Les sucede igual con su familia directa?
Así es la relación de las reinas con sus Progenitores
La intimidad de las plebeyas reconvertidas en princesas —luego reinas— suscita interés. Casi tanto como sucede con sus maridos. El rey Felipe, el rey Federico y el rey Guillermo Alejandro, los hombres cuyo amor las ha llevado hasta la Corona. No obstante, la situación nunca será equiparable. Al fin y al cabo, de todos ellos ya se conoce el árbol genealógico al detalle. Ellas han sido el necesario soplo de aire fresco para la historia de unas dinastías que ya ha sido desgranada al milímetro en el pasado. Ellas son la novedad, y resulta curioso responder a una cuestión tan concreta como: ¿cuál es —o ha sido— la relación de Letizia, Mary y Máxima con sus progenitores?
La discreción y el apoyo del padre de Mary de dinamarca
Uno de los casos más conmovedores es el de la recién coronada Reina consorte de Dinamarca. Mary Donaldson dejó atrás a su familia en su Australia natal. Allí reside John Dalgleish Donaldson, profesor y aficionado al rugby. Su padre, su fiel escudero. Su apoyo en los momentos más difíciles, también. Así lo demuestra el hecho de que la esposa de Federico volviese a su país para buscar consuelo después de que saliera a la luz la 'relación secreta' de su marido con Genoveva Casanova. Un punto de soporte perenne, que incluso se trasladó a Copenhague para estar al lado de su hija cuando ella se marchó a Europa después de comprometerse con el heredero.
El padre de Letizia, ejemplo profesional para la Reina
El caso de Letizia Ortiz es uno de esos en los que queda demostrado que hay cosas que pura herencia. Cabe no olvidar que la madre de la princesa Leonor hizo carrera como periodista antes de traspasar el lindar de Zarzuela e instalarse en la institución. El oficio le venía de familia, al fin y al cabo. Su abuela paterna era Menchu Álvarez de Valle, conocida locutora de radio asturiana. Su padre es Jesús Ortiz, también periodista, aunque ahora esté jubilado.
Al fin y al cabo, una personalidad reconocida en el ámbito de la comunicación. Tan conocida como que llegó a hablar de forma pública sobre el compromiso de su hija con el rey Felipe en el programa 'Salsa rosa' allá por el 2004. Nunca más lo hizo y desde hace ya un tiempo que el informador, separado de Paloma Rocasolanoy casado con Ana Togores, mantiene un perfil discreto. Discreto, que no ausente. Para muestra, la tradición de comer el roscón de reyes año tras año junto a su hija, su yerno y sus nietas Leonor y Sofía, a las que adora.
Máxima de holanda: un padre con un pasado complicado
Bastante opuesto es el caso de Máxima de Holanda, y no porque su padre, ya fallecido, no le tuviese un cariño especial como le sucede a sus tres 'compañeras de profesión'. Todo remite a cuan controvertida fue la figura de Jorge Zorreguieta en el terreno de la política en Argentina. Su pasado salió a la luz en el momento que el noviazgo de su hija con Guillermo Alejandro fue de dominio público. Un pasado del que se desprendía su trabajo como subsecretario y secretario de Agricultura durante el mandato del dictador Jorge Rafael Videla entre 1976 y 1981.
Pese a que él negó tener conocimiento alguno sobre los sucesos que tuvieron lugar durante el régimen militar, una investigación orquestada por el ministro holandés Wim Kok demostró lo contrario. Constató, por contra, que pese a ser consciente no tuvo una implicación directa. Aun así, el Parlamento holandés no consintió que Jorge asistiese a la boda de su hija con el heredero. Así comenzaría el ejercicio incesante de mantenerlo tan en la sombra como fuera posible para que nada manchase imagen de la actual Reina de los Países Bajos.